La Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Valparaíso, en su última sesión, aprobó el Proyecto Aconcagua, planta desaladora que estará ubicada en Puchuncaví y que es la primera de su tipo en la zona. La iniciativa pertenece a Aguas Pacífico SpA, empresa de la brasileña Paria lnvestments, el fondo de inversión privado más grande de Latinoamérica, con activos bajo administración por más de US$12.000 millones y presente en Chile desde 2012.

"En lo personal, que esta iniciativa sea en la Región de Valparaíso me llena de orgullo. Nací y me formé aquí, y me produce mucha satisfacción ser parte de esta historia", comentó el CEO de Aguas Pacífico SpA, Enrique Cruzat.

- ¿Qué características tiene esta planta?
- Al ser una planta del tipo multiusuario permite minimizar las áreas de intervención y acotar las obras de construcción, lo cual a su vez se traduce en economías de escala, de modo de entregar una solución de agua a precio competitivo con garantía de suministro. Es una inversión de 162 millones de dólares con una capacidad de producción de 1.000 litros por segundo. La tecnología que utilizará la planta para la producción de agua desalinizada es de Osmosis Inversa, una de las más eficientes y amigables con el medio ambiente y que tiene múltiples aplicaciones.

¿Cuándo estaría en condiciones de comenzar a operar?
-Esperamos que las obras de construcción comiencen en el primer trimestre de 2019y, por tanto, el Proyecto Aconcagua podría iniciar su operación durante el año 2021. En la fase de construcción vamos a generar 1.100 puestos de trabajo en el peak y se buscará dar prioridad a la mano de obra local.

-¿Por qué optaron por esa ubicación para desarrollar esta infraestructura?
- Lo primero fue definir la zona para emplazar esta iniciativa, por lo que al revisar la situación del país observamos que el déficit de agua en la Región de Valparaíso es estructural y se ha visto acrecentado por el cambio climático. Adicionalmente, se da la particularidad única que refleja la diversidad de actividades económicas del país: posee actividad portuaria, turismo, desarrollo inmobiliario, industria, minería, generación de energía, agricultura, etcétera, por lo que al no contar con agua se limita su crecimiento sustentable.

- Y respecto al emplazamiento mismo.
- En cuanto al emplazamiento de la planta, ésta debe cumplir con condiciones técnicas, ambientales y territoriales para su locación. Dentro de estos aspectos, se pueden mencionar no estar en la desembocadura de un río, que las obras marítimas estén al interior de bahías resguardadas tomando agua a profundidad, no estar próximas a áreas protegidas, cumplir con los instrumentos de planificación territorial, que la planta se localice fuera del área de riesgo de tsunami para asegurar el abastecimiento de agua y con cercanía a los puntos de consumo, entre otros. Todas estas condiciones se dan en nuestro proyecto.

-En términos de sustentabilidad, ¿es una construcción amistosa?
-Sí. Creemos que es un proyecto amistoso con el medio, ya que generará una nueva fuente de agua no continental permanente, segura y sustentable para el desarrollo de la región. Lo anterior se refleja en que el proyecto fue aprobado por unanimidad en la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Valparaíso. Esta obra cumple con la legislación, se hace cargo de los impactos ambientales y, además, ha asumido compromisos ambientales voluntarios.

-¿Qué observaciones de las comunidades fueron incluidas en el proyecto?
- Se desarrolló un proceso de relacionamiento comunitario permanente y sistemático con la comunidad cercana al proyecto. De este proceso, surgieron las principales observaciones como evitar la afectación de áreas agrícolas, para lo cual el proyecto consideró el trazado del acueducto por las altas cumbres, minimizando con ello la intervención de esas zonas.

ALERTA TEMPRANA
-¿Y respecto a la bahía de Quintero?
- Esa fue otra observación, resguardar la calidad del agua de mar en la bahía de Quintero. Nuestro proyecto también requiere controlar que la calidad de agua esté dentro de parámetros preestablecidos. Es decir, de existir una mala calidad del agua de mar pondríamos en riesgo la operación de la planta. Es por ello que el propio proyecto tendrá un rol preventivo ante situaciones de contingencias en la bahía de Quintero, para lo cual contará con un sistema de alerta temprana de la calidad del agua de mar que estará a disposición de la comunidad.

- ¿Y durante la etapa de construcción?
- Minimizaremos las áreas de afectación. Para ello, el diseño del proyecto consideró emplazarse en un barrio industrial y que su sistema de conducción de agua a terceros fuese paralelo al gasoducto ya existente entre la bahía de Quintero y Quillota. Eso permitirá que la construcción se efectúe por áreas ya intervenidas por proyectos anteriores, usando los caminos de acceso existentes.

- De acuerdo a los antecedentes es multiuso. Sin embargo, en un principio su agua sería usada por privados.
- El agua proveniente de esta planta podrá servir de suministro para diferentes usos y dientes. En tal sentido, dependerá de los acuerdos comerciales de venta de agua que se logren con terceros, públicos o privados, quienes definirán el uso de este recurso.

-Se habla de que también puede ser utilizada para consumo humano. ¿Para ello requiere un tratamiento distinto?
- La tecnología de Osmosis Inversa, utilizada por la planta, permite su condición multiusuario, como riego agrícola, fines industriales y que adicionalmente puede ser potabilizable por una empresa sanitaria para el posterior consumo humano.

- ¿Es el primer desarrollo de la empresa en la región? ¿Existe la posibilidad de ampliar su cartera de inversiones en la zona, ya sea en ésta u otra área?
- Sí. El Proyecto Aconcagua es el primer desarrollo de Aguas Pacífico en la región y estamos estudiando otras cuencas con déficit hídrico en el país, para extender esta iniciativa de una nueva fuente de agua no continental a dichas zonas.