Señor Director:

La seguridad es un tema de preocupación ciudadana; lo percibimos diariamente, y así lo reflejan todas las encuestas [la delincuencia es el principal problema y al que el Gobierno debería dedicar el mayor esfuerzo en solucionar (48%), Estudio Nacional de Opinión Pública CEP 2018]. La industria de los centros comerciales no escapa a esta realidad. Se ve afectada por delitos que, como ocurren en recintos muy concurridos, obtienen mayor resonancia pública.

Pese a tratarse de hechos aislados para los centros comerciales, que en Chile reciben 757 millones de personas al año (en los 164 recintos de las empresas asociadas a la Cámara), en el último tiempo ha habido un leve aumento en la violencia y sofisticación de los asaltos. Para el sector, la seguridad es un tema prioritario. Por eso ha invertido en tecnología de punta, seguridad privada y realiza un trabajo constante, estratégicamente resguardado, para seguir teniendo centros comerciales seguros. Sin embargo, como todos los temas complejos, la seguridad requiere una labor público-privada orientada a mejorar la coordinación con los actores relevantes en esta materia: autoridades locales, policías, Ministerio Público y Gobierno. Por esta razón, desde la Cámara de Centros Comerciales impulsamos con el Ministerio del Interior una mesa público privada de trabajo, enfocada en abordar de manera conjunta los principales desafíos que representa la seguridad en estos recintos.

En la instancia, además de las autoridades del ministerio y del gremio, participan representantes del Ministerio Público, Carabineros y PDI. Desde enero, la instancia está abocada a puntos definidos como prioritarios: fortalecer la coordinación intersectorial, modificar el decreto que regula los horarios de retiro de valores, reforzar la coordinación con Carabineros, la posible ampliación de la calificación de entidad obligada a tiendas que comercializan productos de valor (de tecnología, telefonía, joyerías, entre otras); y la factibilidad de replicar esta mesa a nivel territorial, entre otras medidas. Como centros comerciales, tenemos el deber de resguardar a los consumidores, pero es imprescindible la coordinación con todos los actores relevantes. Existe la tecnología, la disposición, los objetivos definidos y estamos trabajando para lograr resultados en conjunto, porque la seguridad es tarea de todos.