Por primera vez, Chile se posiciona como líder mundial de energías renovables, de acuerdo con el informe 'Climatescope 2018', elaborado por Bloomberg NEF. El estudio analizó en 103 países las políticas sobre este tema, destacando a nuestro país por la implementación de políticas gubernamentales e inversiones en la generación de energía limpia. Mientras en 2016 Chile ocupaba el séptimo lugar del mundo, hoy se ubica en la primera posición, seguido por India, Jordania, Brasil y Ruanda. Y esto ha sido así gracias a las políticas de Estado de diversificar la matriz energética, desafío que se adoptó hace más de 15 años y que ha trascendido a los gobiernos.

Según cifras del Coordinador Eléctrico Nacional, a marzo de 2019 la producción anual de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) alcanzaba los 3.425,3 GWh, siendo principalmente solar y eólica. 'Las regiones con más capacidad instalada en ERNC son las de Antofagasta y Atacama, con 1.200 MW cada una. Si se considera que el total nacional corresponde a un poco más de 5.000 MW, entonces las regiones del norte de Chile concentran casi un 50% de toda la ERNC instalada en el país', analiza Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento A.G. (Acera).

META ESPERADA

A la luz del rápido avance de las energías limpias en la matriz energética nacional, ¿qué dicen los expertos acerca de si es posible llegar al año 2050 con el 100% de la matriz eléctrica en base a fuentes renovables? Claudio Huepe Minoletti, coordinador del Centro de Energía y Desarrollo Sustentable (CEDS) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Diego Portales (UDP), responde que 'la propuesta de la estrategia de energía al 2050 era de alcanzar al menos un 70% de renovables. Ir más allá de esa meta implica no solo incorporar tecnologías renovables en adelante, sino además reemplazar la actual capacidad instalada convencional. Ya hay un proceso para definir el cierre de las centrales a carbón, pero más que eso dependerá de cómo evolucione la tecnología y sus costos en los próximos años, en particular la tecnología de almacenamiento'.

El directivo de Acera expresa 'que es una meta perfectamente cumplible, pero para esto es necesario contar con políticas públicas adecuadas. Por ejemplo, mejorando el impuesto al CO2 o más conocido como el Impuesto Verde, de manera que refleje realmente los costos de las emisiones. Para lo anterior, lo primero es terminar con el sistema de compensaciones que incluye la ley actual, que exige que empresas generadoras de energías limpias (y sin emisiones) terminen pagando parte importante del impuesto. También, esperaríamos que su precio estuviera por sobre los US$ 30/ton CO2, en vez de los US$ 5/ton CO2 actuales, que ni siquiera se acerca a los valores internacionales utilizados para el impuesto a las emisiones y que en la práctica son ineficaces para desincentivar el uso de los combustibles fósiles'.

DESCARBONIZACIÓN

El año pasado comenzó a sesionar una mesa de trabajo, encabezada por el Ministerio de Energía, para analizar las posibilidades de retiro o reconversión de las centrales termoeléctricas a carbón y preparar un cronograma de salida con las empresas propietarias de estas centrales. 'Si bien la mesa concluyó recientemente, aún no conocemos el programa de retiro o reconversión de esas centrales contaminantes. Esperamos estar al tanto muy pronto para que Chile pueda seguir caminando en esta senda de la transición energética hacia una matriz más renovable', comenta Carlos Finat. En la práctica —y hasta el momento— solamente se han retirado algunas unidades termoeléctricas de Engie, con un total de potencia de 150 MW.

¿A qué año se proyecta ocurrirá en el país el fin de la generación con carbón? 'Sin tener el cronograma mencionado, es muy difícil responder de manera precisa a esta consulta', afirma Finat. 'Una aproximación —agrega— podría obtenerse del siguiente análisis. Para la evaluación y financiamiento de proyectos de centrales convencionales, la vida útil de una central se estima en 30 años. Un análisis realizado por Acera, en el cual se sumaron 30 años a la fecha de puesta en servicio a todas las centrales a carbón, indica que al año 2045 todas esas centrales habrán cumplido 30 años de servicio o más. Es decir, estarían listas para salir', concluye.