Vientos de 100 kilómetros por hora, en dirección a la playa de la isla Guarello, en Magallanes, contribuyeron ayer a contener los 40 mil litros de combustible vertidos desde tierra en la mañana del sábado. La emergencia ocurrió cuando se abastecían los motores generadores eléctricos de la Compañía Siderúrgica Huachipato, filial de CAP que explota el yacimiento de caliza de esa isla, a 250 km al norte de Puerto Natales.

Durante el día, la empresa recuperó 15 mil de los 40 mil litros vertidos en el mar. La zona contaminada está contenida con una barrera, a lo largo de 50 metros, en paralelo a la playa.

Anoche, tras presidir la reunión del Comité Operativo de Emergencia en la Onemi, el intendente de Magallanes, José Fernández, reiteró que 'según lo que se nos informó, (la causa) sería una falla humana, pero eso es materia de investigación'.

Eduardo Schiappacasse, seremi del Medio Ambiente, explicó que el diésel vertido es liviano y más fácil de contener. Paralelamente, CAP contrató a una compañía especializada en limpiar áreas contaminadas por este tipo de episodios.

'Este diésel es un producto refinado del petróleo, y por sus características técnicas, más bien flota, por lo que el tipo de impacto en el medio ambiente es distinto. La empresa ha monitoreado y por ahora no ha encontrado ni aves ni peces afectados', agregó Schiappacasse.

El comandante en jefe de la Tercera Zona Naval, contraalmirante Ronald Baasch, dijo que las unidades de la Armada llegaron en la tarde de ayer y hoy desplegarán equipos especializados para contener el combustible. Así se sumará una segunda barrera absorbente que puede desplegarse a lo largo de 250 metros.

Para Matías Asún, director nacional de Greenpeace, lo ocurrido es 'extremadamente grave', pensando en lo prístinas de esas aguas. Según esa ONG, un derrame de petróleo genera, como primer impacto, una película sobre el agua que impide el ingreso de luz, lo que afecta a los ecosistemas marinos.

La senadora DC por Magallanes, Carolina Goic, sostuvo que esta es una situación grave por las implicancias que tiene en una zona con valor paisajístico y ecosistémico. 'Hemos sabido que se debería a una falla humana, a pocas semanas de lo ocurrido en Osorno también por una falla humana. Vemos que se repite. Lo que uno se pregunta es qué está pasando con los protocolos de seguridad para el manejo de diésel. No puede quedar al arbitrio de un error humano. Creo que hay que revisar los protocolos y las medidas de seguridad que garanticen que estas fallas no se repitan', advirtió.

Jorge Canals, exsubsecretario del Medio Ambiente, opinó que 'lo que pasó en Essal, y lo que está pasando en isla Guarello, da cuenta de que nuestra institucionalidad de fiscalización queda a merced de lo que puedan hacer las empresas'.

Otro derrame

Al incidente en Guarello se sumó un derrame de dos mil litros de petróleo en un predio agrícola en isla Chulín, en Chaitén. El combustible estaba destinado al grupo electrógeno de la empresa eléctrica rural que abastece la localidad. Osvaldo Oelckers, gobernador de Palena, dijo que la contaminación se habría producido por la mala calidad de la soldadura del estanque con hidrocarburo.