El agua es el principal tema que hoy preocupa a los agricultores, dijo el presidente de la SNA, Ricardo Ariztía, quien estimó que el país necesita alrededor de US$ 8.000 millones en un período de 10 años en proyectos de inversión para responder a la creciente demanda y menor oferta de recursos hídricos. Al inaugurar la XIV versión del Encuentro Nacional del Agro (Enagro 2018), el dirigente aseguró que los agricultores están disponibles para abordar estos desafíos de inversión en un esfuerzo público-privado.

Para ello, dijo, requieren el aval del Estado en los préstamos necesarios para inversiones de esta naturaleza y que exista plena certeza jurídica de sus derechos. Ariztía instó a los poderes del Estado a instalar mesas técnicas de trabajo público-privadas en todas las cuencas hidrográficas que lo requieran, para determinar anteproyectos y su viabilidad. Desde ya, informó que el Comité Hídrico del gremio está avanzando en algunas ideas con la participación de expertos multidisciplinarios. Una de ellas es que, desde el punto de vista institucional, el Estado permita a los agricultores tomar decisiones con mayor celeridad.

En este sentido, planteó que se deben eliminar las trabas que hoy dificultan la inversión. Entre ellas, simplificar y agilizar las normativas medioambientales para hacer tranques intraprediales; terminar con la demora de 3 a 6 años que tarda la Dirección General de Aguas (DGA) para aprobar los derechos de pozos de aguas subterráneas; despejar las dificultades para trasladar puntos de captación; y terminar con la situación actual en que hay 39 servicios públicos que tienen gestión respecto del agua, superponiéndose entre ellos. El dirigente precisó que la principal preocupación del agro nacional dice relación con la agravada crisis hídrica que afecta por años al sector, la cual no solo compromete el presente, sino también la proyección futura.

Aunque el país cuenta con 101 cuencas hidrográficas, 1.251 ríos y 24.000 glaciares, advirtió que en algunas regiones hay severos déficits de recursos hídricos y el cambio climático amenaza que esos déficits se extiendan a otras regiones, lo que puede afectar seriamente el desarrollo de la agricultura. Ariztía remarcó el compromiso del sector con el Plan Impulso Araucanía, y la disposición de los empresarios de inyectar recursos, destacando que por cada peso que entregará el Estado, los privados quieren aportar dos.

Inmigrantes: libre contratación

Por otro lado, planteó que los agricultores son entusiastas partidarios de la inclusión de inmigrantes en el mundo laboral a través de un marco legal claro que contenga criterios de flexibilidad. 'Aspiramos a que en el futuro no exista tope de contratación (de inmigrantes), pues ello facilita la disposición de mano de obra y la contratación oportuna y sin trabas', manifestó el dirigente.

Eso sí, dejó en claro que ello debe ser dentro del más absoluto respeto a los derechos sociales de quienes llegan a Chile, buscando oportunidades para su desarrollo integral. Al respecto, informó que con apoyo de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) crearon un manual práctico para contratación de extranjeros por parte de los agricultores, de modo de disminuir la informalidad laboral y ofrecerles la seguridad social que merecen.

En su presentación, el presidente de la SNA sostuvo que 2018 ha sido un año de buenas expectativas para la economía, con una proyección de crecimiento que el Banco Central elevó a un rango de entre 4% y 4,5%. En el agro también están optimistas, prevén un crecimiento sectorial en torno a 5% y un incremento de 10% en las exportaciones. En 2017 el sector exportó más de US$ 15.300 millones.