"Hay gente que no sabe manejar, con suerte tiene un teléfono. ;Menos van a manejar un computador para poder hacer una declaración en línea! Esas son las cosas que las autoridades no toman en cuenta al momento de sacar decretos para que esta cuestión funcione". Este es uno de los testimonios que recogió un estudio de la Fundación para la Superación de la Pobreza en las islas menores de las regiones de Los Lagos y Aysén.

Una investigación que se focalizó en islas habitadas en ambas regiones (40 en Los Lagos y en cuatro zonas de Aysén) y cuyos resultados fueron presentados ayer, en Puerto Montt. Entre los principales hallazgos está la constatación —cruzando datos de los censos de 2002 y 2017— de la baja de la población en las islas de Los Lagos, que entre ambos sondeos perdieron casi dos mil habitantes de un total de 13 mil personas, mientras en Aysén este número creció desde los 2.587 a los 2.930 habitantes, según el último censo.

El estudio también caracterizó a las poblaciones y detalló que mayoritariamente las islas están habitadas por campesinos o agricultores (41%), seguidos por recolectores de algas (23%), pescadores artesanales (11%) e igual porcentaje de pensionados.

El estudio indica que solo el 7% es salariado acuícola, mientras el 4% es buzo mariscador. "Abarroteros" (pequeños comerciantes) se declara el 23% de la población, mientras que apenas el 1% mantiene la antigua tradición de constructor de ribera (artesanos que fabrican lanchas).

En general, los isleños viven con una mínima urbanización y acceso precario a servicios. Tienen, además, enormes diferencias materiales con los habitantes de las zonas continentales, e incluso entre ellos, como en el 1. acceso al agua potable: mientras el 41% en las islas de Los Lagos se abastece de pozos o norias, y el 33% de vertientes, en Aysén, debido a la conformación de poblaciones más aglutinadas, el 91% está conectado al agua potable a través de sistemas de Agua Potable Rural (APR).

El citado estudio también deja en evidencia diferencias en el nivel de escolaridad. Es el caso de Isla Tenglo, frente a Puerto Montt, a cinco minutos cruzando en lancha o bote, en donde el promedio de escolaridad de sus habitantes alcanza a solo 7,9 años, muy por debajo de los 11 años a nivel nacional.

"Todos los isleños quedan fuera de cualquier oportunidad laboral, porque entre el 80% y 90% de la población adulta no tiene enseñanza media", agrega el líder del equipo investigador, Ricardo Alvarez.

"Este estudio nos da un mapa de vulnerabilidad que nos va a permitir empezar a levantar iniciativas con pertinencia territorial en temas que no están siendo visualizados", afirma la seremi de Desarrollo Social en Los Lagos, Soraya Said.

Desde 2008, "se ha registrado un éxodo masivo de habitantes", ya que cerca del 44% de la población de algunas de estas islas ha emigrado, agrega Said. También precisa que, en general, la tradición muestra que los habitantes de estas zonas insulares tienen un comportamiento nómade, "pero nosotros no queremos que se sigan despoblando, que los niños se tengan que ira los 14 años, porque no tienen cómo seguir estudiando en sus entornos familiares".

En tanto, Álvarez precisa que "las políticas públicas en Chile operan homogeneizando los territorios y en el caso de las islas, significa que quedan invisibilizadas, se les considera territorios rurales y son muy distintos. Y ocurre con todas las islas de Chile".

"Debe haber comprensión de parte del Estado de que no se puede tratar a todos como un solo territorio. No podemos exigir a recolectores de orilla, que tengan resolución sanitaria o iniciación de actividades o generar trámites por internet cuando no tienen la conectividad. Hay que dotarla primero. Y esperamos que estos estudios nos permitan escuchar a las personas, flexibilizar la política pública", enfatiza Said.