De los casi 10,5 millones de afiliados al sistema de AFP, solo 5,3 millones están cotizando, según cifras de la Superintendencia de Pensiones.

El cambio de composición del empleo que se ha exhibido el último tiempo -donde se ha creado un alto porcentaje de nuevas plazas de trabajo por cuenta propia o del sector público- también está generando modificaciones en el comportamiento de ahorro para la pensión por parte de las personas.

Así lo revelan las cifras del INE, ya que en promedio en 2017 la proporción de ocupados que declara cotizar para su vejez y para salud llegó a mínimos desde 2011. De hecho, de los más de ocho millones de ocupados, menos de cinco millones de personas ahorran para su pensión y destinan el 7% obligatorio a Fonasa o isapres.

Con ello, del total de personas empleadas -en cualquier tipo de ocupación- el porcentaje de los que cotizaban para la AFP llegó en promedio a 58,8% el año pasado. En tanto, los que lo hacen para salud ascendían a 59,5% de los más de ocho millones de trabajadores.

Para el ex superintendente de Pensiones e Isapres, Alejandro Ferreiro, ese número es consistente con un cambio en la composición del empleo. "Hemos tenido una cierta disminución de los empleos dependientes, con contrato, y un aumento de los empleos por cuenta propia, lo que podríamos llamar informales. La tasa de desempleo se ha mantenido relativamente constante, pero hay un cambio de composición y hemos perdido empleos de buena calidad, con contrato y protección de seguridad social, que se han compensado con formas de trabajo que son más informales, por cuenta propia, sin protección y eso se refleja en las cifras", dijo.

El economista y miembro de la Comisión Bravo, Andras Uthoff, recordó que la encuesta de empleo del INE es representativa de toda la población y, por ende, de trabajos no solo formales. Planteó que "lo más probable es que haya aumentado la ocupación informal y de independientes, y estos hasta ahora prefieren no cotizar al sistema, ya sea por vulnerabilidad del empleo o falta de credibilidad en el sistema".

Juan Bravo, economista de Clapes UC, aseguró que este cálculo se da con los trabajadores dependientes que sí cotizan respecto del total de trabajadores, porque a los independientes no se les pregunta si cotizaron o no. Sin embargo, manifestó que "cerca de la mitad de los empleadores sí cotiza y en torno a un 10% de los cuenta propia también lo hace".

Añadió que se explica por la desaceleración económica y sus efectos sobre el mercado laboral. "Efectivamente la menor proporción (de los que cotizan) se debe a la destrucción de empleo asalariado en el sector privado con cotizaciones y al liderazgo del trabajo por cuenta propia en el aumento del empleo promedio en 2017", afirmó.

Recordó que en 2011, la cantidad de ocupados que cotizaba para pensiones ascendía a 57,7% y para salud a 57,9%, era bajo, pero venía subiendo respecto de 2010, cuando aún exhibía los efectos de la crisis.

Fenómeno afecta más al ahorro previsional que al gasto en salud

En general, el porcentaje de personas que declaran cotizar para la AFP es un poco menor que en el caso de salud, y el año pasado estuvo más afectado el ahorro para la vejez que el aporte mensual en Fonasa o isapre.

El ex superintendente Ferreiro aseguró que si bien las personas no pueden elegir cotizar para Fonasa y no hacerlo para la AFP, sí pueden renunciar a aportar para la pensión mientras están cotizando su 7% en isapre (el sistema privado de salud).

Fuentes de la industria previsional, a su vez, explican que las personas muchas veces postergan la cotización para la vejez porque lo ven como algo lejano, mientras siguen haciendo esfuerzos para pagar su 7% en un plan de isapre, cuyo uso es más inmediato.