Señor Director:

Los ministerios de Salud y de Obras Públicas han anunciado la construcción de importantes hospitales bajo la modalidad de concesiones de infraestructura, sin incluir servicios básicos como alimentación o limpieza. Si bien la concesión de la obra civil representa un avance respecto de la construcción mediante inversión directa del Estado, no puede esto calificarse como una verdadera integración público-privada en salud.

En efecto, las concesiones de infraestructura son positivas, pero no involucran el aporte especializado, flexible e innovador del sector privado de salud al modelo sanitario y a la entrega de las nuevas soluciones médicas que requiere la población. No será raro que en el futuro veamos a esos enormes hospitales siendo administrados bajo la lógica de la gestión estatal, en circunstancias que existen otras soluciones más esperanzadoras para los pacientes y más eficientes.

Así, se debe avanzar hacia las concesiones de soluciones médicas, de servicios e, incluso, de la población adherida a una región o localidad. Modelos modernos permitirán que se resuelvan de mejor forma los programas estatales de salud, bajo el control público pero con una gestión privada. De esa forma, las personas más necesitadas recibirían servicios oportunos y adecuados y el Estado podrá así centrar toda su acción fiscalizadora, de vigilancia epidemiológica, financiera y rectora del sector con más eficiencia y eficacia.