Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2013-11-05
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A3
Sección:   Editorial
Centimetraje:   15.0x17
El Mercurio
Carretera hídrica
Una de las ideas más innovadoras que se han presentado en los últimos años es la de trasladar agua desde el sur del país, donde abunda, hasta el norte seco. Las propuestas con mayor potencial son aquellas que toman agua en la desembocadura de los ríos del centro-sur y la trasladan por una tubería submarina hacia el norte. Esto agregaría una alternativa a la actual desalinización que provee de agua potable a algunas ciudades nortinas, pero resultaría demasiado cara para ser usada con fines agrícolas. Si estos proyectos pudieran realizarse a un costo razonable, se podría desarrollar la agricultura en terrenos actualmente inutilizables, así como aliviar los problemas de suministro en la minería.

Y es positivo, igualmente, que no se trate solo de una idea: un estudio ya realizado por la Comisión Nacional de Riego y la Universidad de Chile estima que se podría regar el equivalente al área del Gran Santiago (228.000 hectáreas) en zonas desde Valparaíso al norte, a un costo de 0,7 dólares por metro cúbico, usando 93 metros cúbicos por segundo desde los ríos Maule, Biobío y otros. El proyecto tendría un costo de 15.000 millones de dólares -esto es, sería de la magnitud del Metro de Santiago- y considera una tubería submarina de una extensión de 2.500 km.

Dicha propuesta compite con otra que consiste en un canal convencional, y con una tercera que emplearía plantas desalinizadoras para proveer el agua, pero aún no ha sido evaluada completamente.

Es de notar, en todo caso, que las dos primeras mencionadas no solo deben considerar su costo de inversión, sino también el de bombear agua a semejantes distancias.

El proyecto submarino tiene algunas ventajas. Desde luego, al captar aguas en la desembocadura, no interfiere con los derechos de agua establecidos, que dejan de existir en ese punto. El efecto medioambiental sería más limitado que una captación de igual magnitud aguas arriba, pues con ello se quitaría caudal de un tramo del río, amén de la desembocadura, a diferencia de la propuesta submarina, que solo afectaría a la última. Pese a ello, una captación importante tendría un impacto al reducir el área de ecosistema en que el agua salada del mar se mezcla con el agua dulce de los ríos. Esto afectaría -en forma limitada- a la fauna y la flora de esa zona. El impacto de la tubería submarina misma en el ecosistema marítimo, por su parte, es casi nulo. Otra ventaja de la tubería es que no requiere realizar expropiaciones o servidumbres, con todas las dificultades que eso conlleva. Tampoco experimentaría evaporación del agua, que es un problema para los canales. El inconveniente radica en que se trata de una tecnología nueva, por lo que el riesgo de fracaso es mayor.

Si un proyecto de tal magnitud se calificara como irrealizable por su gigantismo, se puede intentar uno de menor longitud, que llevara agua desde el Maule y el Biobío hasta la zona relativamente árida que va desde al norte de Valparaíso hasta La Serena, el cual tendría un costo mucho más bajo, y es probable que eso se reflejase en un precio mucho menor del agua para la agricultura. Eso haría más viable este proyecto inicial. Además, permitiría ensayar a menor escala la tecnología y determinar los efectos ecológicos de desarrollar un emprendimiento de mayor magnitud.

Independientemente de cuál sea la opción que se elija y cuándo pueda ella hacerse realidad, es interesante y alentador observar la aparición de ideas con potencial de mantener hacia el futuro el crecimiento del país, y pensar a este "en grande". Además, si esto se realiza, tendría la ventaja de que transportar agua desde el sur al norte en semejantes cantidades, y emplearla en grado importante en agricultura, predeciblemente podría revertir en parte los efectos de la desertificación producida por el cambio climático. Sería esa una prueba adicional de que el desarrollo no es sinónimo de daño ambiental, como lo plantean livianamente muchas visiones ecologistas extremas.

Recuadro
Es interesante y alentador observar la aparición de ideas con potencial de mantener hacia el futuro el crecimiento del país