Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-05-07
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   2
Sección:   Sociedad
Centimetraje:   31x25
La Segunda
La idea del ministro Monckeberg bajo la lupa
Menos tráfico, pero más depresión: Los efectos de empezar a trabajar a las 7.30
El cambio generaría una compleja nueva realidad. Para la congestión, suena algo positivo. Desde la salud y la economía dicen que depende de su implementación.
La presentadora de TV Oprah Winfrey, Michelle Obama, el CEO de Apple Tim Cook y el de Microsoft Bill Gates. Todos tienen una cosa en común: son muy exitosos y se levantan muy, muy temprano. Algunos antes de las 5 am. En ese sentido, la criticada idea de entrar a trabajar a las 7.30 am. que propuso el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, no suena negativo. Pero en otros sentidos, como para quienes se trasladan en transporte público y no en automóvil particular, puede parecer un disparate.

Así lo dicen expertos de tres áreas consultados por La Segunda, que destacan los beneficios y perjuicios de la idea del ministro. 'Si ese trabajador en vez de las 9 de la mañana, llega a las 7.30, se va a demorar 20 minutos a la pega y va a llegar a su casa por lo menos una hora y media antes, porque no se va a ir a la hora del taco', dijo ayer Monckeberg en Radio La Clave.

Partiendo por los optimistas con la idea, desde la ingeniería y el transporte, el levantarse más temprano para trabajar es una buena idea, siempre que los inicios de las jornadas laborales sean parcelados. 'Se reduciría el tráfico de los horarios punta de las mañanas, que son entre las 7.30 am y las 9 am. ¡En el centro, por la Alameda pueden pasar hasta 4.400 vehículos por hora! Esto, porque toda la gente entra a la misma hora. Si fuera a diferentes horas, podríamos ver reducciones de tráfico de 20%, que podrían tener efectos en reducción de tiempo de desplazamiento de 40%', explica el director del Centro de Transporte y Logística UDP, Franco Basso.

El tráfico es, después de todo, uno de los grandes problemas de la capital. Según el estudio 'Uso Global de Transporte Público', un santiaguino pierde en promedio cerca de 13 días al año de su vida sentado en su vehículo esperando llegar a su casa, atascado en los tacos.

Estas altas hora de espera pueden causar depresión y otros problemas de salud, según estudios como uno de la University of the West England.

El cerebro madrugador

Desde el área de la Salud, específicamente la Neurología, no son tan optimistas. Es que no todos los cerebros son como los de Obama, Cook o Gates del mundo. Algunos son más activos en la mañana y otros en la tardes y noches. Y tampoco las billeteras son las mismas: algunos economistas tampoco creen que sea una buena idea levantarse muy temprano para trabajar.

'Hay quienes tienen tendencia a iniciar su ciclo de sueño más temprano, por factores hereditarios. A esas personas se les hace más fácil empezar a trabajar en horas de la mañana. Otros, en cambio, se activan más tarde, y tienden a perder esas primeras horas de la mañana, sean de trabajo o estudio', dice el neurólogo del Centro de Sueño de la Clínica Santa María, José Luis Castillo.

Además, hay otros efectos fisiológicos que no se consideran, explica la neuróloga del Centro de Sueño de la Clínica Dávila, Evelyn Benavides. 'Por ejemplo, tomar desayuno a oscuras hace que el reloj biológico crea que es de noche, lo que hace que la absorción de nutrientes sea mala, porque la insulina se produce más cuando está amaneciendo', señala.

¿Y económicamente?

Los expertos dicen que es importante que levantarse sea mientras hay horas de luz y que se duerman las horas necesarias, sobre todo si lo que se tiene en mente es la productividad. Según un estudio de la RAND Corporation, la falta de sueño le costó a Estados Unidos US$411.000 millones en 2017, por una mayor tasa de accidentes, errores y menor productividad de los trabajadores con poco sueño, que además tienen mayor probabilidad de desarrollar enfermedades como depresión u otros transtornos del ánimo. Además, levantarse de noche puede aumentar la presencia de estos padecimientos en la población.

'Levantarse más temprano no es malo en sí, pero ojalá uno pudiera comenzar a funcionar y a trabajar con luz de día y, sobre todo, dormir siempre lo necesario', dice la neuróloga de la Clínica Las Condes, Francesca Solari.

Desde la Economía concuerdan con esta tesis. En países de climas cálidos, los horarios de inicio de jornada laboral son más temprano, y esto aumenta la productividad. Pero esa no es la realidad de Chile, comenta el economista de Rojas & Asociados, Patricio Rojas.

'Chile es diferente. El clima nos vuelve menos productivos si entramos a trabajar a oscuras. Esto, porque en Chile amanece muy tarde en invierno y porque el chileno está acostumbrado a llegar a su hogar y realizar alguna actividad, por lo que se acuesta tarde. Creo que la ganancia en productividad sería cero, y en algunos casos negativa', explica Rojas.

Además, se debe considerar la realidad de quienes utilizan el transporte público para ir a sus trabajos. 'Soy profesora, vivo en Cerro Navia y trabajo en Bajos de Mena en Puente Alto. Entro a las 7:45, me levanto a las 5 y salgo de mi casa a las 6 am. En qué horario se abre el agujero de gusano para demorarme 20 min', comentó la profesora Valeria González, en Twitter. Tenía 1.200 likes y 640 retuits al cierre de esta edición.
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Por Felipe O'Ryan y Sofia Chiesa O Casagrande-