Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2021-05-20
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   2
Sección:   El Día
Centimetraje:   28x23
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Pasó de tener 300.000 infecciones diarias a 25.000
Vacunaciones derrumban los contagios en Estados Unidos
La inmunización temprana de los jóvenes y la alta efectividad de las vacunas con ARN mensajero, explican la drástica baja.
Cuando el 14 de diciembre del año pasado Estados Unidos vacunó a la primera voluntaria, una enfermera de la primera línea de la ciudad de Nueva York, el país iniciaba una escalofriante ola de contagio que eclipsaría a todas las otras olas de contagio registradas hasta ese momento en el planeta. Así, a mediados de enero el número de contagios diarios superaban los 300.000, los muertos frisaban los 4.500 y las hospitalizaciones alcanzaban las 135 mil. Proporcionalmente, es como si en Chile hubiesen 17.200 infectados por día (el máximo que hemos tenido son 9.000), 259 muertos y 7.772 hospitalizados. Pero ahora el panorama es completamente distinto.

Con 158 millones de personas con al menos una dosis suministrada, Estados Unidos registra un promedio semanal de 9,7 casos por cada cien mil habitantes (tuvo 25.000 casos el martes), una cifra no vista desde hace 11 meses; en tanto que los hospitalizados llegan a 28.000, el más bajo de los últimos 8 meses. Un caso paradigmático es lo que ocurre en el estado de California, el más poblado de la Unión. Hasta el momento ha suministrado 34,8 millones de dosis (para una población de 39 millones de habitantes), llegando su tasa de positividad a 0,9%. El martes tuvo apenas 1.232 casos. Es como si en toda la Región Metropolitana hubiese 246 casos. 'Qué envidia', se le escapa a la infectóloga Cecilia Vizcaya, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica.

'Esta baja de contagios se debe principalmente a la vacunación masiva que han tenido y al tipo de vacuna que aplican, que es con ARN mensajero (Pfizer y Moderna), la que ha demostrado que impide que el virus se aloje en la faringe, en la garganta. Eso hace que las personas no infecten al resto, cortando así la cadena de contagio de manera más eficiente'. Olivia Horna, coordinadora del Programa de Magíster en Salud Pública de la Universidad de Chile, cree que también ha sido clave la estrategia de vacunación. 'Pasado un tiempo, los norteamericanos abrieron la vacunación para todas las personas a libre demanda, permitiendo rápidamente la vacunación de los jóvenes, que son los que más contagian', dice. 'Por supuesto, eso lo pueden hacer porque no tienen problemas de suministro de vacunas, son fabricantes y a gran escala.

En Chile tenemos que hacer una calendarización de acuerdo a la disponibilidad de las vacunas que tenemos'. Ximena Aguilera, académica del Centro de Epidemiología de la Universidad del Desarrollo y miembro del Comité Asesor del Covid del Minsal, suma, además de las vacunas, otros tres factores: 'Primero, que Estados Unidos ha sido uno de los países con el mayor número de infecciones en el mundo y esas personas generaron inmunidad natural. Segundo, las bajas de contagio coinciden con la llegada de la primavera y el verano, donde hay más posibilidades de realizar actividades al aire libre, disminuyendo las probabilidades de contagio. En invierno la gente está más encerrada en sus casas, que es donde se produce la mayoría de los contagios. Y por último, la mezcla de las personas es menos probable, dado que en Estados Unidos ya sortearon los efectos de las vacaciones y las fiestas de fin de año'.

¿Cuánto falta para que pase algo similar en Chile? Es la pregunta del millón. La doctora Aguilera dice que hay dos o tres cosas muy distintas con Estados Unidos. 'Nosotros tenemos la variante brasileña, la predominante en Chile, y que ataca más a los jóvenes, a quienes recién estamos vacunando. Y no tenemos el mismo nivel económico. En Chile hay mucho más hacinamiento, lo que aumenta las posibilidades de infección', dice.
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JUAN MORALES-