Poder continuar las operaciones de la compañía y evitar los problemas de flujos de caja son uno de los principales beneficios del factoring, ya que permite obtener liquidez de las facturas pendientes, cuyos pagos se pueden demorar fácilmente más de 30 días. Además, la evaluación no solo considera el riesgo de quien emite la factura, sino también el del pagador, lo cual es especialmente atractivo para las pymes y nuevos negocios. Chita facilita que las pymes puedan acceder a financiamiento en forma rápida y sencilla, abordando así un segmento desatendido por su limitado historial y/o respaldo financiero.

"Aprovechamos la tecnología para diseñar la mejor alternativa de financiamiento para las pymes, un segmento clave en la economía del país", explica el gerente general de Chita, Patrick Real. Chita financia empresas sin importar su antigüedad o tamaño de la operación, porque la evaluación se basa en big data, que enriquece el análisis y evita cerrar la puerta -a priori- a ciertas compañías que, con el modelo tradicional, no calificaban para crédito.

Todo esto se hace asegurando rapidez y transparencia. "El desafío hoy es ser el factoring más rápido del mercado", dice Real. El ejecutivo agrega que lo que más valoran sus clientes es la rapidez: "Los flujos de la pyme son muy apretados y es un alivio poder contar con una solución confiable y rápida para el financiamiento". La automatización de Chita mantiene los costos bajos y genera una rápida operativa. Para trabajar con Chita solo basta registrarse con nombre, e-mail y teléfono. Las facturas se sincronizan de forma automática y la plataforma instantáneamente ofrece alternativas de financiamiento. Todo este proceso se hace en línea y los fondos se depositan en pocas horas. Es así como "80% de los clientes obtienen sus fondos el mismo día y 70% los obtienen en menos de 4 horas", señala Real.

EXPERIENCIA EXITOSA

En dos años han financiado más de $47.000 millones y trabajado con más de mil empresas. Un ejemplo exitoso -revela Patrick Real- es la microempresaria María Duarte, de Villa Alemana, quien vende huevos de codorniz a los grandes supermercados. Los plazos de pago de sus clientes le generaban un problema importante, por lo cual decidió financiar sus facturas con Chita."Desde diciembre de 2016 opera todos los meses con nosotros y toda la relación ha sido a distancia", explica el ejecutivo.