La devastación que están provocando miles de incendios en la Amazonía ya alcanza a países vecinos como Bolivia y Paraguay, alerta a Perú y está causando un remezón político, con recriminaciones mutuas entre el Presidente Jair Bolsonaro y organizaciones no gubernamentales (ONG's), y el llamado de la ONU a proteger el mayor pulmón vegetal del planeta. Se estima que esta región absorbe cerca del 10% del monóxido de carbono y produce el 20% del oxígeno mundial.

Son 72 mil 843 mil los incendios desatados este año en Brasil, el 52% de los cuales han ocurrido en la Amazonía. En la última semana, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales brasileño ha registrado más de 9.500 siniestros. Estas cifras superan a los 39.194 incendios registrados el año pasado y la NASA confirmó ayer, con fotografías satelitales, la magnitud de los siniestros.

Enfrentamiento
Ayer, el Presidente Bolsonaro admitió que no tiene pruebas para acusar a las ONG por los incendios que devastan parte de la Amazonía, pero reiteró que ellas son las "mayores sospechosas" por el desastre causado por la sequía, las altas temperaturas y también por la deforestación.

En respuesta, más de medio centenar de organizaciones no gubernamentales cerraron filas. "Es una declaración (la de Bolsonaro) absolutamente frívola e irresponsable que tiene un objetivo muy claro: desviar la atención de lo que realmente importa" a la hora de tomar medidas que reduzcan la deforestación, dijo Raúl do Valle, director de Justicia Socio-ambiental de WWF Brasil.

Amazon Watch también salió al paso de la polémica y vinculó la devastación de los bosques al discurso "antiambiental" de Bolsonaro. "Los agricultores y los ganaderos que quieren limpiar sus tierras entienden el mensaje del Presidente como una licencia para provocar incendios intencionados con total impunidad, con el fin de expandir fuertemente sus operaciones en la selva", expuso Amazon Watch. En la misma línea se pronunció el secretario general de Amnistía Internacional (AI), Kumi Naidoo, quien acusó al Gobierno brasileño de alimentar los incendios en la selva amazónica con sus "desastrosas políticas".

El Ministerio Público brasileño investiga si una menor fiscalización ambiental y el retiro de apoyo a organizaciones ambientales por parte del Gobierno favorecieron la propagación de incendios en la Amazonía. La Fiscalía conduce sus investigaciones en el estado de Pará, en la región amazónica donde los incendios crecieron 198% en relación con el año anterior.

El ministro de Medio Ambiente brasileño, Ricardo Salles, anunció la creación de un equipo interdisciplinario que se llamará "Fuerza Tarea Pro Amazonía" para ocuparse de la crisis. Lo integrarán el Estado, empresarios y ONG's. Salles ayer fue pifiado cuando intervino en la Semana del Clima de Latinoamérica, un encuentro que se desarrolló en Salvador de Bahía.

Macron y chile
"Estoy profundamente preocupado por los incendios en la Amazonia (...) No podemos permitirnos más daño a una gran fuente de oxígeno y biodiversidad. La Amazonia debe ser protegida", tuiteó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. También en Twitter, el Presidente francés, Emmanuel Macron, escribió: "El Amazonas, el pulmón de nuestro planeta que produce el 20% de nuestro oxígeno, está ardiendo. Es una crisis internacional. Miembros del G7, nos vemos en dos días para hablar de esta urgencia".

En Chile, el Presidente Sebastián Piñera informó que ofreció a Bolsonaro la ayuda que necesite para combatir los incendios y ofrecerá lo mismo a Evo Morales, de Bolivia.