Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-03-04
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   2-3
Sección:   Temas de hoy - SALUD PÚBLICA
Centimetraje:   31x46

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La fotografía fue autorizada por las pacientes del Hospital San José. Se les solicitó que taparan sus rostros para resguardar su identidad.

Pacientes deben esperar en camillas y sillas para ser hospitalizados en camas clínicas.
La Tercera
La dura cara de la deuda hospitalaria
La Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (Apis) acusa que los hospitales demoran hasta 300 días en pagarles, lo que ha generado, en algunos casos, la suspensión de los suministros. Este es uno de los principales eslabones de la cadena que termina con profesionales pidiendo "prestados" elementos quirúrgicos a otros recintos. Los coletazos del millonario déficit traspasa los aspectos administrativos para poner en jaque a los pacientes.
En el Hospital Base de Valdivia han llegado a escasear el alcohol y los apósitos para curaciones. Así lo sostiene Ignacio Espinoza, miembro de la Asociación de Enfermeros del recinto, quienes se han declarado "en alerta", tras denunciar la falta de insumos como consecuencia de las facturas pendientes que mantiene el establecimiento con distintos proveedores.

Se trata de una situación generalizada en el país, sostienen los funcionarios de distintos recintos de salud, y que si bien no es nueva, se ha agudizado en el último año, cuando la deuda con proveedores llegó a $ 358 mil millones, como parte del déficit de $ 801 mil millones que alcanzó la cartera durante 2018. "Los proveedores, al no pagárseles las deudas, empiezan a restringir la venta de insumos, lo que perjudica a los hospitales, porque no tienen los materiales para atender a la gente como corresponde", dice Óscar Riveros, secretario general de la Federación Nacional de trabajadores de la Salud (Fenats).

Según la ley, el Estado debe pagar a sus proveedores a un máximo de 45 días, registro que, según la Subsecretaría de Redes Asistenciales, promedia los 55 días en el caso de los hospitales. Se trata de un plazo muy lejano al que maneja la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (Apis), donde sostienen que este año se alcanzó una media de 120 días, con peaks que superan los 300 días en algunos establecimientos, como el de Arica, La Serena y Barros Luco, en Santiago (ver infografía). "El Ministerio de Salud no sabe todo lo que debe, porque hay un montón de facturas que no están contabilizadas y los hospitales no han informado. Que pagaran en 55 días sería ideal para nosotros", dijo Eduardo del Solar, director ejecutivo de Apis.

Los efectos de la deuda

Los capítulos médicos de distintos hospitales sostienen que la deuda hospitalaria repercute tanto en la calidad de servicio que se entrega a los pacientes como en las condiciones laborales de los funcionarios. "Hay atrasos con algunos proveedores, se genera un bloqueo y no llegan los insumos", cuenta Adolfo Cruz, presidente del Capítulo Médico del Hospital Barros Luco, quien añade que el personal trata de evitar que esto impacte a los pacientes:

"No se han suspendido cirugías, pero porque el estrés y malos ratos los pasa el equipo que tiene que hacer la programación (de intervenciones), tratando de conseguir los insumos para no postergarla, pidiendo prestado a otros hospitales y así llegar con lo necesario al día siguiente. Eso se hace para lograr que lo que está programado se haga y no se afecte la producción". Ximena Rodríguez, presidenta del Capítulo Médico del Hospital San José, reafirma las denuncias: "Siempre estamos bloqueados por las farmacéuticas, las empresas que hacen reparación o ventas de equipos, y eso conlleva a que los exámenes se demoren más y que el paciente se demore también en saber su diagnóstico y poder comenzar con el tratamiento, por lo que se retarda la atención".

Desde el Hospital de Arica, el presidente del Colegio Médico y cardiólogo del establecimiento, afirma que "nos tienen muy restringidos en muchas prestaciones y en mi área, la cardiovascular, hace varios meses que no me dejan comprar nada y esto es muy preocupante, por lo que lo hice ver por escrito. No me había pasado hace muchos años". Mientras, en Valdivia, Espinoza denuncia que "tenemos un déficit importante de insumos asociados a la atención directa del paciente, lo que uno utiliza para administrar medicamentos, procedimientos, higiene, preparación de la piel.

