Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-03-19
Tipo:   Suplemento
Página(s):   2
Sección:   Suplemento
Centimetraje:   23x27

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Contar con profesionales capaces de liderar estos desafíos puede marcar la diferencia entre la vida o la muerte de una compañía en la era del Big Data.

Jaime Miranda, académico de la Universidad de Chile.
El Mercurio - Business Intelligence
BIG DATA ANALITYCS:
La próxima frontera para innovar y mejorar la productividad
Los datos digitalizados ahora se encuentran en todas partes, en cada sector industrial, en cada economía y cualquier organización.
En la actualidad, el desarrollo de la tecnología, los avances en la Inteligencia Artificial (IA) y la creciente disponibilidad de datos de diversos tipos, tales como números, texto, sonidos e imágenes, han generado nuevas oportunidades y desafíos para las compañías y organizaciones en general. Además, si consideramos que estas organizaciones pueden capturar trillones de bytes de datos transaccionales de sus clientes, proveedores y de sus mismas operaciones, mediante una red de sensores físicos, como teléfonos celulares, automóviles y máquinas industriales, crece la necesidad de transformar estos datos en información útil y manejable para poder soportar alguna decisión relevante. Por tanto, si somos capaces de realizar este complejo proceso de manera rápida y eficiente estaremos varios pasos delante de las organizaciones que realizan estas actividades de manera manual.

Muchas personas alrededor del mundo miran con recelo y suspicacia esta captura de datos, viendo más bien cómo se vulnera su privacidad. No obstante, hoy existe una fuerte evidencia empírica que muestra que el manejo de este enorme volumen de datos no solo puede jugar un rol significativo en los beneficios comerciales de las compañías, sino que también generar enormes beneficios en la economía de los países y en mejoras de la calidad de vida de los ciudadanos. Por ejemplo, se ha estimado que con la mayor utilización de los datos del sistema de salud de Estados Unidos se han generado ahorros cercanos a los US$ 300 billones por año, disminuyendo cerca del 8% de los costos totales.

De igual manera, en las economías desarrolladas de Europa se ha estimado que la administración pública ha ahorrado más de US$ 149 billones al utilizar de manera más intensiva los datos que genera cada unidad para mejorar la eficiencia operacional por año. ¿Pero, a qué nos referimos cuando hablamos de Big Data? En simple, hablamos de un conjunto de datos cuyo tamaño está por sobre la capacidad de los típicas herramientas o softwares que buscan su captura, almacenamiento, administración y análisis. Cabe destacar que esta definición es subjetiva y, claramente, puede variar por sector industrial, dependiendo del tipo de software que esté disponible.

El uso del Big Data puede crear valor de muchas maneras en las organizaciones. Por ejemplo, si somos capaces de manejar y analizar más datos, transformándolos en información útil y manejable, será posible mejorar la transparencia y accesibilidad de la información para que los stakeholders tomen decisiones más informadas. En el sector público, si fuéramos capaces de tener un gran repositorio central de datos que contenga toda la información de los ciudadanos de los diversos estamentos sería mucho más sencillo desarrollar políticas públicas integrales y más amplias. Otra fuente de valor se asocia a que si somos capaces de analizar estos enormes volúmenes de información será más sencillo descubrir nuevas necesidades, exponer las falencias del servicio y direccionar los esfuerzos en mejoras reales de los indicadores de desempeño.

VALOR AGREGADO

Se puede crear valor si esta nueva información nos permite segmentar a nuestros clientes y realizar acciones comerciales focalizadas. Ahora bien, otra fuente que aumenta el valor en las organizaciones está relacionada con el soporte a la toma de decisiones humanas, utilizando algoritmos automatizados. En el sector público, se podría mejorar la asertividad de la selección de candidatos a ser fiscalizados, descubriendo ciertos patrones de comportamientos anómalos en los datos y, por ejemplo, en el caso de las compañías, podría utilizarse este tipo de algoritmo para hacer ajustes finos en los inventarios y fijación de precios en los momentos que se usen ofertas online. Sin ir más lejos, se ha estimado que en la industria del retail de Estados Unidos se ha incrementado en más del 60% el margen neto; mientras que las empresas manufactureras han disminuido los costos de desarrollo de productos y ensamblaje, disminuyendo en un poco más del 7% el costo de capital de trabajo.

El vertiginoso desarrollo de la tecnología, los avances de la Inteligencia Artificial y la creciente disponibilidad de datos de cualquier tipo ofrecen tremendas oportunidades para las empresas y organizaciones públicas. En este escenario, se generan nuevos y también enormes retos para los profesionales que trabajan en esta área. Hoy en día no basta con saber del negocio, lo cual ciertamente es fundamental, sino que además es importante tener habilidades técnicas que permitan enfrentar proyectos complejos y desafiantes, en lo que respecta el almacenamiento, manejo y análisis de los enormes volúmenes de datos. Contar con profesionales capaces de tomar como propios estos desafíos es fundamental y, sin lugar a dudas, puede marcar la diferencia entre la vida o la muerte de una compañía en la era del Big Data.
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Jaime Miranda, académico Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información, Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.-