Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2018-11-24
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B6-B7
Sección:   ECONOMÍA Y NEGOCIOS
Centimetraje:   30x55
El Mercurio
TRES DE CADA CUATRO JÓVENES DICEN AHORRAR, pero de ellos más de la mitad lo hace en alcancías o similares
Un tercio señala utilizar la cuenta corriente o Cuenta Vista para este fin. Sin embargo, expertos coinciden en que las herramientas donde se puede disponer fácilmente del dinero y no generan rentabilidad, no son las ideales.
FINANZAS PERSONALES

Aprimera vista los números parecen alentadores. Un 75% de los universitarios o tres de cada cuatro señalan que ahorran, habitualmente o a veces, según una encuesta de la Asociación de Administradoras de Fondos Mutuos (AAFM) a 1.857 alumnos de nueve instituciones de educación superior. Sin embargo, a la hora de indicar dónde colocan sus dineros, un 51% asegura hacerlo en una alcancía o similar, cifra que se eleva al 66% entre los menores de 20 años. Además, del total un tercio reconoce dejarlo en su cuenta corriente o vista (ver infografía).

Distintos expertos tienen el mismo diagnóstico: Ambas opciones no generan rentabilidad y ni siquiera se reajustan con la inflación, por lo que no son instrumentos de ahorro. 'Sirven meramente para guardar el dinero, pero no para trabajarlo ni hacer uso del mercado financiero. Quienes los utilizan no le están sacando partido a esa plata', advierte Mónica Cavallini, gerenta general de la AAFM.

A juicio de Jorge Barrenechea, gerente comercial Banca Persona Metropolitana y Norte de BCI, las alternativas de ahorro propiamente tal se caracterizan por su poca liquidez, por lo que no se puede disponer de ellas para ser gastadas de forma inmediata. 'Hay que realizar una operación, a través de un tercero, para sacar lo invertido. Si se compra una acción se debe vender, o si se opta por un depósito a plazo hay que liquidarlo, por ejemplo', explica.

Solo un 12% de los encuestados dice utilizar productos de ahorro o inversión y un 28% agrega que los ha adquirido en los últimos 12 meses. Entre ellos, la alternativa predilecta es la libreta de ahorro, utilizada por el 69% de los universitarios que optaron por el mercado financiero. 'Existe un alto desconocimiento de los otros instrumentos disponibles y la gente prefiere irse por los más conocidos', explica Leopoldo Quintano, gerente de Marketing y Calidad de BancoEstado.

Le siguen los depósitos a plazo, con el 17% de las preferencias, y luego los fondos mutuos (13%), la compra y venta de moneda extranjera (10%) y el Ahorro Previsional Voluntario (APV) (5%). Esta última opción es la más atractiva para la directora ejecutiva del Centro de Estudios Financieros ESE Business School de la Universidad de los Andes, Cecilia Cifuentes. 'Es una forma segura de manejar el dinero, mejor que la libreta y el depósito a plazo. Si se elige el fondo A, por ejemplo, el retorno puede ser de UF+5% al año, cinco veces más de lo que da una libreta', apunta la economista.

Además, cuenta con una serie de beneficios tributarios, según el régimen que se escoja, A o B. El abogado Andrés Alessandri, socio del estudio Mena &Alessandri Abogados, explica que con la primera alternativa se recibe una bonificación fiscal del 15% de lo ahorrado en un año, con un tope de seis UTM ($288 mil). Mientras que con el régimen B, los montos destinados a APV postergan el impuesto a la renta.

Los fondos mutuos son la opción más recomendable para el economista de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón. 'Es la mejor herramienta y debiera ser la más utilizada, pues se puede incluir algo de riesgo y hay mucha variedad, con renta fija, variable, en UF o pesos, dependiendo del perfil del inversionista', subraya. Según la AAFM, hay más de 500 fondos disponibles, con aportes desde los $5 mil.

Cavallini recalca que bajo este formato es posible retirar los dineros anticipadamente sin castigos: 'Si se pensaba poner la plata por siete meses, pero al tercer mes hay que sacarla, te entregan lo que el fondo rentó ese lapso'.

No se toman opciones POR DESCONOCIMIENTO

Entre quienes no utilizan ninguno de los productos de inversión que existen en el mercado, un 36% asegura que es por desconocimiento, según la encuesta de la AFMM. 'Quizás hay un exceso de oferta, variedad o categorías de diversos productos, lo que puede confundir a los clientes. También, a veces, utilizamos un lenguaje técnico difícil de comprender', dice Quintano.

Según un sondeo del Injuv, el 42% de los jóvenes no tiene claro qué es una tasa de interés y un 51% no entiende qué significan las siglas CAE (Carga Anual Equivalente). 'No existe una buena educación financiera y el problema comienza en los colegios, que debieran incorporar estas materias con más énfasis', cree el director del Injuv, Mirko Salfate. Añade que a medida que haya mayor cultura financiera, la interacción será más fluida.

Otra razón es que no es una prioridad por el momento. 'Tienen menos dinero para ahorrar, pues pocos estudian y trabajan al mismo tiempo. Es difícil que se interesen por algo que no pueden hacer y ven lejano', dice Barrenechea.

Las razones detrás de la BAJA INCLUSIÓN FINANCIERA

Las explicaciones de este fenómeno pueden ser múltiples y dependen de cada persona, aseguran los expertos. Según Alejandra Candia, subsecretaria de Evaluación Social, en ciertos casos podrían ser de carácter cultural (costumbres propias), en otros por desconocimiento y falta de acceso a la información necesaria, e incluso, en ocasiones, por la dificultad de este grupo de adaptarse a los cambios tecnológicos que están ocurriendo en el sistema financiero.

