Jaime Mañalich recorre los pasillos del tercer piso del edificio del Ministerio de Salud como si regresara de unas breves vacaciones. Saluda a cada persona que se le cruza, mientras se dirige a la oficina que ya utilizó por cuatro años, entre 2010 y 2014.

Apenas entra, su vista se detiene en el espacio vacío de uno de los muros. 'Falta un cuadro que para el golpe militar fue sacado de la casa del presidente Allende en Tomás Moro', señala el médico, mientras cuenta que la pieza llegó al edificio junto a una larga mesa que todavía está instalada en el despacho de los titulares de Salud.

'Llevaron la obra al Museo de Bellas Artes durante el segundo gobierno de la presidenta Michelle Bachelet', le comenta su secretaria. Mañalich parece quedar conforme con la explicación porque toma carpetas y papeles, y parte caminando a La Moneda a reunirse con el Presidente Sebastián Piñera, mientras conversa sobre cuántas otras cosas habrán cambiado durante los cinco años que estuvo fuera.

Rumbo al Palacio de Gobierno, el nefrólogo revela que hace un mes y medio el mandatario lo llamó para sondear su disponibilidad de volver al ministerio, aunque la idea se oficializó la noche del miércoles.

'Ocasionalmente me llamaba para conversar sobre algún tema de salud o algo que no comprendía bien. Eran conversaciones de amistad en las que yo le decía lo que pensaba… Y no sé si el tomaría en cuenta mis opiniones', asegura sobre la relación que mantenía con el Presidente. Entre otros temas, recuerda, hablaron de la reforma a las isapres, del rol de Fonasa, de licencias médicas, pero 'del Hospital Digital no hablamos nunca', afirma acerca de uno de los proyectos más importantes para su antecesor, Emilio Santelices.

Por sus constantes conversaciones con Piñera, dice tener clara su tarea. 'Yo la concentraría en una frase: hacer que las cosas ocurran', indica y detalla que 'no es la idea presentar más proyectos de ley, sino sacar adelante los que están'.

La excepción que tiene en mente es una iniciativa para el 'Hospital Digital' —que busca aumentar las atenciones a pacientes del sector público a distancia—, sobre el cual no escondió sus reparos en los meses anteriores. Según Mañalich, si bien se trata de una idea muy ambiciosa, 'hay que darle un marco jurídico adecuado (…). Hay que evaluar qué cosas siguen adelante, cuáles vale la pena esperar y tratar de trabajar esto en un proyecto de ley para que sea algo estable'.

-¿Qué diferencia al ministro que llega ahora con el de 2010?

'Yo asumí el primer mandato del ministerio, fundamentalmente desde la perspectiva de un técnico, de un conocedor de la administración de hospitales, de la inversión. Durante ese período aprendí, a veces a tropiezos duros, que un ministro es fundamentalmente un agente político. En ese contexto, entiendo que el rol que asumo en este segundo período no es solo técnico, sino que uno muy fuerte en lo político y yo estoy dispuesto a jugar ese rol en apoyo a la presidencia, en conversación con los parlamentarios, en proyectar la obra de este gobierno. Eso lo tengo más nítido hoy que durante el primer mandato'.

-¿Qué errores espera no volver a cometer?

'La relación con el Congreso es algo que yo aprendí a tropiezos. Al trabajo con ellos (los legisladores) hay que dedicarle mucho tiempo, preparar muy bien las reuniones, tratar de conseguir consensos. Ese fue un aprendizaje doloroso que hoy es un capital para mí porque los errores que cometí, no tendría por qué repetirlos esta vez'.

También reflexiona sobre cambios más personales: 'Ahora llego más reposado por la edad (tiene 65 años). También es cierto que las principales dificultades que tiene uno cuando se asume sin experiencia un ministerio es poder distinguir qué cosas son más importantes que otras. Hoy me es más fácil hacerlo'.

Sobre Emilio Santelices, Mañalich asegura que la evaluación que hace Piñera es buena, ya que 'cumplió con poner todos los proyectos de ley en el Parlamento' que se le habían encargado. Pero afirma que ante el escenario económico actual, 'el Presidente ha acentuado un círculo donde haya una capacidad de jugar mucho más al toque rápido, de entendimientos veloces', explica casi llegando a La Moneda.

-¿Qué le parece que el cambio de gabinete no haya tocado al equipo político, de lo que tanto se había hablado?

'Yo creo que el equipo político para un Congreso que es tan fuertemente de oposición está haciendo un muy buen trabajo. No me corresponde a mí opinar sobre las decisiones del Presidente, pero creo que es una buena idea haber mantenido a todas esas personas que han demostrado un gran trabajo en equipo. El esfuerzo del cambio de gabinete es fundamentalmente el fortalecer la línea económico-financiera del Gobierno, por cuanto esa es la situación que tiene más decepcionada o preocupada a la ciudadanía'.

Casi tres horas más tarde, ya de regreso de su reunión con el mandatario, el ministro Mañalich asegura: 'Me fue bien'. Y anticipa que habrá anuncios presidenciales pronto.

Sentado nuevamente en su despacho, comenta que después de todo, obras más u obras menos, 'la oficina está bastante igual. Solo falta un cuadro por instalar'.