Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-12-08
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B11
Sección:   ECONOMÍA Y NEGOCIOS DOMINGO
Centimetraje:   38x27

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Nelson Contador, abogado, experto en quiebras y reestructuraciones.
El Mercurio
Nelson Contador, especialista en quiebras, plantea ideas que ayuden a apuntalar a las pymes y frenar el desempleo
ABOGADO EXPERTO EN REESTRUCTURACIONES DE EMPRESAS: “Con urgencia, se debe modificar la norma que regula las anotaciones de morosidad en Dicom y registros bancarios”
El profesional llama a generar un cambio legal para que durante 120 días se supriman los registros de morosidad que se hayan generado en los últimos 40 días, de todas las empresas. 'No se trata de una condonación o perdonazo, sino de una no publicación, porque esta publicidad impide que las empresas puedan continuar operando con factorings del sistema financiero regulado', advierte.
Si hay alguien que sabe de quiebras y reestructuraciones en Chile, es el abogado Nelson Contador, por cuyo estudio -Nelson Contador & Cía.- han pasado quizá las más grandes y mediáticas empresas aproblemadas por liquidez en los últimos años. En los últimos meses vio la reestructuración financiera de la Constructora Astaldi, la vitivinícola Urcelay Hnos. y Comercial Chacao, entre otras. Y en el pasado, la de La Polar, en dos ocasiones, en 1998 y 2011, y una seguidilla de casos de convenios o peticiones de quiebras pasaron por sus manos (Masvida, Marbella, Textiles Pollak, entre muchas).

Con esa experiencia al hombro, está preocupado. Para graficar los riesgos que ve en materia de empleo, cuenta que tras el estallido social ha atendido a cerca de 12 empresas entre noviembre y lo que va de diciembre, en circunstancias de que en un mes normal llegaban solo dos o tres casos.

'Efectivamente, estas últimas semanas se ha requerido la asistencia profesional de nuestro estudio, de un número no menor de empresas que se han visto muy afectadas con la crisis económica derivada del estallido social. Ha aumentado en cuatro veces respecto de lo normal. Llaman todos los días', explica.

Hace ver que quienes han llegado son grandes y medianas compañías -de 200 a 300 trabajadores-, principalmente del sector comercio y gastronómico. Las empresas pequeñas, aclara, no acuden a pedir ayuda profesional para una reestructuración o liquidación, sino que simplemente cierran, dejan de operar. 'No recurren a asesorías jurídicas especializadas para salir de su crisis, simplemente cierran en términos informales o son salvadas por el Estado mediante los programas de ayuda, que se están implementando'.

En cuanto al giro de las empresas que les han requerido intervenir, mayormente son del retail y cadenas de restaurantes, 'cuyas ventas han bajado en más del 40%, los que, sumado a la sostenida baja que ya sufría el sector antes del conflicto social, presentan serios problemas de liquidez'.

-¿Estas empresas qué piden?
'Efectivamente quieren quebrar. La mitad dice: ‘No perdamos el tiempo en reestructurar, la quiebra altiro, acá están las llaves’. Vienen golpeados. Su administración se encuentra agotada. Ante esta natural reacción, redoblamos nuestros esfuerzos para entregarles fórmulas de salidas que no signifiquen quebrar. No podemos seguir aumentando las cifras de cesantía, porque el derecho humano de vivir una vida digna y trabajando en paz ninguna ONG u organismo internacional lo protege'.

-¿Qué fórmulas están utilizando para evitar la quiebra de estas empresas?
'En primer término, hemos logrado que los bancos nos otorguen moratorias de 180 días, para luego presentar el plan de negocios que comprenda una reestructuración de sus pasivos, sustentada en flujos, donde aislamos este período de crisis, porque estos no son números reales para conocer el historial de ventas de una compañía. En paralelo, buscamos financiamiento para capital de trabajo. La idea es mantener viva la unidad productiva'.

Contador detalla que en las condiciones actuales del país no se puede abrir un proceso de reestructuración seria de inmediato, porque estos procesos requieren presentar un plan concreto a los acreedores, con cierto marco de certidumbre respecto, por ejemplo, de período de gracia, tasa de interés, impacto del dólar en los flujos, proyecciones de ventas, ventas de activos y con qué valores estimados. Es decir, todas variables que hoy están afectadas por alta volatilidad. 'Lo recomendable es esperar', dice.

Agrega que la reacción de los bancos ha sido extraordinariamente positiva. 'En plena crisis, los socios deben mantenerse unidos, porque a ninguno le sirve una liquidación o quiebra: uno pierde su empresa y el otro, su posibilidad de cobrar sus créditos; y el que más sufre es el trabajador que pierde su empleo'.

