Pais:   Chile
Región:   Valparaíso
Fecha:   2017-11-29
Tipo:   Suplemento
Página(s):   4
Sección:   Suplemento
Centimetraje:   26x28
La Estrella _Valparaíso - Salud
Prematuros al alza: estrés y maternidad tardía , entre las causas
De acuerdo a cifras de la rama de Neonatología de la Sociedad Chilena de Pediatría, en Chile cada año nacen más de 240.000 niños, de los cuales un 2% tiene menos de 32 semanas de gestación y pesa menos de 1,5 kilos.
Las mujeres ganan cada día más espacio en el mercado laboral y su realización personal, a través del logro de metas en el trabajo, es un factor relevante para el género femenino en la actualidad.

Muchas veces, este nuevo escenario, que comenzó a despertar principalmente en las últimas dos décadas, está estrechamente ligado a postergar la maternidad, tener una alta carga de estrés y también caer en una vida sedentaria, que es un paso casi seguro para llegar a la diabetes y la hipertensión.

Esas últimas condiciones de salud afectan la cotidianidad, pero no siempre son manejados con la atención que debiesen tener. No es extraño escuchar entre las mujeres "no es nada" o "mientras me afecte a mí solamente, no hay problema", pero eso cambia rotundamente cuando se piensa en ser madre. Entonces, estas patologías mencionadas, más los factores emocionales como el estrés y otros de índole sicosocial, llevan a que actualmente la cifra de niños prematuros esté
en aumento, con 240.000 nacimientos de este tipo al año.

Respecto a esos factores sicosociales, Paulina López, matrona y docente de la Universidad de Valparaíso, aclara primero que es esencial entender que los nacimientos prematuros tienen un origen multifactorial. Dentro de ellos, comenta la profesional, tiene un lugar especial el entorno en que viva la futura madre.

Según López, esto se debe a que son factores generadores de estrés, ya que "estar en ambientes conflictivos, violencia intrafamiliar, pobreza extrema, marginalidad, hacinamiento, discriminación provocan una carga emocional importante (...) son causas que no son biológicas, pero que sí afectan mucho ", comenta la docente.

El nacimiento de un niño prematuro significa un largo y muchas veces difícil recorrido, tanto para el hijo como para sus padres. Un proceso cuya dificultad dependerá de la edad gestacional en que haya nacido el niño.

Tomando en consideración esto, la matrona aclara que existen tres clasificaciones de niños prematuros, dependiendo de la semana en que hayan nacido, y donde los extremadamente prematuros tienen una sobrevida apenas cercana al 25%. Pero esto dependerá necesariamente de la condición del niño al nacer y del tipo y la calidad de los cuidados.

"Este grupo va desde las 23 a 28 semanas y son los que tienen más probabilidades de secuelas y complicaciones. Luego tenemos el gran prematuro, de las 28 a las 32 semanas de gestación, y el prematuro tardío, que va desde las 32 hasta las 36 semanas", detalla López.

CUIDADOS

Las secuelas que enfrentan los niños prematuros, sobre todo los extremos, pueden ser muy graves, desde sensoriales, como sordera y ceguera, hasta complicaciones intestinales, infecciones y enfermedades respiratorias, entre otras, por la inmadurez de sus órganos.

Eduardo Ahumada, médico coordinador de la Unidad de Paciente Crítico Neo-natal de la clínica Ciudad del Mar, explica que "los cuidados van a depender de cuán prematuro sea el bebé, y deben aplicarse desde el preciso momento del nacimiento, recibiendo al bebé una cuna especial que pueda mantener la termorregulación; adicionalmente se debe fbmentar el apego lo más pronto posible, según las condiciones del bebé, y apoyar el inicio precoz de la lactancia materna, fomentando el vínculo del binomio madre hijo".

En el caso de un prematuro extremo, es importante tener una Unidad de Cuidado Intensivo (UCI) Neonatal completamente equipada, con personal altamente capacitado para solucionar los problemas inherentes de la prematurez, como problemas respiratorios, infécciosos, neurológicos y nutricionales, además de coordinar estrictos controles con oftalmología y cardiología.

El médico comenta que "contar con una UPC Neo-natal es una gran ventaja, ya que entrega confianza y seguridad a toda madre y familia que va a tener a su bebé, considerando que si existe algún problema al momento del nacimiento, contamos con un equipo humano, profesional y técnico de excelencia".

Finalmente, incluso después que los menores dejan el recinto de salud, es esencial realizar un seguimiento a los niños de alto riesgo, es decir, conocer cuál es su calidad de vida y las complicaciones que acompañan a los recién nacidos que han sufrido una intervención de impacto en su período neonata'.
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Mirian Mondaca Herrera.-