Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2018-05-07
Tipo:   Suplemento
Página(s):   6-7
Sección:   Suplemento
Centimetraje:   30x58
El Mercurio - Revista del Campo
LOS DESAFÍOS PARA APROVECHAR EL POTENCIAL DE CHILE EN LA PRODUCCIÓN ORGÁNICA
Pese al fuerte aumento de la superficie certificada, al crecimiento a tasas de dos dígitos del mercado a nivel mundial y al acuerdo de equivalencia de normas con la Unión Europea, existen temas pendientes, como más investigación y promoción en el exterior, fortalecer al SAG, formar profesionales especializados y unir al sector en un gremio.
El Instituto de Investigación en Agricultura Orgánica, conocido como Fibl, es un organismo independiente, con oficinas en varios países europeos, que busca desarrollar proyectos para generar soluciones productivas para ese tipo de producción agrícola. Pero, además, es una de las instituciones que reúnen más datos sobre agricultura orgánica a nivel global, así como el pulso de sus tendencias. En su último informe estadístico asegura que el mercado para los alimentos orgánicos ya suma unos US$ 89.700 millones a nivel mundial, donde la mayor parte de sus principales mercados mantiene tasas de crecimiento de dos dígitos.

Además, según datos al cierre de 2016, Fibl indica que a nivel global el número de productores orgánicos aumentó 12,8% respecto del año anterior, llegando a más de dos millones de personas, y que la superficie creció 15% en un año, y ya suma 57,8 millones de hectáreas. Chile no queda fuera de esa tendencia. Solo entre 2015 y 2016, la superficie certificada como orgánica subió 30%, llegando a más de 130 mil hectáreas, según el SAG, que equivale a un alza de 66% si se compara con los datos de 2014. Si bien el incremento se explica en buena medida por la mayor superficie orientada a la recolección silvestre, ligada al despegue del maqui, también subieron 19% los frutales mayores certificados como orgánicos, liderados por las manzanas.

Por otro lado, el mercado interno también muestra señales de crecimiento, ya que las importaciones de productos orgánicos frescos entre 2015 y 2016 subieron 70%, superando los US$ 2,6 millones, y las organizaciones de pequeños productores autorizadas para autocertificarse bajo la normativa chilena siguen al alza: si hace dos años había cuatro autorizadas, actualmente son diez y se espera que durante este año el SAG autorice al menos a otras cinco, en distintas regiones del país. A pesar del promisorio escenario para la demanda de alimentos orgánicos y las señales de crecimiento a nivel comercial y productivo, asesores y especialistas consideran que Chile tiene un potencial mayor para desarrollar este tipo de agricultura.

Eso, sobre todo en este momento, en el que se cumplirá un año de la entrada en vigencia del acuerdo de equivalencia de normativas de certificación con la Unión Europea —que hasta ahora no tiene ningún otro país fuera de la UE—, que permite que un producto orgánico chileno, certificado con la norma nacional, se pueda vender en Europa sin controles adicionales. 'Creemos que la categoría de orgánicos puede ser una buena forma para diferenciar nuestra oferta de frutas frescas de otros proveedores, y la estamos potenciando a través de promociones a nivel internacional, principalmente en mercados con alto consumo de orgánicos, como Estados Unidos y Europa', dice el presidente de Asoex, Ronald Bown, como uno de los elementos pendientes por desarrollar, a los que se suma la formación de profesionales especializados, la formación de un gremio a nivel nacional y fortalecer al SAG.

GREMIO NACIONAL

La Asociación de Agricultores Orgánicos de Chile, AAOCh, era el gremio que representaba a los productores orgánicos a nivel nacional en distintas instancias, como la Comisión Nacional de Agricultura Orgánica del Ministerio de Agricultura. Sin embargo, debido a la falta de recursos y a la dificultad para reunirse de sus miembros, hace un par de años dejó de funcionar y actualmente solo existen organizaciones regionales o ligadas a un rubro específico, como los berries, algo que es visto como una falencia para representar los intereses del sector a nivel más global, pero que estaría por cambiar. 'Estamos reagrupándonos, pensando en cómo aprovechar este buen momento, pero definitivamente es un tema que está pendiente y que tenemos que abordar para tener una organización gremial funcionando', comenta el productor y asesor Miguel Elissalt, quien fue presidente de la AAOCh.