La directiva ha tenido que buscar la forma de poder sustentar las falencias, como pedir a otros recintos fármacos que no tenemos, con la idea de devolverlos cuando se libere el presupuesto", añade Espinoza, quien afirma que, con todo, la atención se mantiene. Al respecto, la dirección del Hospital Base de Valdivia informó que la deuda con proveedores, a fines de febrero, bordeaba los $ 6 mil millones y se aguardaban los recursos del presupuesto para cancelarla, asegurando que "el establecimiento ha continuado funcionando de manera regular". La Subsecretaría de Redes Asistenciales fue consultada respecto de la situación de los hospitales, pero no hubo declaraciones.

El caso del Hospital San José

En el Hospital San José, afirman sus médicos y trabajadores, la crisis es no solo económica, sino estructural, y está alcanzando nuevos límites, tras arrastrarse por hace ya varios años. Sin ir más lejos, la noche del viernes 22 de febrero, un paciente de 65 años, de la Fundación Las Rosas, falleció mientras estaba "hospitalizado" en una silla. No estaba solo: a su alrededor, una decena de personas aguardaba en las mismas condiciones: recibiendo suero en la sala de espera mientras esperaban que se desocuparan camas para internarse.

De hecho, fue el acompañante de uno de estos pacientes quien se percató del fallecimiento y alertó a los funcionarios, quienes constataron que el deceso había ocurrido varias horas antes de notarlo. "Junto con lamentar profundamente el fallecimiento del paciente, se inició un sumario administrativo con el fin de determinar si hubo responsabilidades que ameriten tomar sanciones mayores", planteó Marco Clavero, director (S) del Hospital San José. Desde el Capítulo Médico del recinto aseguran que esto refleja la crisis de hacinamiento y precariedad en el único hospital de la zona norte de la capital, que atiende a más de 630 mil pacientes.

Por consecuencia, las hospitalizaciones de urgencias también se han incrementado, por lo que en muchas oportunidades los pacientes deben esperar en sillas a que se desocupe una cama clínica. De hecho, según cifras del Minsal enviadas al Congreso, entre enero y junio de 2018, el 36% de los pacientes del servicio, con indicación de hospitalizarse, aguardó más de 12 horas hasta ser internado. Al respecto, Rodríguez añade que "el hecho de que estén los pacientes esperando en sillas es indigno. No puede ser que un paciente llegue, lo vean, lo pasen a una silla y quede hospitalizado ahí, con suero, porque no hay camas.

Cuando tienen que ir al baño, hacen ahí mismo, entonces es una situación terrible". La doctora añade que ante la falta de cupos de hospitalización, los pacientes quedan en las camillas de las mismas ambulancias, amontonados en salas adaptadas, mientras el personal intenta atenderlos: "Es una situación insostenible y los médicos siempre se han quejado de eso". La presidenta de la sede de Santiago del Colegio Médico, Natalia Henríquez, también trabaja en el San José. "El personal de salud tiene un alto estrés y, por eso, un alto nivel de ausentismo. De hecho, los hospitales con menos recursos y más deuda son los que tienen más faltas". La noche del pasado jueves, Lorena Surita aguardaba en la urgencia. Su hijo había sido asaltado en la madrugada del mismo día y recibió dos disparos, en el muslo y el brazo. Llegaron a las 4.30 am y fue ingresado de inmediato al área de atención, pero a las 21.00 del mismo día continuaba en una silla de ruedas esperando tratamiento.

"Es mucho, somos seres humanos. Si venimos para acá es porque no tenemos para pagar un médico particular", contó la mujer. Desde la dirección del hospital, Clavero afirma que "la demanda de nuestro servicio de urgencia se mantiene continua, a pesar de contar con una sobredemanda propia del aumento de población en la zona norte de la capital y, en ese contexto, desde el Servicio de Salud Norte se está viendo la disponibilidad de terrenos para que así, durante marzo, se defina el emplazamiento del lugar en el cual se construirá el nuevo hospital que beneficiará a más de 500 mil habitantes de las comunas de la zona".

Recuadro
"La demanda de nuestro servicio de urgencia se mantiene continua, a pesar de la sobredemanda".

MARCO CLAVERO. DIRECTOR (S) HOSPITAL SAN JOSÉ.

"Hay atrasos con algunos proveedores, se genera bloqueo y no llegan los insumos".

ADOLFO CRUZ. CAPÍTULO MÉDICO BARROS LUCO.

"No se facilitan las condiciones de trabajo para los funcionarios y, por lo tanto, eso afecta a los pacientes".

NATALIA HERNÁNDEZ. COLEGIO MÉDICO.
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Por Eva Luna Chekh / Francesca Massone-