Hasta siete fueron los proyectos refundidos por la comisión del Medio Ambiente del Senado y que se aprobaron ayer en su primer trámite legislativo, buscando instaurar la figura de delito ambiental.

Entre los principales cambios que sufrió la iniciativa respecto del proyecto original que fue presentado por el Gobierno figuran la precisión del delito, como también de la contaminación ambiental. Otro de los ejes del proyecto tiene que ver con la responsabilidad de persecución penal, la que recaerá sobre el Ministerio Público y no sobre la Superintendencia del Medio Ambiente.

A este último órgano le correspondería perseguir la responsabilidad administrativa. Uno de los miembros de la comisión, el senador Guido Girardi (PPD), señaló que 'esta nueva institucionalidad jugará un rol preventivo porque los funcionarios pensarán dos veces antes de aprobar un proyecto irregular. Hasta hoy eso no tenía ningún costo, ahora —según la gravedad—, además de la multa, se podrá aplicar una sanción penal'. Según señaló el parlamentario, de haber existido este articulado en el pasado, 'los casos de Pascua Lama, Freirina, Castilla y otros similares no hubiesen existido, o sus responsables estarían presos'.

Con todo, el próximo paso del proyecto será la votación en general por parte de la sala del Senado, para luego volver nuevamente a la comisión de Medio Ambiente, instancia en que se pueden introducir indicaciones a la iniciativa. Posterior a eso el articulado debe ser analizado en la Cámara de Diputados, por lo que aún resta un largo camino para que se convierta en ley.