Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-01-11
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   2
Sección:   EL DÍA
Centimetraje:   30x23

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Un poco más de una hora estuvo cortado el servicio en la línea 5.
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Analistas explican qué tan usual es que ocurran estos errores en otros países
Una placa de metal se cayó a los rieles del Metro y el sistema se paralizó una hora
Todos coinciden en que este tipo de contingencias son inevitables, pero el tiempo en restablecer el servicio debiera ser menor.
Cerca de las 7.30 horas de este jueves, en el instante en que un tren de la línea 5 abandonaba la estación Pedreros, se desprendió de su sitio una señalética minúscula (irónicamente llevaba inscrita la leyenda 'Peligro, alta tensión'), que cayó sobre la línea energizada generando un arco eléctrico catastrófico.

Por supuesto, ocurrió todo aquello por lo que los trabajadores se encomiendan en la mañana para que no ocurra: se cortó el servicio, evacuaron los carros, los pasajeros debieron tomar el Transantiago y se generaron colas del porte de un castigo bíblico en los paraderos. El servicio se restableció a las 8.45.

El 24 de diciembre pasado, un caso de una puerilidad similar. La puerta del aire acondicionado de un vagón de la Línea 1 se soltó de su sitio a la altura de la estación Las Rejas, chocó con el techo del túnel y el daño que provocó fue suficiente para cortar el servicio desde la estación Usach hasta San Pablo. La suspensión en este caso duró casi dos horas.

Así las cosas, da la sensación que el Metro, que hace un promedio de 2,3 millones de viajes diarios, es la comprobación del efecto mariposa, donde basta una latita mal instalada, la puerta de un aire acondicionado mal cerrada, el aleteo de un bicharraco cualquiera poco menos, para que el sistema colapse y se forme el caos.

¿Es tan así?

'No', responde Juan Carlos Muñoz, académico del Departamento de Ingeniería de Transporte de la PUC y ex miembro del directorio de Metro. 'Este tipo de fallas es normal en todos los metros del mundo. De hecho, los episodios que ocurren en nuestro metro son incluso de una tasa menor a los que ocurren en otros metros de iguales dimensiones. Lo importante aquí es cómo enfrentar estas situaciones'.

Muñoz sostiene que una solución es contar con una eficiente alternativa en la superficie. 'Como estos episodios van a ocurrir siempre, sería bueno contar con un sistema de buses que enfrenten de buena manera la emergencia. Me parece correcto en ese sentido tener corredores como el de Vicuña Mackenna en el mismo sentido que la línea 5, para agilizar el desplazamiento de los buses'.

Franco Basso, ingeniero matemático, doctor en Transportes y académico de la UDP, coincide en que este tipo de fallas es frecuente en todos los metros del planeta. 'El promedio mundial de errores en los metros es de uno a la semana', asegura.

Sin embargo, lo que sí es distinto, agrega, es el tiempo que demora Metro en restablecer el servicio. 'Los tiempos de restablecimiento del servicio en los demás metros no superan los 15 minutos. Estoy hablando de los metros de Londres, o los de China, que son metros de gran magnitud. Uno esperaría que para problemas leves, como los ocurridos en el último tiempo en el Metro, la restitución del servicio no supere la media hora'.

Guillermo Muñoz, ex director del Transporte Público Metropolitano, coincide en que 'se deben mejorar los tiempos de reacción', tanto en el restablecimiento del servicio, como en la operatividad de una red de buses en caso de emergencia.

Marcela Munizaga, académica e investigadora del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile, opina además que, 'dado que estas fallas son inevitables y van a seguir ocurriendo', el usuario debiera estar más informado y preparado para enfrentar estos casos. 'Partiendo con enterarse de qué transporte público en superficie le sirve para llegar a su destino en caso de que falle el Metro', dice.
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JUAN MORALES-