Las empresas estuvieron expectantes el año pasado ad portas de la entrada en vigencia de las normas contables que prometen llevar los informes financieros de las empresas locales a estándares internacionales. Justamente con la llegada de 2018, esta semana las compañías chilenas se someterán a dos nuevas Normas Internacionales de Información Financiera, requerimientos que han significado una serie de solicitudes de asesorías por parte de las grandes empresas.

Una de ellas es las normas NIIF 9 que apunta a la clasificación y medición de instrumentos financieros. 'Trabaja con un modelo de pérdida esperada, distinto al anterior que operaba con la medición de pérdidas incurridas. Lo que hace que los modelos de provisión sean mucho más ácidos y que el nivel de provisiones potencialmente sea más alto', explica Mauricio Farías, Socio de Audit de Deloitte.

La segunda norma que entra en vigencia esta semana es NIIF 15, referente a ingresos provenientes de contratos con clientes. En 2019 siguen los cambios contables, ya que entrará en vigencia NIIF 16, sobre arrendamientos. 'Probablemente estos cambios son las modificaciones más grandes que han sufrido las NIIF desde su creación', dice Luis Vila, socio de Auditoría de BDO Chile. Además, comenta que los impactos serán múltiples, considerando desde cambios a los procesos internos y sus sistemas de información, pasando por la necesidad de capacitación de los empleados, cambios a los convenios de pagos y contratos con instituciones financieras, cambios en los KPIs determinados, cambios a planes de compensación y bonos, llegando incluso a impactar la distribución de dividendos.

Los impactos en cada una de las industrias son variados, pero hay algunos efectos que llegarán a todas las empresas por igual, comenta Ilis Bermúdez, socio auditoría KPMG. En ese sentido, detalla que la determinación de los ingresos se basa en el modelo de los cinco pasos en lugar del modelo anterior basado en la transferencia de riesgos y beneficios de la propiedad; hay cambios en sistemas y procesos, incluyendo la obtención de la data; el impacto de la NIIF 15 debe considerarse en la elaboración de los presupuestos del año 2018; implican mayores costos de implementación (mayores recursos financieros, humanos y tiempo); y los ingresos se reconocen considerando el precio de la transacción, y no su valor razonable de la contrapartida recibida o por recibir, entre otros impactos.

Retail sería uno de los sectores con mayor impacto, especialmente por los arriendos
El retail es uno de los sectores que verá más cambios en sus estados financieros de 2018 y 2019. Esta semana comenzó a regir la Norma IFRS 9 y 15. Con la primera, 'se espera que se incremente significativamente el monto de las provisiones por deterioro de cuentas por cobrar, líneas de crédito de clientes y otros instrumentos financieros', detalla Luis Vila, socio de Auditoría de BDO Chile.

'El desafío que impone la IFRS9, estará en que la medición o el cálculo de las provisiones no sólo estarán basadas en la historia, sino que en lo que está pasando hoy y lo que se espera para el futuro, es decir, cuáles son las perspectivas de los comportamientos macroeconómicos del próximo año', advierte Mauricio Farías, Socio de Audit de Deloitte.

Pero tal vez uno de los mayores impactos al retail llegará en 2019, cuando se ponga en marcha la IFRS 16, que establece los lineamientos relacionados a arriendos. Todos los arriendos deberán ser registrados en el estado de situación financiera, a diferencia del tratamiento actual: hoy se diferencian entre arriendo financiero y operativo, donde sólo los arriendos financieros se ven reflejados. 'Si bien no afectará su situación patrimonial, impactará la presentación de su información financiera', detalla Vila.

Telecos deberán diferenciar ingresos de productos vendidos como 'paquetes'
Para las compañías telefónicas ya no será tan fácil plasmar en sus estados financieros las promociones de planes con equipos gratis. Esto, considerando el impacto que generará la IFRS 15 en los ingresos de la industria de telecomunicaciones y tecnología, ya que la norma impone mayor regulación. Mauricio Farías, Socio de Audit de Deloitte, explica que hoy en esta industria hay mucha venta de servicios o productos que son 'paquetizados', es decir, que incluyen varios productos o servicios en la misma compra, como por ejemplo, cuando un cliente contrata un plan y se lleva un celular gratis. Esta norma exige que todos esos productos se separen para registrar los ingresos de forma individual, a diferencia de lo que ocurría antes, cuando los precios eran registrados como un grupo. Esto genera 'modificaciones en la forma y periodo en el cual los ingresos son reconocidos en comparación con el tratamiento actual, el que presenta una diversidad de formas de aplicación, donde el costo de los equipos generalmente cargados al resultado como costos de marketing o incrementando los costos de venta o activados y diferidos en el periodo del contrato', dice Luis Vila, socio de Auditoría de BDO Chile.

Bancos sólo adoptarán dos normas. No ven mayores impactos este año
La Norma IFRS 9, que comenzó a regir a partir del 1 de enero de 2018, funciona para todas las industrias, con excepción de la banca, ya que la SBIF no le dio el vamos a la normativa. La que sí comenzará a funcionar para este sector desde el próximo año, es la IFRS 15, pero desde la industria advierten que no debería tener efectos importantes. Es más, para varios bancos el impacto sería nulo. Con todo, Ilis Bermúdez, socio auditoría KPMG, explica que el cambio podría venir por el reconocimiento de ingresos de las distintas comisiones.

La IFRS 16, en cambio, podría traer más novedades cuando se empiece a aplicar a contar de 2019. 'Los arriendos que eran considerados como arriendos operativos ahora se incorporarán al estado de situación financiera como un activo de derecho de uso y un pasivo, por lo cual se producirá un incremento en el pasivo de manera significativa que afectará la determinación de los indicadores (KPIs) y convenant correspondientes', dice Ilis.

'Pese que esta norma afectará a todas las industrias, podría afectar de manera más puntual a la banca, retail y a las empresas que tienen contratos que deben ser levantados como activos y pasivos', dice Mauricio Farías, Socio de Audit de Deloitte.

Constructoras ya no necesariamente registrarán ingresos por grado de avance
El cambio en la industria de construcción e inmobiliarias gracias a la La NIIF 15 podría impactar en la forma de reconocer los ingresos para estas entidades.

Esto, considerando que la normativa actual requiere que los contratos de construcción registren sus ingresos por el grado de avance, explica Luis Vila, socio de Auditoría de BDO Chile, en cambio, ahora, el reconocimiento de ingresos puede ser mediante un punto del tiempo, o como grado de avance pero bajo nuevos requisitos.

Otros impactos producto de esta normativa radican en los ingresos por ventas que involucra pagos iniciales, variación de contratos y reclamos, garantías, ventas de multiunidades, y un componente de financiación significativo. Al menos eso es lo que argumenta Ilis Bermúdez, socio auditoría KPMG.

Asimismo, Bermúdez agrega que las constructoras van a tener que separar la porción de obligaciones de desempeño de la provisión de garantías. Cuando se trata de la NIIF 16, en tanto, los arriendos que eran considerados como arriendos operativos, ahora se incorporarán al estado de situación financiera como un activo de derecho de uso y un pasivo, dice Bermúdez.