El flujo vehicular se puede contabilizar con un sistema de espiras, como las que se utilizan para entregar la información a la Unión Operativa de Control de Tránsito en Santiago, o bien a través de la información que entregan las televías o Tag. El profesor Franco Basso, ingeniero matemático, doctor en transportes y académico de la UDP, lidera un equipo investigativo que utiliza los datos que contabilizan los pórticos de la Autopista Central por medio de la información proporcionada por los Tag.

'Los pórticos están en línea en toda la Autopista Central y accedemos a la información gracias al proyecto de predicción de accidentes (www.autopistasegura. cl), un estudio conjunto con la U. Diego Portales y el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), de la U. de Chile. Ello nos permite recibir en línea el flujo de los autos que van pasando por los cuatro pórticos existentes entre Mapocho y Rondizzoni', explica. La autopista cuenta con 31 pórticos, contando el eje General Velásquez.

El equipo investigador, formado además por Leonardo Basso (UCh) y Raúl Pezoa (UDP) lleva la información a su modelo matemático que predice accidentes. En la actualidad está operando el software piloto por el mencionado tramo Mapocho-Rondizzoni, permitiendo a los gestores del tráfico de la autopista conocer cuándo hay situaciones potencialmente peligrosas. Esta información permite tomar acciones preventivas como, por ejemplo, movilizar recursos para atender más rápido accidentes en la ruta.

Además, actualmente el ISCI en conjunto con Autopista Central, se encuentra investigando cómo poder intervenir la autopista de modo de crear un escenario que mejore la seguridad vial en dichos episodios, explica Basso. ¿Cómo se cuentan? 'Cada vez que pasa un auto, el pórtico lee el Tag y este le devuelve (a un servidor instalado en la autopista) datos sobre qué tipo de vehículo era, a qué velocidad pasó y a qué hora', menciona el académico. 'Estos mismos datos nos sirven para hacer análisis, como por ejemplo, cuál es el impacto en la congestión en periodos altamente importantes como la primera semana de marzo, en la cual se vieron aumentos de flujo entre el 10% y el 20%', agrega. Mediante un software creado por ellos mismos, tanto en el laboratorio de la U. de Chile como en los computadores existentes en la oficina de Basso en la UDP pueden saber 'cuántas pasadas de autos hubo en determinado horario'. Con ese sistema elaboraron tablas de flujo para conocer la diferencia que se registró en los primeros días de marzo. Entre las 7 y 8 AM del 26 de febrero, por ejemplo, por el pórtico Avenida Matta (Rondizzoni) circularon 2.851 vehículos en sentido norte sur. 'Si los comparamos con los datos del martes 5 de marzo, observamos un incremento del 23%, es decir, 656 autos más)', precisa Basso (ver tabla). El conteo se realiza desde mayo del 2018. En este tiempo se ha establecido que el mayor flujo de vehículos se produce principalmente entre 7 y 8 AM en algunas zonas, como San Bernardo, mientras que en otros lugares, como Alameda, circulan más vehículos entre las 8 y las 9 AM.

En tanto, el flujo de camiones es mayor en la noche, dice el profesor Basso, cuando han detectado que 'se duplica la presencia' de estos vehículos en General Velásquez. Preciso, pero caro Carlos Melo, doctor en ingeniería del transporte y director del Centro de Ingeniería y Políticas Públicas de la U. San Sebastián, precisa que 'el sistema de conteo en línea para medir flujos es muy preciso, fácil de implementar, pero oneroso: cuesta entre 1 y 2 millones de dólares por pórtico. Además está respaldado por cámaras que detectan patentes y eso ayuda a que sea muy preciso'. Agrega que este tipo de información es fundamental para cualquier análisis de transporte, pues se pueden definir acciones como la semaforización en los entornos del punto de conteo o 'hacer predicciones en horarios de alta congestión en las autopistas, cuando salen los autos de Santiago'.