Lineamientos más claros respecto a qué productos son esenciales entregó el martes a altas horas el Gobierno, en el marco de la polémica medida que entró en vigencia esta semana y que impide la comercialización de los artículos que no entran en dicha categoría (por 15 días). Esto también rige para el canal online. No obstante, el comercio, que ha sido crítico con la medida, estimó que el detalle entregado de qué es esencial o no —que es clave para aplicar de manera efectiva la restricción iniciada a las 5:00 del lunes— llegó tarde. Además opinan que el instructivo no es suficientemente claro, en especial en cuanto a lo que no se pueden comercializar. Aun así, los retailers han comenzado a aplicar restricciones a la compra en sus distintos canales, afectando la oferta de algunos productos clave en su balance de ventas, tanto por su alta rotación como por el margen de ganancia que estos dejan.

Entre estos sobresalen 20 conocidos artículos (o categorías que los agrupan) a los que la industria se ha visto obligada a colocar avisos de 'restringido', tanto en sus tiendas como en plataformas web (como es el caso de Falabella, Sodimac, Lider, entre otros), por no ser esenciales. En el área de electrónica —una de las más demandadas desde el inicio de las cuarentenas—, por ejemplo, aparecen 'restringidos' televisores, videojuegos, cámaras fotográficas, drones y electrobelleza (como máquinas depilatorias, entre otros artículos relacionados). También ligados a la entretención, se restringieron juegos de mesa, productos para salir al aire libre (como carpas, sacos de dormir, entre otros) y productos acuáticos. Lo mismo ocurrió con artículos deportivos en su amplia variedad —los que han sido altamente cotizados, al ser un pasatiempo en medio del encierro— y productos ligados al transporte como scooters eléctricos o bicicletas. Otros ítems afectados son vestimenta, calzado, bolsos y mochilas, accesorios (como relojes, joyas, entre otros), perfumes, lencería y maquillajes.

En cuanto a artículos para el hogar, se suspendió la venta de productos de decoración (alfombras, espejos, entre otros) y mueblería no esencial (como tocadores, entre otros). Eso sí, algunos actores han optado por permitir la venta de los artículos mencionados en su web, pero con entrega en los últimos días del mes, cuando se espera terminen las restricciones temporales. Así también, a falta de una lista elaborada por el Gobierno que detalle específicamente qué productos no son esenciales, algunos portales tienen habilitada la venta de artículos que en otras web están suspendidos temporalmente. Varios consumidores también han planteado la duda de si por estos días se pueden comprar autos. Diego Mendoza, secretario general de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), manifestó que la venta se está realizando por canales online. Por su parte, Carlos Dumay, presidente de la Cámara Nacional de Comercio Automotriz de Chile (Cavem) dijo que venden por vías virtuales, pero con plazos de entrega de 40 días o más.

Disconformidad

La tensión entre el Gobierno y el sector comercio no experimentó mejoras con la publicación del mencionado detalle de los productos esenciales. La presidenta de la Asociación de Marcas del Retail, Paula Valverde, indicó que si bien esto permitió 'clarificar de mejor manera' las categorías, advirtió que 'sin duda llega tarde'. A la vez, consideró que 'nadie es quién para determinar lo que es o no esencial para una familia chilena'.

Valverde agregó que 'las medidas que han tomado en relación a los despachos a domicilio no solo son arbitrarias, sino que no tienen un sustento sanitario. Son antojadizas y en nada ayudan a disminuir la cantidad de contagios, lo único que logrará es reducir la cantidad de empleos, y aumentar la cifra de empresas y emprendimientos que han tenido que cerrar'.

El gerente general de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), Carlos Soublette, dijo a su turno que 'la lista de bienes esenciales dada a conocer por el Gobierno persevera en una medida que consideramos arbitraria y que, lejos de resguardar la salud de las personas, genera confusión e incertidumbre entre consumidores y empresas, además del alto costo que significa para los pequeños comerciantes de rubros definidos como no esenciales'. Soublette coincidió en que 'han sido tardías, pero por sobre todo confusas hacia los consumidores y proveedores, y han generado un desgaste innecesario tratando de interpretar la norma'.