Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-05-31
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A6
Sección:   VIDA - CIENCIA - TECNOLOGÍA
Centimetraje:   25x20

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Los investigadores emplearon una perforadora de 16 metros de longitud para obtener los testigos de sedimentos desde el Polar Stern.

Algas diatomeas parecidas a la de la imagen sirvieron como indicadores de la extensión del hielo marino.
El Mercurio
Obtenidas en el entorno de la península:
Muestras del fondo marino antártico revelan mil años de historia climática
Las épocas con mayor presencia de hielo oceánico tuvieron lugar entre 1600 y 1800. En el siglo XX, el peak fue entre los años 1940 y 1970. En adelante ha ido mermando, salvo en 2011.
Cambios en las características oceanográficas de la Península Antártica durante el último milenio lograron determinar científicos del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas de Altas Latitudes ( I D E A L ) d e l a Universidad Austral de Chile (UACh) y del Instituto Antártico Chileno (Inach). Hasta ahora los datos de hielo marino disponibles provenían principalmente de información satelital que no se proyectaba más allá de los últimos 40 años. Por lo tanto, 'estos registros son fundamentales para comprender de mejor manera el cambio climático moderno', explica el biólogo marino Andrés Cádiz, quien lideró esta investigación en el marco de su tesis de pregrado.

Los investigadores trabajaron con testigos (muestras) de sedimentos del fondo marino. El trabajo se centró en dos áreas de la península: la bahía Fildes y la costa de Palmer. Ambas enfrentan el mayor cambio climático de los últimos 50 años, ya que los derretimientos de hielos han aumentado a niveles nunca antes registrados. Los científicos trabajaron con diatomeas, grupo de algas unicelulares que constituye uno de los tipos más comunes de fitoplancton. Estas algas están presentes en los testigos de sedimentos e indican las condiciones climáticas.

Rara excepción

A partir de ese análisis, corroboraron la existencia de una época fría, conocida como la pequeña Edad de Hielo, entre los años 1600 y 1800, y que se caracterizó por temperaturas particularmente bajas. 'En ese período hubo un peak en la cobertura de hielo y de ciertas diatomeas, a las que les gusta vivir junto al hielo marino', explica Lorena Rebolledo, investigadora del Centro Ideal y del Inach. Posteriormente, se produjeron oscilaciones en la cantidad de hielo marino hasta llegar al período entre los años 40 y 70, cuando se produjo nuevamente un incremento. De ahí en adelante, la merma ha sido persistente, salvo en el año 2011.

En esa oportunidad se registró un aumento repentino que probablemente se debió a situaciones climáticas locales. La investigadora cree que coincidió con el fenómeno de 'La Niña'. Pero en adelante los datos satelitales revelan que la superficie de hielo marino sigue reduciéndose. 'Esto puede afectar las poblaciones de krill, porque la especie es muy dependiente del hielo marino'. Las muestras fueron obtenidas a 441 y 663 metros de profundidad desde el buque científico alemán Polar Stern, durante la expedición PS97 'Paleo Drake' realizada en 2016. Sin embargo, sus resultados solo se conocieron hace pocas semanas, ya que implicaron un detallado análisis en laboratorio del material.
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RICHARD GARCÍA-