Miguel Muñoz, estilista de Concepción, supo arriba del avión en que viajaba este martes a Santiago que había ganado un premio por ser el pasajero número 1.000.000 de JetSmart, la aerolínea que comenzó a operar en Chile hace diez meses. 'Teníamos que demostrar algún talento y yo hice una mímica de las instrucciones de las azafatas y canté Un millón de amigos de Roberto Carlos, por lo del vuelo 1.000.000.

Los pasajeros votaron y me gané el premio, pero no me imaginaba qué podía ser', cuenta. Cuando llegó a la sala de recepción y vio a la gente y a la prensa esperándolo, se dio cuenta que el premio debía ser bueno: 'No podían hacer tanta cuática para regalarme un café y un queque', dice.

El cálculo no anduvo mal: se ganó vuelos por 1.000.000 de kilómetros, suficientes para dar dos veces la vuelta al mundo o ir y venir 200 veces de Santiago a Lima: 'Nunca me había ganado un premio, pero el primero es muy bueno.

Puedo viajar por Chile o ir a Lima, y me dijeron que puedo usar los kilómetros cuando habrán nuevas rutas en Sudamérica, así que los voy a guardar', dice. Como avión En la aerolínea, surgida del grupo internacional Indigo Partners, propietario de varias líneas de bajo costo en América y Europa, están muy satisfechos con los resultados conseguidos a la fecha.

En diez meses alcanzaron una participación de mercado de 11,8%, un crecimiento superlativo. 'Teníamos previsto alcanzar 1.000.000 de pasajeros al mes 15. Nos adelantamos cinco meses', dice Estuardo Ortiz, CEO de JetSmart. 'En Chile era clave estimular el mercado y eso se superó con creces.

El mercado creció 22% el primer trimestre, cifra igual al crecimiento acumulado de los últimos cuatro años. Es decir que existe gran demanda cuando los precios son los correctos, ya que el 100% de los pasajeros son incrementales respecto al año pasado. Latam y Sky también han llevado más pasajeros'.

-¿Qué proyecciones tenían en participación de mercado a la fecha?

-La verdad es que nos fijamos poco en la participación, más bien miramos la estimulación del mercado. Al final, la participación es engañosa porque lo que nos importa no es el mercado aéreo, sino el del transporte en general. Ese mercado, compuesto por los pasajeros de avión, de buses, de tren y de autos, es de 150 millones de pasajeros.

-Antes un vuelo Santiago-Valdivia costaba $200.000 ida y vuelta y ahora sale $50.000. Se podría pensar que están cobrando bajo costo de operación…

-Creo que nosotros generamos una dinámica competitiva diferente, en la que se ha demostrado que ante precios bajos, hay más pasajeros. Desde que llegamos los precios han bajado 35%.

-¿Por qué las otras líneas operaban a precios tanto más altos?

-Eso habría que preguntárselo a ellos. ¿Cuál era su estrategia comercial?, ¿cómo manejaban su flota?

No sé. Sí puedo decir que nosotros creemos que al entrar a un mercado con precios más bajos, este se estimula y aumentan los vuelos.

-¿Cuántos pasajeros se han pasado del bus al avión?

-No existe información dura de eso, pero uno puede asumir que ha ocurrido, porque si el mercado creció 22%, seguro que hay gente que ya volaba y voló más, pero también otra que se movía en bus y ahora lo hace en avión. Eso es particularmente cierto en las rutas que son más largas, de entre 20 y 30 horas, que en avión se cubren en dos horas y por el mismo precio.

-¿Pero alguna estimación tendrán?

-Sí, estimamos que en cada uno de nuestros vuelos, al menos 15 personas nunca han viajado en avión. Eso lo detectamos porque estamos muy orientados a ver quién es nuevo, a diferencia de una línea tradicional, que se enfoca en el viajero frecuente. Los detectamos porque están más nerviosos, preguntan más, están aprendiendo y nuestra tripulación está entrenada para que les den confianza.

-¿Cómo se van a adecuar los buses?

-Existen mercados donde el bus es más competitivo que el avión y viceversa. No creo que estemos canibalizando al bus, porque cuando más gente puede viajar, por ejemplo, a Puerto Montt, se estimula el transporte de la zona. En México muchas rutas cortas de bus crecieron porque la gente tenía que acercarse a un aeropuerto. Eso está pasando en Chile.

-¿Qué nuevas rutas tienen previstas?

-En lo doméstico estamos apuntando a aumentar las interregionales que no pasan por Santiago. Internacionalmente estamos analizando Argentina, Bolivia, Paraguay, Uruguay e incluso Colombia y, por de pronto, estamos muy enfocados en Perú. Allí hemos crecido mucho. Salimos con cuatro vuelos a la semana el 22 de diciembre y a mediados de julio vamos a volar 14, con dos vuelos diarios.

¿Con qué criterios seleccionan las rutas?

-Sobre todo eficiencia, aeropuertos que tengan las facilidades adecuadas para operar bien. A mí me preocupa cuando tienen horarios que no puedes operar o cuando no puedes hacer rápidamente la rotación de los aviones.