En síntesis, el proyecto consiste en llevar agua desde el río Bío Bío hasta las zonas de cultivo del norte, o para el uso industrial en las mineras. A través de una tubería submarina, sería posible trasladar 30 metros cúbicos de agua por segundo, un volumen equivalente a 15 veces el total utilizado por la ciudad de Concepción para el uso doméstico.

La presentación del proyecto fue realizada por la empresa francesa Via Marina, sociedad de ingeniería y construcción y cuyo accionista mayoritario es Vinci Construction Grands Projects, empresa que diseña y construye obras complejas en todo el mundo, como túneles, puentes, presas y plantas nucleares. Via Marina es propietario del denominado sistema Submariver, que puede ser utilizado para el transporte de agua dulce tomada desde la desembocadura de un río para ser utilizada en zonas de escasez del recurso. Félix Boglolio, uno de los socios fundadores, explicó que dentro de las ventajas de este sistema destaca su viabilidad económica, ya que el costo del transporte del recurso hídrico es muy inferior al costo de las soluciones clásicas, como la desalinización, transporte por barco, canal o tubería terrestre. En el proyecto de Via Marina, la tubería es submarina y corre en paralelo a la zona costera. "La cantidad de agua a tomar deberá ser analizado por el respectivo Estudio de Impacto Ambiental. El proyecto contempla tomar una fracción reducida del caudal residual, con el fin de limitar el impacto río abajo sobre los ecosistemas de las desembocaduras", señala Boglolio.

Traducido en cifras
La inversión total del proyecto varía en función de la distancia y del caudal. Costará entre mil millones de dólares para proyectos de una sola etapa con caudal reducido; hasta 15 mil millones para proyectos largos (Copiapó-Arica), de varias etapas y totalizando un caudal muy importante.

"El costo total del metro cúbico entregado en destino es siempre muy competitivo, incluido para los trayectos largos. El costo se reparte entre, aproximadamente, 2/3 para amortización de la inversión y 1 /3 para gastos operacionales entre los que destaca la energía).

Consultado el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, sobre la viabilidad del proyecto, éste reconoció que es una iniciativa muy innovadora y que ahora habrá que estudiar en detalle. "Si prosperara, podríamos convertir nuestro norte en un vergel y desarrollar esas regiones, por lo que hay que seguir avanzando en estudios de factibilidad económica y llegar a costos competitivos . Habrá que estudiar además lo del ducto, recordando que estaría sometida a corrientes, sismos, tsunamis, todo lo que es necesario de estudiar en un trazado más específico".

Cabe destacar que Aquatacama tomaría agua de las desembocaduras de ríos como el Rapel, Maule y Bío Bío.

El estudio estimó que un primer tramo podría operar a fin de 2016 si la decisión de lanzar estudios complementarios se tomara a fines de 2012 o principios de 2013.

"El final del proyecto más largo, Bío Bío-Arica, será a más tardar el 2025".


Detallar la propuesta
Para el doctor Oscar Parra, del Centro de Ciencias Ambientales, Eu la-Chile, el proyecto puede traer grandes beneficios, pero deberá ser analizado en profundidad para conocer al detalle sus implicancias.

"Es importante aclarar algunas inquietudes como, por ejemplo, qué ganará la Región al enviar agua para otras regiones, y cuál será el impacto en nuestro sistema ambiental", explica Parra.

El académico de la UdeC rechaza los argumentos de que la Región tiene agua en abundancia y que parte del recurso se pierde en el mar. "En primer lugar hay que desechar la tesis de que el agua se pierde en el mar, porque ese recurso debe ser evaluado en todo su ciclo natural. Al retirar agua de un río, se interviene en el ecosistema, y por eso es muy importante que se hagan los estudios que correspondan y que en ese caso es una Evaluación Ambiental Estratégica. Porque se trata de un proyecto estratégico", advierte Parra.

Por su parte, Félix Boglolio añade que el sistema "impulsa el desarrollo económico y social", ya que transporta agua bruta para ser utilizada directamente en fines agrícolas e industriales. "Además, favorece la independencia energética, es poco intensivo en consumo de energía, y es hasta 3 ó 4 veces más barato que la desalación", asevera.