Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2018-01-08
Tipo:   Suplemento
Página(s):   4-5
Sección:   Suplemento
Centimetraje:   30x56

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Francisco Calabi, de la Fundación Alerce 3000 y Lynn Clarkson
El Mercurio - Revista del Campo
Granos orgánicos, una alternativa para mejorar ingresos
El fundador de la principal empresa que compra estos productos en Estados Unidos, Lynn Clarkson, asegura que el precio para los productores es más estable cada temporada y puede ser tres veces superior al de un cultivo tradicional.

También cree que, por sus barreras sanitarias, sistema de certificación y calidad de los productores, Chile tiene muy buenas condiciones para ingresar al rubro.
Fue una llamada por teléfono desde Japón, hace 25 años, la que marcó el destino de la comercializadora estadounidense de granos, oleaginosas e ingredientes Clarkson Grain Company. En 1993, el sí que dieron en la empresa con base en Illinois al pedido de un industrial japonés de un contenedor de granos convencionales y otro orgánico determinó el ingreso de la firma a este último mercado, del cual poco conocían y que en ese momento ni siquiera contaba con una regulación formal en Estados Unidos, la que llegaría recién el año 2000.

"Dijimos que sí, que lo podíamos hacer, pero no sabíamos lo que estábamos diciendo. Tuvimos que aprender rápidamente lo que habíamos prometido, aprender cómo producir orgánico en seis meses, y lo encontramos simple. Difícil, pero simple", recuerda por Skype, desde su oficina, el fundador de la compañía, Lynn Clarkson.

Ese contenedor fue la entrada al mundo orgánico de Clarkson, que hoy representa en torno al 35% de lo que procesan en su empresa, considerando distintos granos y oleaginosas, como maíz y soya, y que lo ha convertido en el principal procesador de cereales orgánicos de Estados Unidos, con ventas en 12 países y compra de materia prima a unos 16 estados de ese país.

De visita en Chile hace algunas semanas, para exponer en un seminario sobre la agricultura sustentable a gran escala como un negocio creciente, organizado por la Fundación Alerce 3000 en Temuco, dice que existe una oportunidad atractiva para los productores chilenos de cereales y leguminosas en este sector, que ofrece retornos hasta tres veces superiores a los de un cultivo convencional.

"Pasé por muchos campos en el sur de Chile que estarían lindísimos para la producción orgánica. Me parece que tienen muchas oportunidades en esto y que, aunque no se va a convertir todo el país en orgánico, puede ofrecer un 5% de su producción a este mercado, y me gustaría verlo", comenta en un perfecto español, y añade que si hubiese un productor interesado en intentarlo o una oferta conjunta, su empresa estaría dispuesta a evaluar la compra de la producción.

Precios más altos y estables

En los datos de superficie sembrada de cultivos anuales que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, ni siquiera aparece la categoría de orgánico en algún producto, porque hasta ahora no se producen granos de este tipo en el país.

Sin embargo, el director ejecutivo de la Fundación Alerce 3000, Francisco Calabi, quien tiene seis años de experiencia en este sector en Argentina, asegura que el interés de los productores locales está creciendo y que hay más curiosidad por explorar el manejo orgánico en cereales, impulsados no solo por las malas temporadas que han enfrentado los commodities agrícolas, sino que también por la mayor preocupación por el medio ambiente y la agricultura sustentable.

"Tenemos un montón de cosas a favor, pero nos falta que alguien pruebe. La traba más alta es que un agricultor no cree que se pueden hacer estos cultivos en orgánico, que van a ganar las malezas y las pestes, que va a tener rendimientos malos", asegura.

También detalla que para romper esos mitos ha invitado a productores de distintos países para hablar con los chilenos interesados y contarles sus experiencias en Australia, Inglaterra y Estados Unidos, de Chicago y Dakota del Norte, en campos que él mismo ha visitado y que califica como impecables.

"Todos han mostrado que sus negocios son mejores que en los cultivos convencionales e, incluso, que sus costos son inferiores", insiste Francisco Calabi.

En base a su experiencia en Argentina, pensando en un productor chileno, el director de Alerce 3000 estima que el negocio de la producción de granos orgánicos debe orientarse a la exportación, ya que la demanda local es baja, y que el costo de transporte y papeleos para enviarlos a Estados Unidos es de unos US$ 120 a US$ 150 por tonelada.

"Yo tuve precios de US$ 600 por tonelada para trigo panadero en Argentina, pagados en el campo. Si tienes un costo de producción de US$ 196 por tonelada, más los US$ 150 de envío y vendes a US$ 450 la tonelada, ya tienes casi US$ 100 de utilidad", calcula.

