Siempre que termina una relación laboral, el empleador y el trabajador deben suscribir a un documento llamado finiquito, en el cual queda estipulado el término del vínculo entre ambos. La firma de este documento por parte del trabajador deja al empresario libre de adeudar alguna cantidad y al empleado, de trabajar bajo las órdenes del primero.

No obstante, si el trabajador considera que el documento presenta alguna irregularidad, puede hacerlo notar a través de las 'reservas de derechos'. Itiel Olivares, abogado experto en derecho laboral del bufete Seguro Legal, explica que la utilización de reservas de derecho (o reserva de acciones) significa que el trabajador no está de acuerdo con algún aspecto del finiquito, lo que le da la facultad de poder demandar al empleador posteriormente. Un ejemplo son las horas extras. Si al momento de firmar, el empleado considera que se le deben horas extras, puede firmar indicando 'se reserva el derecho a demandar horas extras'. Esto implica la aceptación de todo el documento, excepto el punto relacionado con horas extras.

'La reserva de derecho se puede aplicar en cualquier cosa que el trabajador considere que no se cumplió, ya sean horas extras, causal de despido, monto de indemnizaciones o el no pago de la semana corrida, entre otros', asegura Olivares. El experto añade que lo importante es tener presente que el trabajador está en todo su derecho de escribirla en el finiquito. Este año, la Corte de Apelaciones de Santiago sentenció que, para que tenga validez la reserva de derechos, es necesario que el trabajador la redacte de manera específica.