Buscando revertir la escasez hídrica en la zona del Huasco, la empresa francesa Vía Marina, encabezada por su socio fundador Félix Bogliolo, presentó a la comunidad huasquina, los alcances del proyecto de extracción de aguas vía carretera hídrica submarina que regaría el norte, incluyendo Atacama.

Mediante un encuentro sostenido en Vallenar, agrupaciones ciudadanas relacionadas con el cuidado del agua, actores políticos y del sector agrícola se informaron sobre esta iniciativa, ingresada en diciembre pasado en la Dirección General de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas, con el objeto de ser declarada de interés público, pasando así a eventuales gestiones público privadas para sacarlo adelante.

El proyecto denominado Aquatacama contempla llevar una fracción de agua dulce desde la desembocadura de los ríos Biobío, Maule y/o Rapel, a través de un tubo depositado sobre el lecho submarino a lo largo de la costa chilena, para dirigirla a las regiones de Valparaíso, Coquimbo, Ata-cama y Antofagasta, con el objetivo de asegurar un caudal de agua estable para los asentamientos humanos de los valles de cada zona y también para el desarrollo de actividades productivas como la agricultura, que contaría con la gran mayoría del recurso, distribuyendo para la zona de HuascoFreirina 4,18 m3/s, lo que permitiría, entre otros, el riego de 18.007 hectáreas extras, según datos del estudio de la Comisión Nacional de Riego y la Universidad de Chile, de 2013.

CÓMO FUNCIONARÍA

El proyecto Aquatacama recorrería 2.030 kilómetros de sur a norte, bajo un sistema que demandaría el consumo de energía equivalente a 0.75kWh/m3.

Al respecto, Félix Bogliolo, socio fundador, comentó que "nuestra empresa desarrolla un sistema de transporte de agua por tubos submarinos, el proyecto que proponemos es el de tomar agua en la desembocadura de algunos ríos del sur, y llevarlos a cien metros de profundidad más o menos a lo largo de la costa desde Valparaíso a Arica por ejemplo, y en cada punto del borde costero y valles, entregar la cantidad de agua que sea necesaria".

Adicionalmente, el ejecutivo informó que "es una ruta que hemos estudiado con la Armada, que está entusiasmada con el proyecto, donde la innovación recae en agrandar tanto la capacidad de distancia como de caudal abarcado, pudiendo llegar a una cobertura de dos mil kilómetros de caudales de 30, 50 o 100 m3/s y cuyo costo de inversión dependería entre otros factores de la longitud del caudal y del punto final del destino, por lo que el proyecto no está cerrado".

Mario Silva, gerente de la Junta de Vigilancia del río Huasco, se refirió al proyecto como "una idea que trae muchas interrogantes que resolver, como es traer la desembocadura de algunos ríos antes de llegar al mar; transportar agua desde el sur hacia la zona desértica, o el costo asociado del bombeo desde el nivel del mar a planicies cultivables, además de los riesgos ambientales asociados al manejo del agua, ya que si lo sacan de la desembocadura del río a nosotros nos preocupa sobremanera los humedales y ecosistemas, que obviamente se verían afectados por esta intervención humana, así que me voy con mucha duda".