En gran parte de las remodelaciones y construcciones que hacemos, si bien el nivel de aseo e higiene en estos lugares es muy alto, muchas veces remodelar significa eliminar muebles, tabiques o espacios, los que por su composición, construcción o peso nunca se intervinieron desde que se instalaron. Estos espacios son de difícil acceso y pueden llegar a esconder grandes cargas de suciedad pesada —mayoritariamente grasas—, la que se juntó por años y no fue visible hasta que comenzamos los trabajos en el lugar. En otros casos, dentro de cocinas u otros espacios, nos encontramos con las marcas del paso del tiempo, donde la suciedad y el peor enemigo de la limpieza de esta ciudad —el esmog— ha dejado incluso marcas difíciles de quitar.

El remodelar es también momento de mantenciones mayores y nuevas conexiones en lo que a mobiliario e instalaciones se refiere, como es el caso de los alcantarillados y tuberías, las que no siempre son de aguas limpias o que se han visto afectadas por la dureza —principalmente cal— del líquido.

Por todo lo anterior, realizar una limpieza integral antes, durante y después de remodelar, es completamente necesario en cada uno de los trabajos que se vayan a realizar.

Estos espacios sensibles en los que no se podía efectuar un mantenimiento adecuado, una vez que se despejan y quedan a la vista, requieren de una limpieza de verdad profunda. La utilización de decapantes de pisos, antigrasas industriales y productos desinfectantes —amonios cuaternarios y productos clorados—, siempre van de la mano en la remodelación gastronómica, ya que es necesario eliminar toda la suciedad, bacterias y gérmenes acumulados.

Para este nivel de suciedad, no sirven los productos del supermercado, por lo que es necesario recurrir a productos químicos de nivel industrial especializados, que es algo que muchos olvidan al momento de hacer remodelaciones en tiendas, locales comerciales o lugares que impliquen el desarrollo de gastronomía.

Un punto no menor es la remodelación exterior del local, con esto nos referimos a la fachada. Partamos de la base de que normalmente los locales comerciales están instalados a nivel de calle, por lo que diariamente sufren el maltrato de las personas y la inclemencia del tiempo. Esta es un área primordial, ya que la fachada es la que nos invita a ingresar a un local, o nos aleja de él.

Preocuparse de la limpieza de toldos, cortinas, las ubicaciones donde se encontraban los carteles luminosos en tiendas y locales comerciales es muy necesario, la limpieza con agua a presión y el tratamiento con productos especiales para las manchas como los excrementos de aves, el retiro de insectos y no nos olvidemos de la utilización de productos adecuados para evitar oxidación, son parte de la cualquier remodelación comercial.

En algunos locales, como es el caso de los restaurantes, aplican normas sanitarias bastante estrictas. Después de una remodelación, un aseo terminal en cada una de las dependencias es clave para lograr el inicio de la inocuidad alimentaria.

Como resumen, hay que tener en cuenta que dependiendo del tipo de local que remodelemos va a depender el nivel de suciedad que podemos encontrar, pero como base hay que aclarar que en este tipo de limpieza no sirven los productos del supermercado.

Por lo que es necesario recurrir a productos químicos de nivel industrial y especializados en cada uno de los tipos de limpieza que queramos aplicar.