Con sorpresa se tomó la industria de renovables el anunció del ministro de Energía respecto a los cambios en el decreto 244, el cual mantiene un precio estabilizado para aquellas centrales de generación de hasta 9 MW. Carlos Finat, director ejecutivo de Acera, gremio que reúne a las empresas renovables, advierte que el efecto que esto tendrá en el sector es una mayor incertidumbre e inseguridad en los proyectos.

'No estamos de acuerdo con que este mecanismo sea una distorsión, y hasta el momento había funcionado de manera bastante efectiva. Puede que el ministro esté mal informado, porque se han dicho varias cosas desde abril sobre temas de precio que no son correctas', comenta Finat. El líder gremial explica que tampoco comparten el artículo transitorio de doce años para los cambios legales, ya que habitualmente los compromisos financieros de estos proyectos se extienden entre 16 y 20 años.

Del mismo modo, desde Acera explican que la postura de las renovables no es oponerse a realizar ajustes al sistema, que ya cumple algunas décadas, pero que ven con 'desazón' que sus propuestas, que venían siendo trabajadas en las mesas técnicas con el Ministerio de Energía, no hayan sido consideradas. 'Nosotros hicimos una propuesta de cálculo de precio estabilizado, que recogía incluso un poco más allá de lo que planteaba el ministerio, en términos de poner una señal de precio geográfica para incentivar el uso de aquellas zonas en las cuales el costo marginal señala un mayor atractivo para la instalación de centrales', explica Finat.

En cuanto al impacto en las inversiones que impulsan anualmente este tipo de proyectos, se estima que el monto ronda los US$ 100 millones, solo en iniciativas que son de tecnología solar, a la que habría que sumar desarrollos hidroeléctricos y eólicos. Pero además, y considerando la escala de este tipo de iniciativas, también se espera un efecto en las pequeñas comunas donde se desarrollan estas inversiones. Por su tamaño, estas contratan mano de obra local para levantar la infraestructura. 'Lo que hacen es que contratan pymes de la zona, entonces eso es una inyección de actividad económica, en lugares en los cuales es muy remota la posibilidad de que llegue otro tipo de actividad económica a instalarse', lamenta Finat.