En el Chile de hoy, el 25,9% de los niños sufre violencia física o sexual grave en el hogar (Unicef) y el 22,5% tiene algún trastorno siquiátrico y/o discapacidad sicosocial (Estudio de Epidemiología Psiquiátrica). Las cifras son abrumadoras, igual que el diagnóstico que hace Mario Waissbluth, académico del Centro de Sistemas Públicos de la Universidad de Chile (CSP) y director de la fundación Educación 2020, sobre la salud mental de quienes tienen menos de 18 años: 'Es la mayor amenaza al futuro de la nación', subraya.

Por eso este académico elaboró, durante meses, un documento en que recopiló todas las cifras recientes sobre el tema y en el que realizó una descarnada evaluación de la salud mental en el país titulado 'El tsunami de la patología mental chilena'. Waissbluth explicó que cada día hay más niños y jóvenes dependiendo de las drogas, el alcohol, en tratamiento sicológico, tomando Ravotril para poder ser aceptados en los colegios, o iniciando muy temprano su vida delictual.'Esto se ha convertido en Chile en una verdad inconveniente. Es tan feo que la gente prefiere mirar para el lado', afirma. Uno de los datos que él considera relevantes es que uno de cada cuatro niños sufre abusos físicos o sexuales severos en el hogar, y recalca: 'Esto pasa en las casas no en el Sename. Y esto es de clase alta, media y baja. No ocurre sólo en las poblaciones, también ocurre en Las Condes'.

A juicio de la pediatra especialista en adolescencia y presidenta de la Rama de Adolescencia de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), Francisca Salas las causas de estos problemas son multifactoriales: 'Ha ido aumentando la predisposición genética a estos trastornos, pero también se debe al tema familiar, con padres sobreexigidos laboralmente y exitistas, y colegios más exigentes y menos tolerantes que derivan a los pequeños a los especialistas para que los mediquen'.