Pais:   Chile
Región:   Arica y Parinacota
Fecha:   2021-03-03
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   10
Sección:   Política
Centimetraje:   37x28
La Tercera
Luis Mayol (RN), candidato constituyente por Temuco: "Aquí deben actuar todos juntos y coordinadamente por el bien del país, si no esto se irá de las manos"
Dice que por su experiencia como intendente de La Araucanía conoce los problemas y necesidades de la región. Rechaza la idea de un Estado plurinacional, pero propone la creación de un Ministerio de Asuntos Indígenas, la inclusión de escaños reservados en el Parlamento y el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios. Sin embargo, afirma que "(...) no por reconocerlos en la Carta Magna se van a solucionar los problemas".
Aunque ha estado alejado de la política, hoy busca redactar la nueva Constitución. Luis Mayol (68), exministro de Agricultura y exintendente de La Araucanía -durante el primer y segundo gobierno de Sebastián Piñera, respectivamente-, es una de las cartas de RN para representar al distrito 23 (Temuco-Padre Las Casas).

El abogado, expresidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) y actual miembro del directorio de Aguas Andinas, asegura que debido a su experiencia política en la región conoce las necesidades y problemas de la zona.

"No sacamos nada con que venga la ONU, dé ideas fantásticas y después, cuando tengan que transformarse en leyes, los mismos parlamentarios no las aprueben y las tramiten eternamente", dice.

¿Por qué se postula como candidato por el distrito 23?

Conozco los problemas de La Araucanía. Como intendente, ministro y presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura estuve ahí y sé que es una región que tiene un potencial tremendo que se está perdiendo por no existir una coordinación ni certeza jurídica para realizar las inversiones que corresponden.

¿Se ha agudizado el conflicto o es una cuestión estacional?

Ha recrudecido la violencia, las cifras lo dicen. En esta época del año aumenta aún más por el flujo de turistas, y los violentistas aprovechan de hacer sus actos violentos. Además, el tema de las cosechas lo han tomado como una forma de presión y para obtener financiamiento.

¿Incide el contexto actual del país?

La elección para nombrar a los miembros de la constituyente es la más importante de los últimos años, por eso también hay una presión de elementos anarquistas y violentistas. Buscan generar tensión ciudadana, que es uno de los objetivos del terrorismo, causar conmoción pública, y están dadas las condiciones para eso.

¿Cómo se podría abordar constitucionalmente el conflicto en la zona?

Esto es un problema de Estado. Algunos poderes no están haciendo absolutamente nada y ponen inconvenientes, como el Legislativo. Todos los proyectos que están destinados a que el Ejecutivo y Judicial tengan herramientas para actuar, no son aprobados. Aquí tienen que actuar todos juntos y coordinadamente por el bien del país, si no esto se nos irá de las manos. Para ello hay varias herramientas que están hoy en la Constitución, como el estado de excepción.

Según su experiencia como intendente, ¿es posible entablar un diálogo entre el Estado y las comunidades?

Nosotros presentamos un buen proyecto. El Plan Araucanía (que encabezaba el ministro Alfredo Moreno) funcionó bien hasta la lamentable muerte del joven Catrillanca. Teníamos buen crecimiento, integración y muy buen diálogo con las comunidades, y eso lo debemos recuperar, aunque creo que eso no se ha perdido mucho desde la intendencia.

¿Debería garantizarse el reconocimiento a los pueblos originarios en la Constitución? ¿Ayudaría a encauzar el conflicto?

Absolutamente, pero tampoco nos hagamos ilusiones, porque no por reconocerlos en la Carta Magna se van a solucionar los problemas. Esto significa que el Estado tendrá ciertas obligaciones constitucionales que cumplir y para nivelarlo se tendrá que aplicar una discriminación positiva transitoria.

¿En qué instancias debería aplicarse esta discriminación positiva?

Por un tiempo, o en definitiva, tendrán que tener escaños reservados en el Parlamento, en las cámaras que la nueva Constitución establezca, ya sea uni o bicameral.

¿Qué derechos incluiría relacionados a los pueblos indígenas en la nueva Constitución?

Establecería un Ministerio de Pueblos Indígenas, pero no un ministerio que sea una agencia de activismo político, sino que orientado a nivelar el desarrollo productivo, social y cultural. Que tenga como objetivo crear las condiciones para que los pueblos se capaciten y puedan desarrollar aspectos culturales territoriales. Este debe evaluar si es necesario que la Conadi no siga o que se mantenga, pero que cambie su rol, estructura y funciones.

¿Qué tipo de Estado propone?

Debería existir un presidencialismo moderno que delegue facultades al Parlamento, mantenga atribuciones que ya tiene y que les dé a las regiones más libertades y facultades para que estas puedan generar sus propios ingresos tributarios y destinarlos a la propia región.

¿Y debería ser plurinacional?

Chile tiene que ser un Estado multicultural, pero no plurinacional.

¿Cuáles son los principales temas pendientes de la región hoy en día? ¿Es el tema de las tierras el gran nudo?

Es uno de los grandes nudos: la forma como está establecido el tema de las tierras ha ido mucho más allá de lo que se pensó en su momento, que fue pagar la deuda que tenía el Estado con las comunidades indígenas después de que se dio por terminado el ordenamiento territorial el año 1929. Tanto el Presidente Lagos como Aylwin no determinaron la cantidad de hectáreas que faltaban, y cometieron un error, porque permitieron que las comunidades se subdividieran, con lo que esas hectáreas se multiplicaron por dos o tres. Es un problema al que hay que ponerle coto. La Contraloría está haciendo un catastro para determinar exactamente cuántas son las hectáreas que faltan por entregar. Esas hay que entregarlas una sola vez y terminar con el tema de las tierras, y después empezar a hacerlas productivas.

Huenchumilla apela a traer a negociadores de la ONU. ¿Cómo cree que se puede solucionar este tema?

Esto lo tenemos que arreglar entre nosotros. No sacamos nada con que venga la ONU, dé ideas fantásticas y después, cuando tengan que transformarse en leyes, los mismos parlamentarios no las aprueben y las tramiten eternamente.
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Por Catalina Martínez -