Aunque reconoce que es difícil representar a todos los productores orgánicos, por la diversidad geográfica y las distintas áreas a las que se dedican, cree que el camino va por fortalecer más las organizaciones que ya existen, y por eso están intentando armar un nuevo gremio nacional a partir de la Organización de Orgánicos del Centro Sur. El presidente de Fedefruta, Luis Schmidt, resalta que el acuerdo logrado con la UE va a abrir nuevos caminos a mediano plazo para los productores de frutas orgánicas y reconoce su interés por apoyarlos. 'Si logramos juntar una masa crítica para hacer una asociación de orgánicos, Fedefruta estaría feliz de apoyarlos y estar junto a ellos. Tenemos a varios productores certificados o en vías de hacerlo, y los vamos a apoyar', afirma.

FORTALECER AL SAG

El Servicio Agrícola y Ganadero es la institución encargada de fiscalizar las certificaciones de la producción orgánica en Chile y de avanzar en acuerdos como la equivalencia de normativas con la UE, a la que se suman negociaciones que están llevando adelante con Brasil y Corea del Sur con la misma finalidad, a las que podrían agregar Estados Unidos y Suiza este año. La idea detrás de estos acuerdos es simplificar los requisitos que tienen los agricultores para exportar a distintos mercados, porque cada uno tiene sus propias reglas, y hoy deben certificarse para cada destino al que exportan.

Pero, pese a los beneficios que eso puede traer y la mayor exigencia que impone a los funcionarios, que deben responder ante sus pares de otros países, los recursos asignados al Departamento de Agricultura Orgánica —que hasta el año pasado tenía la categoría de subdepartamento— se han mantenido y la dotación de funcionarios, también. 'Uno de los desafíos que tenemos es mantener vigente ese acuerdo con la UE, que implica cumplir con todos los compromisos que adquirimos como país, como mantener la información al día y enviar una vez al año un informe con las actividades relacionadas con el acuerdo, entre otros puntos', comenta el jefe del Departamento de Agricultura Orgánica del SAG, Claudio Cárdenas.

Si se empieza a negociar con otros países, para no descuidar la fiscalización del mercado nacional y de la normativa chilena, que hasta ahora es su principal función, considera que se va a requerir de personal especializado adicional, porque hasta ahora son cinco funcionarios administrativos y unos 30 fiscalizadores a nivel nacional. El ministro de Agricultura, Antonio Walker, detalla que para este año no están los recursos para fortalecer esta área del SAG, y cree que el camino es distribuir mejor lo que ya existe. 'Como los recursos son escasos, más que prometer un gran aumento de ellos, hay que focalizar muy bien los recursos que tenemos en lo que realmente tiene impacto', dice.

PROMOCIÓN INTERNACIONAL

A raíz de la relevancia que han pasado a tener en la oferta exportadora, el Comité de Arándanos comenzó a llevar una cuenta diferenciada en sus estadísticas de envíos de arándanos orgánicos esta temporada, ya que son vistos como una oportunidad para diferenciarse de otros productores, como Perú. Además, por primera vez, participaron como Comité en la Feria Mundial de Alimentos Orgánicos (Biofach), realizada en Alemania, donde se promocionaron los arándanos orgánicos chilenos.

La señal es vista como la punta del iceberg de un tema que está pendiente por desarrollar: la promoción de la oferta orgánica chilena, que hasta ahora han llevado adelante algunas empresas en forma puntual, especialmente viñas, pero que no ha tenido un respaldo como país detrás. 'Tenemos que hacer una iniciativa de promoción más agresiva de la fruta orgánica. Tenemos que reimpulsarla, porque pasamos unos años de transición en precios que generó desmotivación a nivel local, pero hoy se recuperó la economía mundial y, con eso, volvió el consumo de orgánicos', proyecta el ministro Antonio Walker.

Aunque reconoce el valor de la promoción para el desarrollo local de los orgánicos, Miguel Elissalt advierte que debe ir acompañada de una revisión más profunda sobre el tipo de agricultura que quiere desarrollar Chile. 'Para vender la imagen de un país sustentable tenemos que recorrer un camino más largo y pensar en otros temas, como qué está haciendo la agricultura por el cambio climático, cómo bajar el impacto de nuestra producción y cómo se está cuidando el agua y el entorno', plantea.

FORMAR ESPECIALISTAS

Uno de los puntos que en el SAG reconocen como débiles es la capacidad de encontrar funcionarios preparados para trabajar en el área de orgánicos, y detallan que en muchos casos cuesta formarlos cuando ya están trabajando. Al revisar las mallas curriculares de agronomía, son muy pocas las universidades que incorporan asignaturas relacionadas con la agricultura orgánica y, si lo hacen, son ramos electivos o que solo duran un semestre.

