Con humildad y compromiso, la seremi de Desarrollo Social, Soraya Said, recibió el reconocimiento de la Comunidad Palestina de Chile, como una de las ocho mujeres de ese origen que lideran cargos públicos en el país.

El galardón también fue entregado a las diputadas Sandra Amar y Marcela Sabat; a la subsecretaria deTurismo, Mónica Zalaquett; y a la ministra de la Mujer, Isabel Plá.

"Recibo con humildad este reconocimiento, pero con mucho compromiso. Nos sorprendió a todas, porque somos servidoras públicas. Hay vocación, pero es trabajo. Vengo de una cultura donde el trabajo no debe ser premiado o celebrado. Es algo que simplemente uno debe cumplir y hacerlo bien", expuso la abogada.

- ¿Qué motiva en usted haber recibido este premio?

- Surge el compromiso de unir el trabajo que se realiza en Chile y desarrollar una misión de paz en Palestina. Después de este reconocimiento, la misión es seguir trabajando por levantar la comunidad palestina en la región. Espero que surjan diálogos significativos, a base de lo que se ha hecho en una comunidad tan vapuleada, tan vulnerada en sus derechos.

- ¿En qué estado está la comunidad palestina local?

- Espero que en poco tiempo se sienta su resurgimiento; tomarnos de la superación que ha tenido esta comunidad y que sigue teniendo, y cómo podemos enfocarla aquí, con nuestra historia, nuestro relato, identificándola con la de ellos.

-¿Qué tan Importante es esa comunidad en la región?

- Esa va a ser la principal tarea.

No hay un reconocimiento a nivel nacional, de cuál es el número de palestinos que tenemos aquí. En la región hay mucha comunidad árabe, que es muy unida y activa, que de manera silenciosa trabaja en apoyo de las comunidades árabes que hoy lo están pasando tan mal. Hay mucho anonimato en ese trabajo y lo destaco porque lo conozco internamente.

-¿Cómo llegaron a la zona sus antepasados?

- Mi abuelo José Said, llega en la década del 20' desde Belén a Santiago y de ahí a Temuco, donde conoció ami abuela Sara Cisternas y nacen tres hijos, entre ellos mi papa Yusef (José), quien quedó huérfano muy pequeño y fue adoptado por un tío (Jacob), radicado en Puerto Montt, con quien se vino a trabajar a principios de los 70' en un negocio familiar. Conoció a mi mamá (Verónica Teuber), porque eran vecinos en calle Rengifo. Se enamoraron y se casaron en 1976. A los dos años nací yo y luego mis hermanos Samir (empresario) y Sebastián (ingeniero en Administración de Empresas).

-¿Cómo ve el fenómeno de inmigración en el pais?

Tengo un compromiso y una alegría tan profunda cuando veo que estamos recibiendo a tantos inmigrantes. Creo que nos enriquece. Esto ya ocurrió en otros países y tenemos que tomarlo con altura de miras.