Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2012-11-25
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   D32
Sección:   Chile, país minero
Centimetraje:   51.5x29

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FRANCISCO ECHEVERRÍA E. Director General de Aguas (TP)
El Mercurio
Recursos hídricos:
Disponibilidad del agua; otro gran desafío del sector minero
HACE VARIOS AÑOS, LA MINERÍA HA PUESTO ÉNFASIS EN LA EFICIENCIA HÍDRICA DE SUS OPERACIONES, UTILIZANDO NUEVAS TECNOLOGÍAS QUE PERMITAN UN MEJOR APROVECHAMIENTO DE LOS RECURSOS DE QUE SE DISPONE, ADEMÁS DE FUENTES DE AGUA NO TRADICIONALES.
Uno de los problemas más serios que enfrenta el desarrollo minero en nuestro país es la escasez de recursos hídricos en las regiones del norte, zonas mineras por excelencia. Éste asimismo se ha constituido en uno de los tres desafíos estratégicos, además de la energía eléctrica y el capital humano, que posee este importante sector para la economía nacional.

En la actualidad, la mayor parte de las actividades mineras se desarrollan en la zona comprendida desde el extremo norte del país hasta la VI Región inclusive.

Así, el sector utiliza el agua principalmente en sus procesos productivos, siendo los principales la lixiviación en pilas o hidrometalurgia, y la flotación en celdas, o concentración de minerales.

La minería consume sólo un 5% de la totalidad del agua usada entre la I y VI región del país, esto es 12,6 m3/seg., equivalente al caudal del Canal San Carlos. Adicionalmente está demostrado que, en promedio, el consumo unitario de agua por tonelada de mineral procesado en la minería ha alcanzado niveles de clase mundial.

No obstante, por años se ha sindicado a la minería como un sector muy demandante de agua, lo que restaría disponibilidad del recurso para otras actividades productivas. Esta afirmación ha sido rebatida, por ejemplo, en las publicaciones "Buenas prácticas y uso eficiente de agua en la industria minera", del 2008, y "Consumo de agua en la minería del cobre", del 2012. Ambos estudios elaborados por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).

Según este organismo para el año 2011, el consumo unitario de agua fresca en los procesos de minerales de cobre alcanza un promedio de 0,65 metros cúbicos por cada tonelada de mineral tratado en los procesos de concentración, y de 0,12 metros cúbicos por cada tonelada de material tratado en los procesos de hidrometalurgia.

Comparando la información correspondiente al año 2000 y la del 2011 respecto del proceso de concentración de cobre en términos porcentuales, se aprecia un aumento en la eficiencia hídrica cercana a un 41% en términos de agua utilizada por tonelada de mineral tratado.

En el caso del proceso hidrometalúrgico del cobre, en términos porcentuales y comparando la información para los años mencionados, se aprecia un aumento de la eficiencia hídrica en torno a 60%.

Uso eficiente

La mayor eficiencia en el uso del agua por parte del sector minero es consecuencia de importantes inversiones de capital que ha realizado en los últimos años, y que se han traducido en mejoras significativas en los indicadores de consumo unitario y total del sector minero. Además, se ha logrado el tan anhelado desacople entre producción y consumo de agua.

Y es que por su ubicación en la zona norte del país, los proyectos mineros proyectados hasta el año 2020 se verán afectados por la falta de disponibilidad de recursos hídricos continentales y, probablemente, deberán recurrir a la utilización de recursos de otras fuentes para la atención de sus requerimientos de agua.

Lo cierto es que a juicio de los entendidos, en el país no existe escasez de recursos hídricos sino que una desigual distribución de los mismos por razones climáticas e hidrológicas naturales derivadas de la ubicación de nuestro territorio en una zona de clima templado con variaciones que se producen fundamentalmente por la latitud, la altura y por la influencia del Océano Pacífico, especialmente en la zona costera.

Chile dispone de un exceso de volúmenes de agua de alta calidad que llegan al mar los 365 días del año y los indicadores de disponibilidad por habitante colocan a nuestro país en una posición muy favorable respecto de otros países incluso más desarrollados. Según cifras del Nation Master/Rapid Intelligence de Australia, a nivel global Chile se ubica entre los primeros 20 países con más alta disponibilidad de agua renovable con alrededor de 60.000 m3/habitante/año.

Por ello, nuestro país requiere la acelerada puesta en marcha de la estrategia nacional para el manejo de los recursos hídricos en el mediano y largo plazo, que asegure la disponibilidad de las distintas actividades económicas del país y que contemple la introducción de mejoras de gestión al marco institucional vigente.

Algunos avances

Cabe señalar que hace ya varios años, la minería ha puesto el acento en aumentar la eficiencia hídrica en sus operaciones, y en la utilización de nuevas tecnologías que permitan un mejor aprovechamiento de los recursos de que se dispone, además de la utilización de fuentes de agua no tradicionales.

El sector también ha trabajado para mejorar los procesos y la utilización de nuevo equipamiento, desarrollando iniciativas como la producción de relaves espesados o semi-espesados con el consiguiente ahorro en el uso del agua, la instalación de plantas desaladoras para el tratamiento y utilización de agua de mar, y el uso directo de agua de mar en algunos procesos mineros.

