Las crisis también representan oportunidades. Y eso es lo que está movilizando a Mastercard para la puesta en marcha de un nuevo producto en un contexto agitado por la pandemia: se trata de Prepago, un plástico que sigue la tendencia de uso mediante recarga de efectivo, pero que además de ser usada en el comercio nacional, sirve para pagar cuentas internacionales.

Dicho plástico ya es usado por algunas organizaciones en Chile —como Coopeuch y la Caja Los Héroes— además de convenios de beneficios con farmacias, como Salcobrand, y plataformas de pago, como Sencillito, y apuesta a una mayor masificación entre el segmento no bancarizado, aprovechando el respaldo de la marca.

Según el country manager de la compañía en Chile, Patricio Sandoval, se trata de un producto que permite prepararse, en el mediano plazo, para la puesta en marcha del modelo de 4 partes, que aumentará la oferta de emisores de tarjetas, rompiendo lo que fue por años el predominio de Transbank, y da cuenta de que, pese a las complicaciones generadas por el covid-19, la industria puede mantenerse optimista.

—¿Cuál es la ventaja de este nuevo producto?

"La particularidad de esta tarjeta en el mercado chileno es que va a ser una nueva fuente de inclusión financiera. Hemos venido trabajando fuertemente con instituciones como Coopeuch, la Caja Los Héroes y Tenpo, que acercan a los clientes desbancarizados o que no necesariamente tienen una relación comercial con una institución financiera, para que puedan recibir fondos o efectuar pagos a través de esta nueva tarjeta. Además, si los clientes tienen que pagar servicios a través de internet incluso a nivel internacional, como Netflix, también podrán hacerlo".

—¿Por qué ese foco y por qué en un marco de pandemia?

"En el caso de estas instituciones, están complementando la oferta existente y la han vinculado al pago de beneficios sociales, ya sea se entreguen en forma presencial en las sucursales, para lo cual la tarjeta tiene tecnología contact less, o que reciban sus beneficios en forma directa en su tarjeta de prepago. Ambos factores ayudan a evitar la propagación del covid-19, expanden los medios de pago y facilitan la inclusión financiera. Además, vemos que existe un fuerte interés en disponer de toda la infraestructura de aceptación local e internacional para que los clientes puedan dejar el efectivo y utilizar un medio de pago electrónico".

—¿Cómo han visto el impacto en la industria por el covid-19?

"Se han observado ciertos impactos a partir de marzo. La organización acaba de informar los resultados globales donde tuvimos un crecimiento fuertemente potenciado por enero y febrero cercano al 5%, con US$ 4.000 millones de ingresos netos. Nuestra expectativa es que no vamos a tener un segundo trimestre con las mismas tasas de crecimiento, porque las tarjetas de débito, crédito y prepago están siendo utilizadas específicamente para transacciones de una recurrencia diaria, no hay grandes transacciones en el mundo del entretenimiento, por ejemplo. La industria ha sufrido disminuciones en ciertas categorías de uso, pero somos optimistas".

—¿Por qué?

"Somos optimistas de que esto va a ir evolucionando en un buen camino en la medida en que los indicadores de covid-19 vayan teniendo una evolución positiva y también respecto del mercado local, con la incorporación de un modelo de cuatro partes y los nuevos actores que se van a incorporar al mercado, alcanzando en torno a los 700 mil comercios, según cifras de la Cámara de Comercio. Con esto, el crecimiento que debiera mostrar la industria de pago en los próximos años debiera ser importantísima. Solo recordar que Chile tiene uno de los indicadores más altos de penetración de uso de medios de pago junto con Brasil en Latinoamérica, y creemos que con la apertura y diversificación de oferta, no solo en el negocio de emisores, sino también de adquirentes, va a permitir que la industria crezca como un todo. Hoy, Mastercard tiene una hoja de ruta para esto y esperamos tener de aquí a fin de año a todas las instituciones operando full bajo el modelo de cuatro partes".

—Con la pandemia, ¿ha cambiado el uso de tarjetas hacia lo online?

"Obviamente, el hecho de que las personas estén en sus hogares y con cuarentena ha significado que como medio de pago mayoritariamente se ve impulsado a través del ámbito no presencial. las tasas de crecimiento son bastante importantes y han permitido que supermercados, farmacias y organizaciones indispensables para la ciudadanía que proveen servicios básicos desarrollen canales de venta en el ámbito digital y pensamos que habrá un fuerte impulso para las transacciones de prepago".

—¿En qué sentido?

"Hemos visto un aumento en supermercados, farmacias y otras categorías que son productos indispensables para las personas en tiempos de crisis. Un estudio para Latinoamérica hecho entre el 10 y el 12 de abril a más de 17 mil consumidores señala que un 78% seguirá usando esta tecnología después de la pandemia y si vamos al segmento de menores de 35 años, esto aumenta a 82%. Entonces, obviamente ha habido un deterioro de las operaciones presenciales, pero hemos tenido una evolución importante que nos hace pensar que los volúmenes van a seguir siendo fuertes en el ámbito no presencial".

Obviamente, el hecho de que las personas estén en sus hogares y con cuarentena ha significado que como medio de pago mayoritariamente se ve impulsado a través del ámbito no presencial'.

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