Hace 18 meses, la llegada del covid-19 llevó a muchas organizaciones a adoptar el teletrabajo. Hoy, con una amplia proporción de la población con su esquema de vacunas completo y la Ley de Retomo Seguro impulsada por el Gobierno, no pocas empresas han avanzado hacia una modalidad mixta; es decir, que sus colaboradores puedan desarrollar su jornada de forma remota y también presencial.

Este modelo híbrido ha ido ganando terreno. En efecto, un estudio de Accenture -que consultó a más de 9.000 profesionales en 11 países- reveló que 83% de los trabajadores a nivel mundial quiere que el futuro del trabajo sea híbrido. Esta modalidad también encuentra eco entre los trabajadores nacionales, cuyo 51% además se siente seguro de volver a la oficina en los próximos meses.

Nicolás Goldstein, presidente Ejecutivo de Accenture Chile, afirma que el bienestar de los colaboradores debe ser la prioridad, por lo que es necesario entregarles "las herramientas y el apoyo necesarios para enfrentar de forma efectiva esta nueva manera de trabajar y diseñar espacios de trabajo que vayan transformándose según las necesidades de los colaboradores".

Otro elemento clave es, señala, "preparar a las personas para trabajar en conjunto con nuevas tecnologías".

El reporte de Accenture coincide con el estudio de Citrix "One Year On", que señala que al 66% de los trabajadores corporativos en Chile le gustaría un modelo híbrido para trabajar.

En ese sentido, afirma Christian Acosta, field sales manager de Citrix, "brindar una experiencia de trabajo de excelencia es la forma correcta de liberar el potencial de las personas y ayudar a las organizaciones a navegar el cambio y ser exitosas en un mundo laboral que se está transformando".

"La tecnología es un aspecto más de los que componen la experiencia de trabajo de un individuo, pero su rol es esencial para que se sientan empoderados, para ayudarlos a enfocarse, para simplificar sus rutinas y que logren hacer mejor su trabajo", añade el ejecutivo, quien agrega que utilizando inteligencia artificial y machine learning las organizaciones tienen "la capacidad de aprender cómo trabaja cada empleado y de adaptarse para guiarlos de forma inteligente a las aplicaciones, datos y herramientas que utilizan de forma frecuente".

De esta manera, dice, "la tecnología se position como un habilitador y no como un obstáculo, y les permite a los empleados optimizar su jornada laboral, alcanzando la flexibilidad que desean", sentencia.

LIDERAZGO SERÁ ESENCIAL
En este nuevo modelo de trabajo, un ideal sería que los colaboradores puedan trabajar desde cualquier lugar y dispositivo, permitiendo, por ejemplo, que -afirma Christian Acosta- "se reúnan de manera presencial en las oficinas y virtualmente desde casa para mantenerse conectados, motivados y preparados para el futuro del trabajo".

En este escenario, el liderazgo juega un rol clave, pues se debe evitar -explica Nicolás Hanckes, gerente de Operaciones de HcmFront- que se extienda la idea de que quienes están presencialmente en la oficina sean vistos como los más comprometidos y por ende, con mayor posibilidad de hacer carrera.

"Será fundamental para las compañías tener herramientas que permitan evaluar a los colaboradores de manera objetiva, para realmente elegir a los mejores y no discriminar a aquellos que por la opción que les da la misma empresa, deciden trabajar desde sus hogares", argumenta.

De ahí que señale como desafío el "mantener un lugar de trabajo productivo e inclusivo y que apoye por igual a quienes se desempeñen a distancia o en forma presencial".

Para Carlos Pérez-Vargas, gerente general de la consultora Aurgura Advices, otro aspecto relevante es que los colaboradores desarrollen rutinas de trabajo que favorezcan "el cumplimiento de sus actividades" y generar los espacios de tiempo para que "sus actividades familiares o personales no afecten negativamente el desarrollo de sus funciones en formato teletrabajo".

Los empleadores, en tanto, deben implementar -añade el también psicólogo laboral- "programas de cuidado emocional con sus trabajada res y crear programas de bienestar social para que estos no se vean afectados por los encierros, cuarentenas y/o la reducción de las libertades individuales".

Respecto del rol de las jefaturas, Pérez-Vargas comenta que deberán calibrar "los niveles de madurez profesional de sus colaboradores, ya que algunos de ellos requerirán mayor acompañamiento para desarrollar las tareas encomendadas".