Menores emisiones globales y locales, contribuyendo a tener ciudades más limpias y silenciosas; nuevas oportunidades de negocio y menor dependencia energética de combustibles importados son algunos de los beneficios de este acuerdo firmado en alianza con actores públicos y privados, y que desde 2017 el Ministerio de Energía viene impulsando con el objetivo de pavimentar el camino para acelerar la movilidad eléctrica.

"Asumimos un compromiso de largo plazo: que el 40% de los vehículos particulares sean eléctricos al 2050 y &100% del transporte público lo sea al 2040. Lograr esta meta no depende soto de los esfuerzos que hagamos como gobierno. Por ello, valoramos e impulsamos estas iniciativas", destaca el titular de Energía.

¿Qué avances se incorporan en esta actualización del compromiso público-privado desde su primera versión?

Este año, 52 organizaciones público-privadas se comprometieron a tomar acciones concretas para el despegue de la electromovilidad en el país. Destacamos la creación de instrumentos de financiamiento específico para la inversión en electromovilidad; formación de capital humano a través de nuevos diplomados; capacitación de técnicos y desarrollo de un proyecto de competencias asociadas a la mantención de vehículos eléctricos e instalación de cargadores. Además, de ampliarla oferta de automóviles livianos, camiones, buses y vans. Pero sin lugar a duda, uno de los compromisos más ambiciosos, es que durante este año esperamos tener más de 500 cargadores a nivel nacional, lo que significa que en solo un año aumentaremos cinco veces la cantidad de electrolineras instaladas en el país.

¿Cuáles son los ejes específicos que sostienen este acuerdo y qué sigue para alcanzar la meta propuesta?

El acuerdo se divide en seis ejes específicos: aumentar la oferta de vehículos eléctricos en Chile; incorporar electromovilidad en flotas vehiculares propias o subcontratadas; aumentar la disponibilidad de estaciones de carga para vehículos eléctricos; impulsar el desarrollo de proyectos de investigación y de capital humano en el ámbito de la electromovilidad; desarrollar alternativas de financiamiento para la electromovilidad; aportar información para el desarrollo de políticas públicas y hacer difusión en torno a la movilidad eléctrica. Vemos como un desafío integral activar el ecosistema de la electromovilidad, donde los ejes presentan y generan avances de base, a través de sus compromisos particulares, con el fin de alcanzar las metas que proponemos tanto de corto como largo plazo.

¿Qué compromisos concretos se acordaron para continuar con la Estrategia Nacional de Electromovilidad?

Contamos con una visión holística para el desarrollo de la movilidad eléctrica, enfocados en la eficiencia energética en transporte, normativa de electromovilidad, información y difusión, infraestructura de carga y transversalmente en el desarrollo de capital humano. Desde el año 2017, todos los compromisos del acuerdo público privado han permitido fomentar y acelerar la introducción de la movilidad eléctrica con aportes concretos para el avance de las líneas impulsadas en la Estrategia Nacional de Electromovilidad yen la Ruta Energética 2018-2022. ¿De qué se tratan los instrumentos de financiamiento específico para la inversión en electromovilidad?

Este año incluimos el desarrollo de alternativas de financiamiento y servicios para la movilidad eléctrica como un componente concreto para avanzar. Cinco empresas desarrollarán acciones que apuntan a facilitar el acceso a financiamiento para la compra de autos eléctricos, desarrollo de estrategias de negocios y adaptación de productos financieros, además de soluciones de aseguramiento, que faciliten la gestión relacionada con la movilidad eléctrica. De igual manera, como Gobierno, estamos trabajando para generar algún programa que nos permita facilitar el acceso a la electromovilidad a todas las personas, con énfasis en flotas de alto recorrido.