Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-08-30
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   21-22
Sección:   Especiales laSegunda - RUTA de la sostenibilidad
Centimetraje:   31x49
La Segunda
Carlos Finat, director ejecutivo de Acera:
“No creemos que la ciudadanía sepa sobre la importancia del retiro de las centrales a carbón”
Confía que en 2040 se logrará desplazar la totalidad de la generación termoeléctrica, pero advierte que Gobierno y sector privado deben saber comunicar a la ciudadanía el contexto de la contención de la crisis climática que afecta a todos.
Chile será sede de la COP25, la cumbre de las Naciones Unidas sobre el cambio climático que se desarrollará entre el 2 y 13 de diciembre en el Parque Bicentenario de Cerrillos.

Nuestro país llegará hasta este encuentro mundial con varias iniciativas; entre ellas, la meta de lograr al año 2040 la descarbonización de la matriz energética. Ello dará pie, entonces, a que nuevas formas de energía, especialmente las llamadas 'renovables' —como la solar, eólica y marina— tengan la posibilidad de ser protagonistas.

Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento, Acera A.G., entrega su visión.

'Meta factible'

—Chile se ha fijado la meta de lograr la descarbonización energética para el 2040, ¿de qué manera asumen las empresas asociadas a Acera el desafío de reemplazar esa diferencia de potencial?

—La meta para el 2040 busca alcanzar un sistema de generación de energía eléctrica con emisiones netas cero. Es una meta ambiciosa, pero totalmente factible, que —además— nos alinea con el desafío de Chile de alcanzar emisiones netas cero para el 2050.

Las empresas asociadas a Acera, dentro de las que también se encuentran las propietarias de termoeléctricas convencionales, firmantes del cronograma de salida de centrales a carbón anunciado hace unos meses por el Presidente Sebastián Piñera, están en condiciones de alcanzar ese desafío en los próximos 20 años.

Si miramos hacia atrás, en menos de diez años, Chile logró pasar de prácticamente cero a una participación cercana al 18% de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), cifra que llevamos en lo que va de 2019. Con las bajas de precio de las tecnologías ERNC que se esperan, junto con la llegada del almacenamiento de energía a precios competitivos, no vemos problemas en desplazar para el año 2040 la totalidad de la generación termoeléctrica.

—¿Qué oportunidades y dificultades ve en el camino?

—Las oportunidades las vemos principalmente en la participación en el mercado de la generación eléctrica y —en el futuro cercano— en el de almacenamiento de energía. La oferta de energía barata y limpia podría activar el uso de electricidad para el reemplazo de los combustibles contaminantes en la movilidad y transporte (electromovilidad que ya está presente en Chile), y en los usos domésticos para calefacción y cocina, también una gran oportunidad.

Por el lado de las dificultades, un importante desafío que hay que vencer es la disponibilidad de un sistema de transmisión y de distribución eléctrica acorde con el de un país que haga uso intensivo de la energía.

—¿Cuál es la cantidad de energía que las ERNC deberían ser capaces de producir en 2040 para que el país continúe su desarrollo?

—Eso dependerá —entre otras cosas— del crecimiento del país y del avance de la electrificación de los sectores de movilidad y transporte, junto con los usos domésticos de la electricidad. Una estimación, conservadora a nuestro juicio, es la que publicó el Coordinador Eléctrico Nacional en enero de este año, que indica que el crecimiento del consumo de electricidad entre 2019 y 2038 será de, al menos, 75%, lo que a 2040 podría significar un crecimiento cercano al 80% con relación al año en curso.

—¿Se interesarán los inversionistas nacionales y extranjeros en apoyar este esfuerzo?

—No nos cabe duda de que sí. Mientras Chile mantenga las condiciones que lo han convertido en un destino privilegiado para las inversiones en energías renovables, es decir, estabilidad regulatoria, mercado abierto, bajo nivel de corrupción, entre otras, debería mantenerse el interés de los inversionistas. Sin ir más lejos, el último informe Climatescope, desarrollado por Bloomberg NEF, indicó que Chile es el país con más oportunidades para establecer proyectos de energías renovables, dentro de un universo de 103 naciones en vías de desarrollo.

Importancia de comunicar

—¿Cree que la ciudadanía tiene clara la importancia de la descarbonización energética?

—En general, no creemos que la ciudadanía sepa sobre la importancia del retiro de las centrales a carbón y las que usan otros combustibles fósiles, como gas y diésel. Pensamos que todos, Gobierno y sector privado, debemos estar comunicando permanentemente esa importancia en el contexto de la contención de la crisis climática que estamos viviendo y que afecta justamente a toda la ciudadanía.

—¿Cuáles son los próximos proyectos que, según Acera, deberían potenciar las ERNC?

—Más que proyectos, son necesarias la incorporación del almacenamiento de energía y la expansión del sistema de transmisión. Estas son, sin duda, las materias más importantes a potenciar para un desarrollo óptimo de las ERNC.

—¿En qué ámbitos Chile posee potencial para ERNC no explotadas?

—En todas las tecnologías ERNC existe un margen muy importante de potencial no explotado: solar, eólica, minihidro, bioenergía, marina y geotermia. Una estimación gruesa del potencial no explotado equivale a unas 80 veces la demanda actual de electricidad del país.

Recuadro
'Son necesarias la incorporación del almacenamiento de energía y la expansión del sistema de transmisión. Estas son, sin duda, las materias más importantes a potenciar para un desarrollo óptimo de las ERNC'.

Legado COP25

—¿Hay alguna experiencia internacional que nuestro país debería 'copiar' positivamente? —Pienso que la capacidad de planificar con una visión de largo plazo es muy importante. Esto ya se inició en Chile hace un par de años con la Planificación Energética de Largo Plazo (PELP), y lo importante es que se mantenga y perfeccione con las experiencias de otros países más avanzados en la materia. En general, el desarrollo, construcción y puesta en marcha de proyectos en el sistema eléctrico toman varios años y, por lo tanto, pasan de un gobierno a otro, por lo que es clave el desarrollo de un sistema capaz de crecer y abastecer eficientemente a la demanda.

—A su juicio, ¿cuál debe ser es el gran legado de Chile como país organizador de la COP25? —Creemos que el legado que podría dejar Chile en la COP25 es la demostración de que un país de ingresos medios puede desarrollar una transición energética eficiente en un contexto de mercado y competencia y que se compromete con los acuerdos de disminución de emisiones para luchar contra la crisis climática. Además, entrega la señal de contar con un Estado que establece oportunamente las regulaciones y normas necesarias para ello.
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Marcelo Romero G.-