En el caso de la Universidad Católica, se incorporó como curso recién hace dos años, como parte del área de protección vegetal, por un semestre, con alrededor de 40 vacantes. 'Es un curso muy exitoso y atractivo para los estudiantes. Dura un semestre porque los fundamentos de la producción orgánica no son diametralmente opuestos a los de la agricultura convencional, en términos de funcionamiento de las plantas', explica el decano de Agronomía e Ingeniería Forestal de la UC, Rodrigo Figueroa, y explica que el foco de la malla curricular está puesto de manera más transversal en la sustentabilidad.

Como director ejecutivo de la Fundación Alerce 3000, que busca difundir técnicas de desarrollo de una agricultura sustentable, Francisco Calabi coincide en que faltan asesores capacitados para apoyar a los productores que están interesados en convertirse a orgánicos. 'Hasta la industria de agroquímicos ha reaccionado antes que las universidades.

Tienen que tomar el guante, porque juegan un rol clave, e incluir ensayos orgánicos en sus campos experimentales, por ejemplo, y formar técnicos y profesionales especializados en los cultivos extensivos y otras áreas, no solo en la fruta', plantea por teléfono, desde la Región de La Araucanía.

MÁS INVESTIGACIÓN LOCAL

Ecocert es una de las tres empresas autorizadas por el SAG para certificación orgánica en Chile. Su gerente de operaciones, Cristián Carranza, lleva más de 12 años dedicado a esta área, donde debe viajar por distintas regiones del país y conocer varios rubros, y aunque reconoce que se ha ampliado la diversidad de especies certificadas, falta información para que el abanico se abra más. 'Falta investigación y desarrollo local en la agricultura orgánica.

Somos buenos productores de manzanas, berries y kiwis, pero no sabemos tanto sobre las paltas orgánicas, por ejemplo, que desaparecieron con la falta de agua, o por qué no hay un mayor desarrollo de frutos secos, como la almendra, de carozos y cerezas que, aunque hay algunas certificadas, son pocas para un país que es un gran productor', plantea. Es uno de los aspectos que el ministro Antonio Walker también quiere impulsar durante este gobierno, con la idea de acercar las necesidades de información que tiene la industria con la investigación, para resolver problemas concretos.

'Hay algo clave, que es encontrar el lugar donde el producto orgánico que vamos a generar tenga las mayores ventajas comparativas en términos como la presión de plagas. Tenemos que hacer ese ajuste de investigar cuáles son las especies y variedades que tienen más ventajas y dónde se adaptan mejor, para concentrarnos en ellas', proyecta, y resalta que la agricultura orgánica está dentro del programa de gobierno como uno de los temas importantes.

Recuadro
PRODUCCIÓN PECUARIA MÁS COMPLEJA

Del total de la producción orgánica del país, en el SAG estiman que alrededor del 90% se dedica a los productos agrícolas, con frutas, hortalizas y alimentos procesados de origen vegetal, mientras que la apicultura y la ganadería aún son muy incipientes, ya que son más complejas. Si bien existe una normativa vigente para regular la producción de carne, lana, leche y huevos, entre otros productos, uno de los requisitos es que toda la alimentación de esos animales también debe estar certificada como orgánica, lo que a veces es escaso.

'Estamos promoviendo un cambio en la normativa chilena para flexibilizar esa parte, de manera que puedan usar un alimento más convencional, que no pueda ser transgénico, pero que les dé más rango de acción en la oferta de alimentación animal', comenta Claudio Cárdenas, del SAG, aunque advierte que eso sería para la venta en el mercado interno, porque esta área quedó fuera el acuerdo con la UE.


12,8% AUMENTÓ el número de productores orgánicos a nivel mundial entre 2015 y 2016

EE.UU. ES EL PRINCIPAL MERCADO para los orgánicos, seguido por Alemania, Francia y China, según Fibl

"Tenemos que hacer una iniciativa de promoción más agresiva de la fruta orgánica. Pasamos unos años de transición en precios que generaron desmotivación, pero se recuperó la economía y volvió el consumo"

ANTONIO WALKER, MINISTRO DE AGRICULTURA

"Para vender la imagen de un país sustentable tenemos que recorrer un camino más largo y pensar en temas como qué está haciendo la agricultura por el cambio climático, cómo bajar el impacto de nuestra producción y cómo se cuida el agua y el entorno"

MIGUEL ELISSALT, ASESOR Y PRODUCTOR ORGÁNICO
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