Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-01-11
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A3
Sección:   OPINIÓN - EDITORIAL
Centimetraje:   16x16
El Mercurio
Aprontes en salud
El mayor consumo de medicina se explica por muchos factores, desde las prácticas de una medicina defensiva hasta los mayores ingresos.
Un balance de lo ocurrido durante 2018 en salud revela que aunque se ha avanzado en los preparativos de algunos de los cambios anunciados, estos todavía no se aprecian por la opinión pública. El hospital digital, que podría constituir un progreso fácilmente observable para cualquiera, ya está en la recta final de su desarrollo, según se desprende de las palabras del ministro de Salud a 'El Mercurio'. Con ello se espera que terminen las colas en los consultorios junto a las largas demoras en la entrega de medicamentos. Una vez que se vea convertida en realidad la promesa digital, la inmensa mayoría de los chilenos, beneficiarios de los servicios públicos, deberían disfrutar en sus actividades cotidianas del impacto de las nuevas tecnologías, pues podrán hacer muchos de sus trámites más complicados y dolorosos sin dificultades.

Pero más complejo parece estar resultando el proyecto de ley que debiera otorgar estabilidad y certeza a las isapres y a sus tres millones de beneficiarios. Desde hace ya casi una década los gobiernos vienen anunciando el estudio de una propuesta que regule los precios y las atribuciones de estas entidades, para superar el vacío legal creado por un fallo del Tribunal Constitucional. Se espera una ley que ponga término a la judicialización que ha experimentado la salud, pero no se ha logrado más avance que el envío de un mensaje del Presidente Piñera en su primer período. Ahora se ha anunciado un nuevo proyecto, pero su entrega se ha aplazado en más de una ocasión.

El ministro Emilio Santelices confirma que espera que pueda ser enviado este mes, para que comience la discusión, aunque no estima demasiado importante que quede postergado para marzo. Desde luego, después de tantos años, un mes más no significará nada especial, pero lo difícil vendrá a continuación, cuando deba ser tramitado en un Congreso relativamente hostil a las isapres, en parte por las experiencias personales de los congresistas, puesto que casi todos ellos están adscritos a este sistema de seguros de salud privados. Más llamativo aún que los anuncios sustanciales del ministro fueron sus palabras sobre el 'consumismo médico'. Al hacer referencia a la reforma a las isapres, afirmó que es necesario alinear los incentivos financieros con los objetivos sanitarios, pues le parecía evidente que se subutilizan los exámenes médicos.

Las estadísticas del sector privado revelan un aumento de 12 por ciento en el número de consultas médicas en una década, en tanto los exámenes de laboratorio crecieron 44 por ciento y los de imagenología, 22 por ciento. El mayor consumo de medicina puede explicarse por muchos factores, entre los que se cuentan las prácticas de una medicina defensiva en que el médico se protege practicando exámenes de más, las mayores exigencias de los pacientes, las posibles ventajas económicas que obtienen de su conducta algunos profesionales, la expansión de la medicina —que cubre cada vez más aspectos de la vida, desde la obesidad hasta las dificultades de aprendizaje en los niños— y, por cierto, los mayores ingresos con que cuentan los chilenos, que es lo que hace posible todo lo anterior.

El aumento en el gasto va en principio en perjuicio del asegurador, que es quien paga las cuentas. Es algo bien estudiado en el rubro de los seguros —conocido como el riesgo moral—, donde se ha analizado el cambio de conducta de las personas una vez que cuentan con un seguro, tanto antes del siniestro como después. Con todo, estos cambios resultan inevitables; en especial, los relativos al progreso de la medicina, que va desarrollando nuevas pruebas y tecnologías cuyos aportes a la salud pública son a veces monumentales, y en otras oportunidades, muy discutibles. Se puede debatir sobre el incremento en el gasto en medicina, pero lo que habrá de conducir la discusión pública que se avecina será el contenido del proyecto del Gobierno, aún desconocido.