Señora Directora: El proyecto de ley de reforma tributaria lleva más de seis meses en el Congreso y aún no sabemos siquiera si se va a legislar sobre la materia.

Lo anterior provoca tensiones políticas e incertidumbre entre los contribuyentes. Sin embargo, lo más grave de esta incertidumbre es que retrasa los grandes proyectos de inversión, especialmente de capitales extranjeros.

Los impuestos son uno de los principales gastos que deben considerarse a la hora de evaluar un proyecto. Por otro lado, los grandes proyectos de inversión normalmente se desarrollan en el largo plazo (en muchos casos, más de 10 años). Así, si la carga tributaria es una interrogante, difícilmente podrá evaluarse de forma precisa la rentabilidad de un proyecto en el tiempo. Urge definir de una vez cual será la carga tributaria aplicable. Sin embargo, no podemos olvidar que no somos el único país en el cual los extranjeros pueden invertir, y que dentro de los factores que se ponderan a la hora de definir donde se realizará una inversión, la carga tributaria es un elemento muy relevante.

Ojalá que una vez determinada dicha carga tributaria, mediante un amplio acuerdo nacional, ésta se mantenga estable. Pareciera que en el último tiempo nos hemos acostumbrado a cambiar las reglas del juego año por medio, lo cual al final del día sólo perjudica nuestra imagen como un país serio en el cual invertir.