-¿Qué medidas regulatorias o reformas legales se requerirían adoptar para que la crisis no se agrave más?
'Conjuntamente con las muy buenas medidas de apoyo que Corfo y el Banco del Estado están dando a las pymes, se tiene que impartir una instrucción inmediata a los servicios y empresas del Estado, para que paguen las facturas a sus contratistas en 15 días. Voluntariamente, las grandes empresas privadas deben hacer lo propio. Y con urgencia se debe modificar la norma que regula las anotaciones de morosidad en Dicom y registros bancarios, para que durante 120 días se supriman los registros de morosidad que se hayan generado en los últimos 40 días de todas las empresas. No se trata de una condonación o perdonazo, sino simplemente de una no publicación, porque esta medida de publicidad impide que las empresas puedan continuar operando con los factorings del sistema financiero regulado'.

Contador explica que por norma los factorings bancarios están impedidos de recibir clientes que estén en Dicom. Por tanto, si esto se cambia mediante una ley corta, el factoring podría aceptarlo.

-¿Habría riesgo de acrecentar el no pago?
'No, porque el factoring igual va a estudiar la factura, pero sin la restricción, la barrera de entrada normativa al interior del banco. Es una medida chica, pero tendría un efecto tremendo para generar liquidez, que es lo que necesita el país. Se señala que hay que proteger a las pymes, porque son las que más generan empleo. Eso es correcto, pero también hay que proteger a las medianas y grandes empresas, porque les dan vida a las pymes'.

Recuadro
Suministro de gas y electricidad, construcción y actividades inmobiliarias son los rubros en que más crecen los despidos por efecto de la crisis social

El sombrío panorama que esta semana el Banco Central proyectó para el mercado laboral como consecuencia de la crisis social, anticipando una tasa de desempleo superior al 10% para principios del próximo año, comenzó a mostrar sus primeras señales en noviembre.

El mes pasado, un total de 62.049 personas fueron desvinculadas bajo el artículo 161 inciso 1 del Código del Trabajo, invocando como causal las necesidades de la empresa. La cifra -informada esta semana- significa un aumento del 84,5% (28.421) con respecto a noviembre de 2018, cuando se registraron 33.628 despidos de este tipo.

Ahora bien, ¿cuáles fueron los sectores más afectados? De acuerdo al desglose realizado por la Dirección del Trabajo para medir el impacto según rubro económico, los sectores productivos que registraron las mayores alzas en despidos bajo el concepto de 'necesidades de la empresa' durante noviembre, comparado con igual mes del año anterior, fueron suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado (con un incremento de 1.040%); construcción (con un alza de 285%); actividades inmobiliarias (cuyos despidos aumentaron en 96,5%); actividades profesionales, científicas y técnicas (67%); actividades de servicios administrativos y de apoyo (62%) y actividades de alojamiento y servicios de comidas (60%).

También anotaron alzas importantes en el despido de personal los rubros vinculados a actividades artísticas, de entretenimiento y recreativas (59%); transporte y almacenamiento (40,4%); la industria manufacturera (30%), y el comercio al por mayor y menor (27%).

Así, por ejemplo, si en noviembre de 2018 el sector que suministra electricidad y gas despidió a 52 trabajadores, un año después desvinculó a 593. Los despidos en la industria de la construcción, en tanto, pasaron de 5.237 personas en noviembre del año pasado, a 20.166 en igual mes del presente año, siendo esta cifra la más alta si se compara con la realidad de los otros sectores. Los términos de contrato de los trabajadores del área inmobiliaria subieron de 174 en noviembre del año anterior a 342 el mes pasado.

'Nuestra preocupación, además de los empleos que se están perdiendo, dice relación con los empleos que se dejarán de crear, especialmente, en sectores como comercio, turismo y agro, que son intensivos en contratación durante el período estival', afirma el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab. Por eso, añade la autoridad, 'resulta tan importante el plan de protección al empleo que anunció el Gobierno y que se traducirá en un proyecto de ley que se presentará durante los próximos días al Congreso'.

Del desglose se observa que, pese a la crisis, hubo sectores en que bajaron los despidos por necesidades de la empresa, como actividades financieras y de seguros, que en noviembre de 2018 anotaron 1.173 despidos y un año después, solo 723. Otro caso fue la industria de suministro de agua, que pasó de 221a 143 desvinculaciones.
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AZUCENA GONZÁLEZ-