Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2018-03-28
Tipo:   Suplemento
Página(s):   2
Sección:   Suplemento - Opinión
Centimetraje:   23x19
El Mercurio - Reforestación
¿Porque debemos reforestar con bosque nativo?
En nuestro país se taló el bosque nativo en forma indiscriminada por muchos años. Inicialmente fue para liberar espacio para agricultura y ganadería, donde la quema era una forma comúnmente usada pero de difícil control, por lo que muchas veces terminaba por devastar el bosque en las colinas y pendientes que no tenían aptitud para uso agrícola.

También se usó el fuego para eliminar el bosque nativo y reemplazarlo por especies exóticas de rápido crecimiento, entre estos los más significativos son el pino y el eucaliptus, que en monocultivos monoetarios forman verdaderos desiertos verdes. Es un bosque inerte, carente de biodiversidad y vida. Muy diferente al bosque nativo, quizás porque este último, al tener un menor crecimiento, tiene menor demanda de agua y nutrientes, dejando espacio libre para otras especies que colonizan inmediatamente formando una gran red que soporta distintos estratos de vida.

¿Por qué reforestar con nativo? Una muy buena razón es proteger especies, tratar de evitar que pase como el caso del rinoceronte blanco del norte, que con la suerte del último macho de su especie condena a la extinción a su estirpe, una maravilla de la evolución que será borrada para siempre del planeta. El bosque es una intrincada comunidad que funciona en perfecta armonía sosteniendo mucha diversidad en todas las escalas bióticas que existen. Aún hay muchas especies que no conocemos, y que no tenemos idea de cómo nos pueden ayudar, ya sea con ingredientes activos para medicina, o con muchos servicios ecosistémicos como regulación del ciclo del agua y el clima.

Es por eso que nuestra Fundación Alerce 3000 trabaja desde hace años en la reforestación del bosque nativo, especialmente en zonas donde hubo mucho daño por la tala indiscriminada e incendios que afectaron grandes zonas del sur de Chile, incluyendo la Patagonia. Una de esas especies emblemáticas es el alerce. Este árbol puede sobrepasar los 3.000 años en pie -esto en sí mismo ya es un logro que debería generar respeto-, además vale la pena estudiar sobre cómo logra traspasar las barreras de la edad, porque supera con creces el promedio de vida de otras especies, incluidos los seres humanos.

Pero no solo plantamos para conservar una sola especie, estamos en una ardua tarea de recuperar los bosques con distintos tipos de árboles y plantas que no necesariamente están en peligro de extinción, tal como el caso de la lenga, ñirre y coihue, raulí, ulmo, ciprés de guaitecas, entre otros. Queremos recuperar su diversidad porque son centro de vida, son necesarios por su biodiversidad, pero también inciden en la cantidad de lluvia y la absorción del agua, regulan la temperatura de las zonas donde están emplazados. Por último, los cambios de estación los transforman en un lugar imperdible de visitar por la gran variedad de colores, formas y tamaños. Nunca he logrado comprender porque hay tan poco uso de especies nativas en el desarrollo inmobiliario o en el paisajismo de casas particulares, quizás sería bueno plantearlo como un desafío a nivel nacional.
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Francisco Calabi, director ejecutivo de la Fundación Alerce 3000-