Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-07-17
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   14
Sección:   DONDE VIVIR
Centimetraje:   28x21

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Mantener los muros pintados no es obligación del dueño.
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Algunos gastos de mantención de una propiedad está en una zona gris
Dueño o arrendatario: ¿quién paga cuando hay que pintar de nuevo el depto?
Si hay que renovarla por el paso del tiempo, desembolsa el morador; si hubo una filtración, le toca al propietario. Aquí está la explicación.
'Era primera vez que arrendábamos y la casa se veía aparentemente bien hasta que nos instalamos con la familia', cuenta José Alvear, quien alquiló una vivienda antigua de dos pisos, 100 m2 y cuatro habitaciones, en un condominio en avenida Colón, Las Condes.

La casa tenía muchos problemas, desde pintura, humedad, un baño suelto, pero había dos más graves: 'En la ampliación que había en la cocina se generaba una gotera tremenda, corría el agua como un río cuando llovía. Y el alcantarillado estaba tapado. Como era antiguo, parece que no lo habían limpiado nunca y salía un olor fétido. Le dijimos varias veces a la dueña que lo arreglara, pero nos decía que el problema no era tan grave, que esperáramos. El tema explotó cuando un día se salió el excremento por los baños; la cámara del desagüe estaba a pasos de la entrada de la casa'.

Con la emergencia encima, decidióél mismo buscar una solución temporal y contratar una limpieza express de las cañerías y vaciar la cámara.

'Me salió como $200.000 y se lo desconté del arriendo al mes siguiente. Obviamente ella se molestó mucho porque no se lo consulté, pero ya llevábamos meses esperando y no podíamos seguir viviendo así, sobre todo porque tengo hijos pequeños', argumenta Alvear.

La acción quebró la relación entre dueña y arrendatario.

'Nos quiso subir el arriendo al doble de un mes para otro y nos pidió la casa. Negocie para que nos subiera sólo un poco, nos quedamos unos meses más hasta que nos cambiamos a nuestra casa definitiva, pero todo terminó muy tenso', recuerda.

Delimitar la obligación de reparar o acondicionar la vivienda puede ser un problema mayúsculo. Si bien las obligaciones de dueño y arrendatario están estipuladas en el contrato de arrendamiento, no hay muchas instancias que regulen que finalmente se cumplan. La única solución, ante la imposibilidad de llegar a acuerdo, es que el arrendatario las repare por su cuenta y demande al dueño o se termine el contrato. (Si le interesa la parte legal, vea los pequeños artículos 1.935 y 1.940 del Código Civil en (https://bit.ly/2GfCDyl).

El abogado especialista en Derecho Civil y docente de la Universidad Autónoma, Nicolás Ibáñez, explica que en la ley establece la obligación del arrendador de mantener la casa en buen estado, apta para que sea habitable.

'De ahí que no todas las mejoras sean de responsabilidad del dueño. Lo son sólo aquellas que sirven para mantener la propiedad en buen estado, como las reparaciones del techo, conexiones eléctricas, cañerías, problemas de alcantarillado o deficiencia estructural', explica.

Cambiar alfombra por porcelanato, arreglar vidrios que se acaban de romper o volver a pintar las murallas son responsabilidad del arrendatario.

'Mal que mal, la propiedad puede seguir siendo usada aún con la pintura gastada', dice Ibáñez.

Manuel Maneiro, gerente general de Capitalizarme Rent, empresa que gestiona arriendos residenciales y media entre dueños y arrendatarios, comenta que lo que más se pide reparar es el papel mural.

'Sabemos que tiende a mancharse por desgaste o se decolora por el sol. Si cuando se pide reparación no tiene rasgaduras o manchas por mal uso, ese cambio lo tiene que pagar el dueño, pero solo si acepta. Si fue por mal uso, lo paga el arrendatario', declara.

Otro caso son las alfombras: 'Lo pocos departamentos que tenemos con alfombras y nos piden cambiarlas, se habla con el dueño para ver si quiere hacerlo. Pero se apela a llegar a un acuerdo entre las partes, porque no hay en la ley una definición sobre qué es desgaste o uso. Acá se juega el criterio y la buena voluntad', dice Ignacio Torretti, gerente comercial de la plataforma de administración Assetplan.

Porque eso es lo fundamental: diferenciar el desgaste del mal uso.

¿Qué hacer si el dueño no quiere hacer las reparaciones por desgaste? Existe la facultad de demandar civilmente al dueño para exigir la reparación o el reembolso en caso de que el arrendatario haya pagado las reparaciones, pero también puede solicitar indemnización por las malas condiciones vividas por no hacer las reparaciones requeridas, dice Ibáñez.

'Pero implica costear un abogado y tiempo. Si tienes un buen abogado y logras documentar muy bien el problema, en tres o cuatro meses puede haber una sentencia, pero hay que hacer un gasto', explica Manuel Maneiro.

Torretti afirma que es la única salida que tiene el arrendatario: 'Hay harto de zona gris en este tema porque lo que yo puedo entender como funcionamiento básico de una casa, puede ser distinto para otra persona'.


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Las fotos y el inventario

Para evitar discrepancias, hay que tomar fotos y hacer un inventario antes de habitar el lugar y al salir.

'También es importante hacer un inventario en un formato firmado por ambas partes. Y pedir comprobantes de mantención de la propiedad', dice Cristián Lecaros, Ceo del portal Inversión Fácil.

Siempre es necesario dejar por escrito en el contrato de arriendo las reparaciones que son necesarias para que no haya discrepancias a futuro. Ahí también debe decir si el arrendatario debe devolver la propiedad en las mismas condiciones en las que la recibió.

La corredora de Manterola Propiedades, Viviana Lagos, dice que es hasta útil dejar por escrito la lectura de los medidores. 'Si hay una cañería rota y se filtra el agua, puede salir una cuenta de agua espantosa, que no se condice con el respaldo de la lectura que se hizo antes', detalla.
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FRANCISCA ORELLANA-