En términos de precios, como ejemplo, Lynn Clarkson menciona que en casos de productos orgánicos como la avena, trigo blanco, maíz y cebada para maltear, los precios que se manejaron en Estados Unidos durante noviembre de 2017 fueron de US$ 309, US$ 386, US$ 354 y US$ 376 por tonelada métrica.

"Hace algunos años, la diferencia en el valor de los granos orgánicos y convencionales era de tres veces. Ahora, la comparación es de dos veces el valor del convencional, dependiendo del producto... Pero es un mercado mucho más estable, donde los precios no suben ni bajan tanto. Y es un mercado particular, con su propia demanda y oferta", resalta el empresario estadounidense.

Chile da confianza

Actualmente, para abastecer la demanda que existe en Estados Unidos, las empresas deben importar más del 70% de la soya orgánica que requieren y alrededor del 80% del maíz, donde los principales proveedores son Ucrania, Turquía, Argentina y China.

Pese a esta dependencia de otros proveedores, Lynn Clarkson reconoce que, tanto a él como otras compañías norteamericanas les generan dudas la integridad de la cadena de producción de algunos proveedores. Es decir, confiar en que efectivamente los granos que les venden sean orgánicos, lo que representaría otra oportunidad para Chile.

"Ese es uno de los factores favorables de Chile. Tienen un sistema de regulación que funciona más o menos bien y ya han desarrollado una reputación para surtir a los mercados internacionales con frutas de buena calidad con integridad", destaca.

Junto con eso, Clarkson cree que también existen opciones en la exportación de semillas orgánicas, que son muy difíciles de producir en Estados Unidos debido a la alta penetración de las siembras de transgénicas en soya y maíz, ya que para que una semilla pueda certificarse como orgánica según las normativas de ese país no puede tener más de 0,1% de trazas de modificación genética.

"Es difícil obtener semillas de esa pureza. Las empresas que surten semillas orgánicas ya han iniciado sus producciones en Europa y esto ofrece la oportunidad de surtir a Estados Unidos con semillas orgánicas desde distintas zonas de Chile, por la aislación que tienen con sus valles y montañas, y porque están en contraestación", comenta.

Por otra parte, Lynn Clarkson resalta que al no tener una producción tan extensiva como Argentina o Brasil, Chile tiene mejores opciones como abastecedor de granos para el mercado orgánico, ya que normalmente no busca volúmenes tan grandes, lo que puede ser beneficioso para productores medianos y pequeños.

En cuanto al interés de su empresa por comprar granos orgánicos chilenos, asegura que -si hubiese una oferta para producir soya u otro cultivo- estaría dispuesto, pero con ciertas condiciones, como visitar al productor en Chile, conocer a su proveedor de semillas y sus terrenos.

"Nos presentaríamos a la compañía o productor para hacerles una oferta y conocerlos, porque queremos desarrollar una mejor relación de persona a persona, algo que también se da mejor que en los cultivos convencionales", asegura, y comenta que el 95% de lo que compra su compañía es con contratos porque requieren híbridos específicos. De hecho, por estos días está cerrando los de la próxima temporada en Estados Unidos.

Demanda seguirá firme

Hasta la crisis económica de 2009, el mercado de los productos orgánicos en general crecía a tasas de entre 12% y 16% anual en Estados Unidos, lo que luego disminuyó y hoy se ubica en torno al 8%.

Sin embargo, la proporción de mercado que tiene cada categoría de alimentos es distinta y hasta ahora es mayor en las frutas y verduras y lácteos que en productos como las carnes, que se estima irán al alza en los próximos años y, con ellas, la demanda por alimentación orgánica para animales.

Tanto por la experiencia en su empresa como por haber sido director de la Asociación de Comercio Orgánico de su país durante siete años, y miembro de distintos comités de la Mesa Nacional de Normativas Orgánicas (NOSB, por su sigla en inglés), Lynn Clarkson proyecta que dentro de los próximos diez años el mercado orgánico a nivel mundial seguirá creciendo a un ritmo de 8% anual. Además, prevé que para el año 2025 el segmento de los granos, que hoy representa el 1% del mercado orgánico, pasará a tener alrededor del 5%.

"También hay proyecciones de que el mercado que va a crecer más rápido para los productos orgánicos es Asia, en torno a un 16% anual dentro de los próximos diez años", proyecta, refiriéndose especialmente a mercados como las ciudades más grandes y ricas de China, Corea, Taiwán e India.

Recuadro
Tonelada métrica en EE.UU. en noviembre de 2017

Avena US$309

Trigo US$ 386

Maíz US$ 354

Cebada US$ 376

Valores de granos orgánicos
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