Algo con lo que coincide Carolina Grünwald, economista Senior de Libertad y Desarrollo. 'Pueden existir variadas razones, no excluyentes unas de otras. Por una parte, está el factor cultural, muchos adultos mayores no tienen estos productos porque están acostumbrados a manejar sus finanzas de otra forma. Y a veces no existen los conocimientos tecnológicos para manejar tarjetas', explica.

De hecho, según la Casen 2017, solo un tercio de las personas de 60 años y más declara utilizar internet, mientras que en el resto de la población esta proporción asciende a siete de cada diez personas. 'Esta situación se traduce, muchas veces, en un obstáculo para que los mayores tengan acceso a trámites financieros online, como la revisión de la cartola, transferencias o e-commerce', precisa la subsecretaria.

Por otra parte, agrega Grünwald, está el efecto 'ingresos' entre las razones de la baja inclusión financiera. 'Se debe tener un cierto nivel de ingreso (y estabilidad en los mismos) para poder usar estos productos, por lo que el hecho de no tener trabajo —o recibir bajos ingresos— es también una causa', sostiene la economista.

EN LOS seniors priman las tarjetas de crédito no bancarias

Desde la Subsecretaría de Evaluación Social advierten que al realizar un zoom sobre la situación socioeconómica de los adultos mayores en el país, resulta preocupante observar las brechas de acceso a estos productos entre el grupo más pobre de la población y el de mayores ingresos. En el primer quintil, por ejemplo, menos del 2% tiene tarjeta de crédito bancaria, porcentaje que llega a 37,2% en el quinto quintil.

'Respecto del acceso a tarjetas de crédito, en el caso de los seniors, priman las no bancarias, que generalmente tienen condiciones de tasas de interés más altas que las del sistema bancario. Del total de adultos mayores del 20% de menores ingresos de la población, el 10,7% declara tener este tipo de tarjetas de crédito (no bancarias)', explica Candia.

Si bien la decisión de no utilizar ninguno de los servicios financieros anteriormente mencionados no implica necesariamente una menor calidad de vida para este grupo de la población, explica la subsecretaria Alejandra Candia. Muchas veces, el acceso a este tipo de servicios podría contribuir a que los adultos mayores puedan manejar de manera más eficiente sus finanzas, junto con administrar mejor y en forma más segura su dinero e incrementar el ahorro, incluso, en esta etapa de la vida.

Coincide Grünwald, quien afirma que una mayor inclusión para este segmento sería una ayuda y un aporte al bienestar. ¿Las condiciones para hacerlo? La experta dice que un mayor acceso al mercado laboral sería una condición esencial. 'Más adultos mayores con trabajos de calidad (y contratos) sería muy beneficioso, puesto que con un empleo, el acceso a productos financieros es más efectivo', afirma

Recuadro
Millennials son menos proclives AL AHORRO A LARGO PLAZO

Cecilia Cifuentes, directora ejecutiva del Centro de Estudios Financieros ESE Business School de la Universidad de los Andes, advierte que el ahorro durante la juventud es el que genera más retorno. 'Conviene bastante hacer un esfuerzo en esta etapa, aunque sea chico, porque cualquier monto se va a capitalizar por mucho tiempo', dice.

En un escenario de largo plazo, lo ideal es optar por alternativas de renta variable, indica Jorge Barrenechea, gerente comercial Banca Personas Metropolitana y Norte de BCI, sin embargo, también admite que este esquema no funciona en muchos jóvenes. 'Ellos no quieren dejar la plata 20 años, porque solo ahorran pensando en hacer un viaje o comprarse un auto al año siguiente'. Cifuentes agrega que las generaciones actuales tienen aún menos interés por ahorrar que las anteriores: 'Los jóvenes de antes querían casarse y tener hijos a futuro, había una mayor demanda por seguridad, la que ahora no está. Hoy quieren viajar y, en general, tienen una visión más de corto plazo que desincentiva la idea de separar parte de los ingresos y no gastarlos'.

Un cambio de mirada hacia los adultos mayores: EL NORTE DE LA AUTORIDAD

Dado que Chile envejece y que los seniors son un grupo cada vez más relevante de la población —según los resultados de la Casen 2017, ya representan el 19,3% del total de los chilenos—, resulta aún más crucial trabajar para que este grupo se encuentre plenamente integrado en todas las dimensiones de la sociedad, incluido el acceso al mercado financiero. Octavio Vergara, director del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Sename), señala que la postura de la actual administración es que los adultos mayores sean evaluados en igualdad de condiciones que las personas de otros tramos etarios.

'El camino correcto es poder generar acciones tendientes a un cambio de mirada respecto de los mayores, la que debe centrarse en su inclusión y participación social, por lo que acciones como estas van en el sentido correcto', sostiene.

Vergara agrega que la tercera edad debe contar con alternativas para tomar de manera informada sus decisiones y sostiene que en esa línea, a principios de año el Gobierno logró un acuerdo con la banca para la no discriminación por edad, ya que el sistema financiero estaba excluyendo a los seniors casi automáticamente. 'Esto es un avance, porque se respondió al requerimiento que nació de las propias personas mayores', concluye.

19,3% DEL TOTAL DE LOS CHILENOS son adultos mayores, de acuerdo a los resultados Casen 2017. Este grupo etario ha ido aumentando en forma importante los últimos años.

POR QUINTIL DE INGRESO autónomo, se observan brechas importantes entre el primer y quinto quintil, dándose la mayor diferencia en las cuentas corrientes. Aquí, solo el 1,9% de los seniors del primer quintil tiene ese producto.
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MARÍA DE LOS ÁNGELES PATTILLO-