Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2018-04-19
Tipo:   Suplemento
Página(s):   18
Sección:   Suplemento - ESPECIAL CENTROS DE EXCELENCIA
Centimetraje:   19x23
LaTercera - Pulso
Cómo lograr un cambio de la matriz productiva del país
LO PRIMERO que debemos consignar, en términos generales, es que Chile necesita contar con una Estrategia Nacional de Desarrollo de largo plazo, implementada sobre la base de la tecnología, la ciencia, la innovación y el emprendimiento para -en el tiempo- lograr el cambio de la matriz productiva del país. Entonces, para llevar a Chile por el camino del desarrollo necesitamos de una institucionalidad, un modelo de I+D+I y una estrategia. Materias en las que estamos muy atrasados.

Como parte de la industria, sabemos que al desarrollo se llega a través de la economía del conocimiento y por ningún motivo desde de los commodities. Para generar ese cambio, una de las cosas que debemos hacer es incrementar la inversión en I+D, que en nuestro país es sólo el 0.37% del PIB; inversión lejana del promedio de los países OCDE que es de 2,38%.

La inversión en I+D+i es la base para el desarrollo y el crecimiento constante del país. Hasta ahora, el Estado es quien ha respondido en términos de financiarla. Y lo que se requiere con urgencia es que el sector privado haga lo mismo; tal como sucede en países desarrollados, donde las empresas invierten hasta el triple de lo del Estado en este ítem. De hecho en Chile, las empresas aportan sólo 1/3 del gasto en I+D del país. Si las empresas invierten en I+D se estimula la competencia, y nos encontramos con un círculo virtuoso: si hay más competencia, entonces las empresas deberán invertir en I+D para crear nuevos productos y así ofrecer algo distinto y diferenciador de sus pares y, por último, gana también el consumidor porque encuentra una mayor y mejor oferta.

De acuerdo a la VII Encuesta Nacional sobre Gasto y Personal en I+D, publicada en enero de este año, gestionada durante el 2017 y con datos del 2016, tenemos que: El gasto en I+D del año 2016 fue de 613.475 millones de pesos, lo cual equivale a un 0.37 % del PIB. Esta cifra continua siendo muy inferior al promedio de la OCDE, que es un 2.38 %. Luego, tenemos que el Estado aumentó su financiamiento en I+D en un 5.43 %, asumiendo el 46.4 % del gasto total en I+D. Y también se incrementó el porcentaje de las empresas, sector que financió el 35.8 %, con un aumento real de un 5.78 % respecto al año 2015.

De acuerdo a lo publicado en dicha encuesta, tenemos que el personal total dedicado a actividades de investigación y desarrollo en Chile, aumentó un 8.9 % con respecto al año 2015. Y un dato que es esperanzador cuando hablamos de disminuir la brecha de género en el sector, es que el 33 % de los investigadores de nuestro país corresponde a mujeres, cifra superior al promedio de países líderes en I+D tales como Alemania (28 %), Corea del Sur (18.9 %) y Japón (15.3 %). Otro dato interesante es que el 15.6 % del gasto en I+D realizado por las empresas lo ejecutó el sector de Explotación de minas y canteras, seguido del sector Manufactura con un 15.5 % e Investigación científica y desarrollo con un 12.4 %. Mientras que el sector agrícola (ganadería, aza, silvicultura y pesca) sólo tiene el 6,079% del gasto; o sea un 2,6% del total, cuando se trata de un sector importante para la economía del país.

Por todo lo anterior, debemos considerar la estructura del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, para que cumpla con su objetivo de ordenar ese ecosistema. Y para que ello funcione, el foco debe estar en la inversión tanto en las áreas de la ciencia como en las tecnológicas, incorporando al mundo empresarial, universidades, trabajadores y las redes internacionales en torno a programas nuevos, reforzando la investigación, desarrollo y emprendimiento. Y así, a través de la vía institucional, lograr una -tan necesaria- estrategia nacional de desarrollo. Para que con el apoyo de instituciones como los ministerios de Hacienda, Economía, Educación, Corfo, Sofofa, en fin, planificar el camino que lleve al país, definitivamente, al tan esperado desarrollo. Como dicen desde Cepal: 'la competitividad y el crecimiento de los países dependerán de su integración al ecosistema mundial digital'. Llegó la hora que autoridades, privados y entes públicos nos tomemos estas necesidades muy en serio .
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Por Jaime Soto.-Secretario general de ACTI