A siete meses del aterrizaje en el Ministerio de Energía, Susana Jiménez destaca varios hitos. Uno de ellos es que logró la aprobación de la ley de generación distribuida, que dice marca un hito del método de trabajo colaborativo con el que espera desarrollar su relación con el Congreso. Además, agrega, acaba de iniciar la tramitación del proyecto de eficiencia energética.

Aunque Jiménez elaboró una Ruta Energética donde está detallada su agenda legislativa, ha detectado nuevos temas que son necesarios abordar, por ejemplo respecto a cómo se van incorporando las energías renovables en el sistema eléctrico, algo que hasta hace poco iba a ser planteado en el marco de la formulación de un reglamento de servicios complementarios, pero que ahora sería complementado con una ley que aborde más temas, buscando dar flexibilidad al sistema.

"Este es un sector que está generando cambios muy dinámicos en los últimos años y, en lo que se viene, mucho más dinámico de lo que probablemente fue en las décadas anteriores, porque se están produciendo cambios tecnológicos muy fuertes que van a ser muy evidentes y tangibles para la ciudadanía", dice.

- ¿Cómo está viendo el sector energético hoy?

- En los últimos años hemos visto lo que ha sido el proceso de cambio tecnológico y de baja de costo en las energías renovables a nivel de generación de gran escala y eso se manifiesta en un despliegue de proyectos de inversión a lo largo de todo el país, especialmente en lo que es proyectos solares y eólicos.

Pero hacia adelante también vislumbramos muchos cambios. Ya con penetración por ejemplo de estas las energías renovables a menor escala, donde acabamos de aprobar una modificación a la ley de generación distribuida, lo que gatillará un despliegue en esa materia.

Pero también en otras temáticas como la electromovilidad a nivel de hogares de lo que pueda ser un mucho mayor intercambio con la red. Ya deja de ser la empresa distribuidora entregando la energía a los hogares, porque ellos empiezan a participar e interactuar con la red a través de la generación para el autoconsumo. Más adelante será a través de los vehículos eléctricos y, por lo tanto, hay que ir preparando las condiciones regulatorias-normativas para que ese proceso que está siendo muy rápido pueda ser incorporado con velocidad, pero también con una garantía de seguridad y de competencia en el sistema.

- ¿El sector de energía está sano?

- Hoy no vislumbramos una situación de estrechez como sí se veía hace años atrás producto de que los proyectos que se estaban generando eran convencionales y enfrentaban severos problemas para su desarrollo.

Creo que los desafíos que enfrentamos hoy son algo distintos, relacionados con cómo masificar la tecnología renovable en un sistema, cuando todavía son de carácter variable y, por lo tanto, cómo hacemos que su penetración ocurra de manera segura, cómo introducimos flexibilidad al sistema para acoger masivamente esa energía renovable y cómo hacemos que se desarrollen nuevas tecnologías renovables y otras alternativas ya a menor escala, como es la generación distribuida, cómo hacemos que se penetre rápidamente la electromovilidad. Son otros desafíos que se asocian a estos nuevos cambios tecnológicos.

- ¿Qué están viendo para impulsar las energía renovables y hacer frente a la variabilidad?

- Por una parte, el apoyo a estos proyectos a través de nuestro plan +Energía, que busca dar acompañamiento de proyectos sustentables, para su desarrollo oportuno y adecuado. Pero adicionalmente hay desafíos regulatorios que tienen que ver con modificaciones que permitan introducir flexibilidad al sistema, reconociendo la necesidad de acompañar estos proyectos, que son de carácter variable, con otros que de alguna manera permitan gestionar esa variabilidad, esa intermitencia. Por lo tanto, estamos trabajando en un perfeccionamiento del marco regulatorio en esa materia.

- ¿Qué se está analizando, porque una preocupación de la industria es cómo se va a pagar por tener energía disponible?

- Tener energía, pero ya no solo disponible –que era lo que necesitábamos en el escenario anterior, en que había energía de fuentes convencionales y por lo tanto fuentes de base-, sino que también cómo reconocemos otros atributos como es el poder tener la flexibilidad suficiente para acompañar esta variabilidad. Eso es lo que estamos viendo desde el punto de vista regulatorio. Hemos comprometido un proyecto de ley de flexibilidad para los próximos meses, el que estamos trabajando internamente y vamos a abrir en la discusión. Recordemos que en Energía 2050, que se publicó en el 2015, había una aspiración de llegar al 70% de energía renovable al 2050 y lo cierto es que estamos viendo que esa aspiración se va a lograr una o dos décadas antes. Entonces, estos cambios se están dando muy rápidamente.

- ¿Cuándo se ingresaría al Congreso?

- Esperamos tener a lo menos el anteproyecto durante este año, dejar un espacio de consulta y de participación ciudadana e ingresar, si no es a fines de este año, a principios del próximo.

- ¿Incluirá una regulación de los sistemas de almacenamiento?

- Tiene a la vista ciertamente el que también puedan desarrollarse fuentes de almacenamiento.

Ajustes a la ley de transmisión
- A usted le toca implementar la Ley de Transmisión, una de la reforma más importante del sector en los últimos años, ¿cuál es su evaluación de ella?

- Es un poco temprano para hacer una evaluación. Esto recién se está implementando, pero en términos generales es una ley que convocó bastante consenso. Lo que sí estamos viendo es que al momento de su implementación requiere algunos perfeccionamientos. No se buscará cambiar la idea matriz del proyecto, más bien son perfeccionamientos para su implementación.

- ¿Cómo va el trabajo de la Mesa de descarbonización, se mantendrá que los acuerdos que se logren no sean vinculantes?

- La mesa de descarbonización se inició a partir de un acuerdo voluntario entre el Ministerio de Energía y las empresas. Uno debiera llamarla en realidad la mesa del carbón porque descarbonización es un término que abarca mucho más que solo la generación eléctrica. Una vez que uno logra ya un acuerdo definitivo, pasa a ser más bien mandatorio, pero surge de una iniciativa voluntaria. He visto buena disposición, pero evidentemente tenemos que tener los resguardos debidos. Hay que ver cómo se va reemplazando esa generación a carbón de manera segura y competitiva. Y, por lo tanto, a la hora de llegar a ese acuerdo, pensamos que surge de algo voluntario, pero evidentemente una vez que se hace público, pasa a ser mandatorio.