En la actualidad se está estudiando el aprovechamiento de aguas excedentes en los ríos del Sur de Chile, a través del proyecto Aquatacama, que si se materializa tiene grandes proyecciones para el desarrollo económico y futuro del norte del país.

Recuadro
Recursos hídricos, la tarea del futuro

Desde el inicio del gobierno del Presidente Sebastián Piñera, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) recibió un encargo muy especial: desarrollar un diagnóstico sobre la situación general y gestión de los recursos hídricos del país, con el objetivo de diseñar e implementar un plan de acción para el aprovechamiento sustentable y eficiente del agua.

Con esta tarea, el MOP -a través de su Dirección General de Aguas- se abocó al desafío impuesto y trabajó junto al Banco Mundial en un detallado análisis. El resultado de éste fue claro, si bien Chile realizaba una buena gestión de los recursos hídricos, tenía importantes falencias, tales como incertidumbre técnica y jurídica, falta de criterios uniformes, excesiva tramitación, limitada capacidad y facultades fiscalizadoras, bajo presupuesto, un precario sistema de información y una Política Nacional de Recursos Hídricos desactualizada, entre otros, fueron algunos de los resultados.

Asimismo, estaba el desafío mundial del aumento de la demanda, la reducción de la disponibilidad y las incipientes consecuencias del cambio climático. Debíamos tomar medidas y así lo hicimos.

Hoy, a casi tres años de iniciado el gobierno, hemos progresado en nuestra tarea y las cifras nos avalan: nuestro presupuesto creció un 30%, disminuimos en un 41% en el tiempo de tramitación de solicitudes, aumentamos en un 62% nuestro equipo fiscalizador, a 2013 quintuplicamos los recursos destinados a estudios, desarrollamos un nuevo sistema electrónico de información del agua -Sistema Nacional de Información del Agua-, extendimos y modernizamos nuestra red hidrométrica, unificamos criterios y aumentamos la seguridad técnica y jurídica, presentamos dos importantes proyectos de ley y elaboramos tres reglamentos, además de una serie de mejoras de gestión, entre otros.

Pieza fundamental de este plan de acción es la Estrategia Nacional de Recursos Hídricos por medio de la cual nos hacemos cargo de los principales desafíos. Esto, a través de los cinco ejes que resumen nuestra tarea: Gestión eficiente y sustentable; Fortalecimiento de la institucionalidad; Enfrentar la escasez; Equidad y una ciudadanía informada.

Mejorar la gestión y la información de los recursos hídricos es vital. Para lograrlo requerimos del apoyo de toda la ciudadanía, pues mientras no se tome real conciencia del carácter estratégico que este recurso tiene para el país no alcanzaremos nuestras metas.

El reto es importante. Día a día trabajamos para lograrlo. Nuestro compromiso no sólo es con las generaciones actuales, sino también con las futuras.

SONAMI
"Chile, País Minero, extrayendo lo mejor ce nosotros** es un proyecto realizado en forma conjunta por la Sociedad Nacional de hAineria (SONAMI), El Mercurio y EMOL para educar y difundir sobre la importancia de la actividad minera para nuestro país, que se publicará en estas páginas domingo por medio durante los próximos meses. Más información en wwweducacion.emol.com.

TALENTO JUVENIL

La Orquesta Filarmónica Regional de Atacama fue creada por la Fundación Sociedad Nacional de Minería, siendo hoy la de mayor consolidación en la zona. Ésta es una continuación de la Orquesta de Jóvenes Atacameños, que debió expandirse por el alto interés de participación.

Está integrada por músicos de la Región, alumnos y ex alumnos del Liceo de Música de Copiapó, y la dirige el maestro Rodrigo Salas. Actualmente, la Orquesta está llevando a cabo la XI Temporada de Conciertos de la Fundación Sonami.

Sabías que...

Al incluir en nuestra dieta diaria alimentos con vitaminas E, C, B5 y minerales como el zinc, cobre y silicio, podemos reducir el riesgo de estrías y el envejecimiento de la piel de nuestro rostro.

Los productos hechos a base de chocolate, en especial el amargo, aportan a la alimentación diaria el más alto porcentaje de cobre. El metal rojo facilita el bienestar cardiovascular y neurológico, también refuerza los tejidos conectivos y promueve el desarrollo óseo.

El hierro es un mineral que, entre sus diversas propiedades benéficas, contribuye a evitar la anemia y ayuda a oxidar la glucosa para convertirla en energía.

El magnesio es un tranquilizante natural que actúa sobre el sistema neurológico favoreciendo el sueño y la relajación. Además, ayuda a fijar el calcio y el fósforo en los huesos y dientes.

El precio del cobre se fija en las Bolsas de Metales. La más grande de ellas es la de Londres, seguida por las de Nueva York y de Shanghai.

La sal que usamos para aliñar las comidas, también se utiliza para blanquear o decolorar la pulpa de madera de la cual se extrae la celulosa. Luego sirve para diversas aplicaciones industriales, por ejemplo la fabricación del papel o fibras sintéticas.