Danitza Gutiérrez Zapata, de 7 años, no lo debe ni recordar. Pero la primera vez que estuvo hospitalizada en el antiguo Hospital Base de Puerto Montt tenía 3 meses y medio de vida. Le habían diagnosticado neumonía.

A lo largo del tiempo la enfermedad se fue haciendo recurrente, y cada cierto tiempo recaía por lo mismo. Los ingresos al centro médico, por cierto, también se hicieron frecuentes. 'Después de un tiempo los exámenes arrojaron que mi hija tenía fibrosis quística', recuerda Richard Gutiérrez.

Se trata de una enfermedad compleja, en palabras de la doctora María Lina Boza. 'Compromete todo el pulmón, tubo digestivo, etcétera. Todo el organismo tiene secreciones, pero en este caso esas secreciones se ponen viscosas, como un chicle pegoteado que se adhiere a los órganos. Ahí atacan gérmenes y empiezan los problemas. Se hace muy difícil de manejar porque los antibióticos llegan con mucha dificultad a la zona. Ahí empieza la destrucción pulmonar, problemas en el intestino, en el hígado y más adelante los hombres se vuelven estériles', explica la pediatra especialista en enfermedades respiratorias y jefa de unidad respiratoria infantil del hospital San Borja Arriarán.

Fue a ella a quien consultaron los padres de Danitza en enero del año pasado. 'Vinieron desde Puerto Montt pensando en que la íbamos a poder mejorar y mandarla de vuelta. Pero ella venía muy mal', recuerda.

Las circunstancias obligaron a Richard Gutiérrez y Evelyn Zapata a instalarse en Santiago. Como la compleja condición de la niña seguía avanzando, en agosto del 2017 fue ingresada a la lista de espera para un trasplante de pulmón en calidad de prioridad nacional.

Pero tuvieron que pasar 8 meses para encontrar un donante adecuado. El miércoles pasado, en una intervención que se extendió por 10 horas en la Clínica Las Condes, a Danitza le reemplazaron sus maltrechos pulmones. Eso sí, el donante resultó ser un adulto.

'Desde el punto de vista técnico es un trasplante donde al donante adulto se le hace una reducción del pulmón para lograr injertarlo en un receptor pediátrico. Eso, gracias a una técnica que se hace por primera vez a nivel nacional: un trasplante bilobar... lóbulos de un pulmón adulto en un paciente pediátrico', explica el doctor Pedro Undurraga, cirujano jefe del programa de trasplante pulmonar de la Clínica las Condes. En fácil, lo que se hizo fue cortar parte de ambos pulmones para que cupiesen en el cuerpo de la niña.

-¿En algún momento le van a quedar chicos esos pulmones?

-Está demostrado que los pulmones crecen con los niños. Y ella se acostumbra de inmediato. Lo que pasa es que hay un ajuste cerebral que cambia un poco. Los pacientes deben cambiar el seteo y darse cuenta que pueden respirar mucho. Por eso está con un mínimo aporte de oxígeno.

El médico cuenta que, cuando se ofrece un donante, de inmediato un equipo parte a evaluar el órgano en cuestión. No es restricción, afirma, que el donante haya sido fumador. El único requisito excluyente es que el órgano haya padecido de cáncer.

'Hasta ahí, el paciente receptor no sabe nada. Pero el equipo está trabajando seis horas antes evaluando el pulmón a trasplantar. Y una vez que este equipo da el vamos, se avisa al paciente para que llegue a la institución donde se hará el implante. Ahí recién empieza la extracción de los órganos. En este caso, era un donante ideal', explica.

Lo mejor, cuenta la doctora Boza, es que la fibrosis quística está enlistada como parte de las patologías incluidas en el GES (Garantías Explícitas en Salud, que son beneficios garantizados por ley a pacientes afiliados a Fonasa e Isapres). 'Por lo tanto, está cubierto en la gran mayoría de su tratamiento e intervenciones', afirma.