En la reciente Conferencia de las Partes (COP24), que se celebró el año pasado en la ciudad polaca de Katowice, ocurrió un hecho que, seguramente, cambiará la mirada sobre cómo afrontar la necesidad de adoptar medidas de mitigación y adaptación ante el cambio climático. Una, hasta entonces desconocida, adolescente de 15 años subió al podio de la asamblea, conformada por los máximos líderes internacionales en temas ambientales y representantes de las diferentes naciones en la COP, y realizó un discurso breve, pero de gran impacto. El nombre de la joven, de nacionalidad sueca, es Greta Thumberg (@GretaThunberg, en Twitter).

Su discurso tomó tan solo tres minutos, pero dibujó un nuevo escenario de stakeholders y puso sobre la mesa la urgencia de enfocarse en la ejecución de acciones para mitigar el cambio climático.

'Mucha gente dice que Suecia es un país pequeño y que no importa qué hagamos, pero he aprendido que nunca eres tan pequeño como para no hacer la diferencia, y si unos pocos niños pueden conseguir titulares alrededor del mundo tan solo por no ir al colegio, entonces imagínense qué podríamos hacer todos juntos si realmente quisiéramos', partió su discurso.

Greta destacó cómo un movimiento global de niños podría ser una fuerza que exija acciones efectivas contra el cambio climático, mientras acusó de inmaduros a los líderes reunidos en la COP24, al no tomar medidas eficientes, afirmando que mientras se enfoquen en lo políticamente posible, no será viable detener el cambio climático.

Antes de asistir a la COP24, Greta ya lideraba un movimiento de niños y jóvenes que se negaban a asistir a clases los viernes para instalarse delante del parlamento de Suecia exigiendo el cumplimiento de los compromisos de la COP de París. Luego de su discurso, el movimiento #fridaysforfuture está siendo seguido por decenas de miles de estudiantes de países desarrollados y, seguramente, pronto lo veremos también en Chile y nuestros países vecinos.

Los jóvenes y niños de hoy son quienes dirigirán el destino del mundo a contar de 10 o 20 años más. El reciente informe 1,5°C del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) definió que, para limitar el aumento de la temperatura del planeta en 1,5°C, es necesario que, en el año 2030, se reduzcan las emisiones globales en el 45%, en relación a las emisiones de 2010. Para 2050, el alcance debería ser de emisiones netas igual a cero. De otra forma, las nuevas generaciones no tendrán posibilidad alguna de compensar la falta de acciones efectivas y decididas, que deberían ser efectuadas ahora.

La fuerza global que ha tomado el movimiento liderado por Greta es una primera señal de que, si no se realizan las acciones necesarias por los gobiernos, las empresas y la sociedad, serán exigidas por los movimientos de la sociedad civil. Es decir, cualquier operación industrial que genere elevadas cantidades de dióxido de carbono y que no reemplace sus procesos por otros neutros en emisiones, corre el riesgo de ser cerrada forzosamente por acciones de la sociedad civil. Si, al contrario, la empresa adapta su negocio en un ambiente de señales económicas y una regulación adecuada, la transición a cero emisiones puede ser gestionada debidamente, minimizando los eventuales perjuicios a sus propietarios.

Los efectos del cambio climático no se limitan solo a la biósfera, sino que también conllevan efectos sociales y financieros, por lo que los cambios deben activarse desde ya para permitir una transición debidamente controlada y minimizando los riesgos.

La proposición, diseño y ejecución de las medidas necesarias para alcanzar, en el año 2050, un mundo neutro en emisiones de dióxido de carbono es, sin duda, un desafío global, donde, en muchos casos, las autoridades deberán sacrificar ambiciones políticas y personales frente a la opción de tomar decisiones regulatorias, económicas y sociales de largo plazo, que representen acciones reales de reducción de emisiones.

De no tomarse oportunamente estas decisiones, seguramente veremos a muchas otras personas haciendo suyo y replicando el mensaje de Greta Thunberg: 'El cambio está llegando, les guste o no. El poder real le pertenece a la gente'.