En 2009, la revista TIME publicó la portada '10 ideas changing the world right now', describiendo a los biobancos como una de las 10 ideas que podrían cambiar nuestro mundo ahora. Los biobancos se han transformado en valiosas fuentes de muestras biológicas humanas y su información asociada, que representan la base de la investigación traslacional y son esenciales para lograr el desarrollo de la medicina personalizada.

Los biobancos están en pleno desarrollo y han pasado de ser biorrepositorios de muestras biológicas organizadas a unidades de investigación biomédica complejas, que además deben integrar y velar por los aspectos políticos, éticos, legales y sociales que influyen en su funcionamiento, ya que manejan e integran información confidencial y colectan y distribuyen bioespecímenes humanos para que sean utilizados en investigación.

En la última década, a nivel internacional, diversas iniciativas han coordinado y armonizado el funcionamiento de los biobancos, estructurándolos en redes, generando una gestión operativa estandarizada y estableciendo interoperatividad, con el fin de potenciar y facilitar la investigación biomédica. En Europa, entre 2008 y 2011, se creó el Biobanking and BioMolecular resource Reserch Infrastructure (BBMRI), como estrategia de apoyo a las ciencias biomédicas. A partir del 2013, BBMRI conformó el BBMRI-European Research Infrastructure Consortium, cuyo objetivo principal es entregar a las diversas disciplinas científicas académicas y biotecnológicas una infraestructura de recursos biológicos y datos a gran escala, de manera de apoyar todos los procesos contemplados en la investigación traslacional.

En Chile, la actividad de biobancos comenzó a partir de 2003 en la Universidad de La Frontera; desde entonces se han establecido biobancos en universidades y hospitales públicos y privados. Han sido iniciativas locales financiadas en un principio mediante proyectos de investigación y, posteriormente, algunos de ellos han logrado adquirir financiamiento institucional. La generación de redes de biobancos empezó en 2014 y esto ha permitido iniciar procesos de armonización a nivel nacional. Sin embargo, la falta de oportunidades de financiamiento para la generación de una Red Nacional de Biobancos ha limitado las oportunidades de crecimiento y colaboración efectiva. Es llamativo que, a pesar de la importancia que han adquirido las redes de biobancos para el desarrollo de la biomedicina a nivel mundial desde el año 2012, y a que la estrategia de biotecnología al 2030 de Corfo define una red de biobancos como uno de los pilares para impulsar oportunidades de desarrollo en biomedicina, aún no se han creado líneas de financiamiento privadas o públicas nacionales para este propósito.

Solo recientemente, en el marco del Plan Nacional del Cáncer 2018-2028 del Ministerio de Salud, se ha reconocido la existencia de esta Red Nacional de Biobancos, permitiendo fortalecerla, dada la necesidad de promover la investigación biomédica de alto impacto y de impulsar la participación de los médicos en la generación de nuevo conocimiento.